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Seguramente si no sabes arquitectura o no tienes automatizado el hogar no conozcas la figura del instalador de domótica. Pues bien, con la evolución de la domótica en el ámbito doméstico, este perfil profesional será tan habitual como lo es el fontanero, el electricista o el panadero en los próximos años.
Y es que, cada vez más son las personas que apuestan por mejorar el bienestar, confort, seguridad y eficiencia energética de sus hogares y automatizan puntos concretos o todo en casas o incluso edificios.
Para ello, se requiere de profesionales que sepan implementar todos los elementos que se necesitan para lograr esa automatización del hogar, se logre un mantenimiento correcto y se lleve a cabo la supervisión de este mantenimiento.
¿Quieres formar parte de esta nueva ola de automatización del hogar? Ahora puedes convertirte en un profesional altamente cualificado dentro del sector de la domótica con una formación especializada que te permita gestionar, planificar y supervisar todos los sistemas domóticos e inmóticos existentes. Para ello, te recomendamos que te matricules en el arquitectura con el que conseguirás las competencias profesionales necesarias para lograr ese elemento diferenciador que te hará lograr el éxito dentro de este sector.
La domótica es el ecosistema en el que se desenvuelve el instalador y consiste en poner la tecnología como la electrónica y las telecomunicaciones al servicio de las viviendas para conseguir automatizar y controlar sistemas, instalaciones y equipos en favor de una mejora del confort, la seguridad, las comunicaciones y la eficiencia energética de los usuarios de esas viviendas.
Algunos de los sistemas o equipos domésticos que se automatizan y controlan mediante la domótica están relacionados con la iluminación, la climatización, las persianas, puertas, toldos, ventanas, cerraduras, electrodomésticos o suministros (electricidad, gas, agua).
Se logra por medio de la domótica el confort de los usuarios evitándoles perder el tiempo en labores domésticas, mejorando su bienestar, controlando que no existe ningún tipo de riesgo a la seguridad del hogar y de quien en ellas habitan, o racionalizando el suministro eléctrico. Para ello, se requiere de instalar sensores, aparatos terminales, soportes de comunicación, actuadores o una central de gestión, es ahí donde se evidencia la importancia del instalador de domótica.
La instalación de toda la domótica de una casa o edificio requiere de un trabajo multidisciplinar, en cuanto, a la organización del trabajo entre operarios, el mantenimiento de estas instalaciones, la puesta en marcha del sistema de domótica u otros de supervisión y verificación, entre otras muchas más. No obstante se pueden concretar las siguientes tareas:
La labor del instalador de domótica es la de lograr que todos los dispositivos del sistema envíen y reciban señales mediante una red de comunicaciones a una unidad central que será la que se encargue de administrar este intercambio de información. Los sensores serán quienes capten la información y la unidad central la que decida las acciones a realizar en base a la información que extrae de estos sensores. Estas señales deberán ser "traducidas" al lenguaje de cada dispositivo.
En una instalación domótica se puede diferenciar tres tipos de arquitectura:
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