Coordinador de atención domiciliaria: Un profesional clave para la calidad de vida

El coordinador de atención domiciliaria es un profesional fundamental en el cuidado de personas dependientes, como mayores o con alguna discapacidad o enfermedad, que desean o deben permanecer en su hogar.

Su labor se basa en la coordinación y gestión de los servicios de ayuda a domicilio de diverso tipo. Así, gestionan equipos de asistentes o auxiliares de atención domiciliaria que ayudan a las personas que requieren asistencia para llevar a cabo actividades como el desplazamiento, la higiene, la alimentación, el desarrollo de terapias, la atención médica o psicosocial o el acompañamiento y asistencia general. 

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Una o un coordinador de atención domiciliaria es clave para asegurar la calidad del servicio prestado y el bienestar de las personas usuarias.

Un sector en crecimiento

La demanda de servicios de atención domiciliaria está aumentando considerablemente debido al envejecimiento de la población y al crecimiento de las enfermedades crónicas. En España, por ejemplo, se estima que hay 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. 

Este envejecimiento de la población, convierte a los trabajadores profesionales del ámbito de la asistencia social y sanitaria en personas indispensables para organizar las tareas de cuidado. Por lo tanto, se trata de una opción laboral con amplias perspectivas de futuro.

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Funciones

Las funciones del coordinador de atención domiciliaria son variadas y demandan una combinación de habilidades técnicas y blandas. Su trabajo inicia con la evaluación inicial de las necesidades del usuario hasta la supervisión continua del servicio prestado. Las principales funciones de este profesional son:

• Valoración de las necesidades. El coordinador o coordinadora realiza una evaluación integral de la persona usuaria y de su entorno familiar para determinar el tipo y la intensidad de los cuidados que requiere. 
• Elaboración del plan de atención. Con base en la valoración, un coordinador de atención domiciliaria debe elaborar un plan individualizado para cada persona que recibirá el servicio de ayuda. En este deben establecerse objetivos, actividades y recursos necesarios para la atención.
• Selección y gestión del personal. El coordinador se encarga de la selección y coordinación del personal auxiliar de ayuda a domicilio. Por ello, debe velar por su profesionalidad y calidad humana. Esto incluye garantizar que tengan la formación adecuada y que realicen educación continua para mantenerse actualizados en sus conocimientos y habilidades.
• Supervisión del servicio. Se realizan visitas periódicas al domicilio para supervisar el trabajo del personal auxiliar y garantizar que se cumple con el plan de atención.
• Seguimiento y evaluación. Debe realizar un seguimiento continuo de la persona usuaria para evaluar la evolución de su estado y ajustar el plan de atención si es pertinente.
• Coordinación con otros profesionales. El coordinador colabora con otros profesionales del ámbito social y sanitario para asegurar una atención integral a la persona usuaria.Por ejemplo, con médicos, para coordinar la administración de medicamentos o con un/a nutricionista para ajustar la alimentación. 

Perfil profesional

El coordinador de atención domiciliaria debe tener una sólida formación en el ámbito social, así como experiencia en la gestión de servicios y recursos humanos. Por lo general, también tiene una formación como asistente de atención domiciliaria o en atención sociosanitaria para el caso de los servicios con componente sanitario como enfermería o fisioterapia domiciliaria. 

Por otra parte, debe poseer habilidades comunicativas, de organización, de planificación y de trabajo en equipo.

Competencias

• Capacidad de valoración y evaluación.
• Habilidades de comunicación y relación interpersonal.
• Capacidad de organización, planificación y gestión.
• Liderazgo de equipos.
• Competencia en la gestión de recursos humanos.
• Conocimiento de los servicios sociales y de la administración pública.
• Compromiso con la calidad del servicio y el bienestar de las personas usuarias.
• Capacidad para la resolución de problemas.
• Empatía, sensibilidad y ética profesional. 

Finalmente, en un sector en constante evolución, la formación continua es fundamental para que los coordinadores de atención domiciliaria puedan actualizar sus conocimientos y habilidades. Existen diversas opciones formativas, como cursos, talleres y jornadas, que les permiten mantenerse al día en las últimas tendencias y buenas prácticas. Asimismo, les permiten especializarse en la asistencia a personas con necesidades especiales. Por ejemplo, en personas con Alzheimer.