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A continuación, te mostramos cómo dar la vuelta a un bebé en función de la posición en la que se encuentre momentos antes de nacer. ¡Continúa leyendo!
Ten en cuenta que se tratan de ejemplos genéricos y que cada situación puede reportar sus propias particularidades.
Durante las últimas semanas del embarazo de la mujer ha de ir colocándose el bebé para prepararse para el parto. La posición dentro del útero suele ir de forma natural en posición cefálica. Esta posición consiste en que la cabeza se encuentra mirando hacia abajo y permite un parto vaginal sencillo. El problema ocurre cuando la posición del bebé no es esta lo que aumentan los riesgos en el parto. Algunos bebés se colocan de nalgas, es decir, con las piernas o las nalgas apuntando hacia el canal de parto.
Se dice que un bebé está en posición de nalgas cuando en lugar de estar cabeza abajo (posición cefálica), se encuentra con las nalgas o los pies apuntando hacia el canal de parto. Esto sucede en aproximadamente un 3% a 4% de los embarazos a término (después de la semana 37). La posición de nalgas se clasifica según la postura exacta que tenga el bebé en:
Cuando el bebé está en una posición de nalgas cerca del término del embarazo puede producir serios problemas en el nacimiento. El equipo sanitario puede entonces sugerir la versión cefálica externa como un método para intentar girar al bebé a una posición más favorable.
La versión cefálica externa es una maniobra cuya finalidad es intentar girar al bebé que está en posición de nalgas a una posición cefálica, para intentar adaptar la postura del bebé a una posición más natural para el parto con la cabeza en dirección al orificio vaginal. El procedimiento se lleva a cabo en torno a la semana 37 de gestación. Esto es así porque es muy importante que aún haya suficiente líquido amniótico para facilitar el movimiento del bebé. La versión cefálica externa tiene como objetivo reducir las complicaciones asociadas con un parto vaginal de nalgas y evitar la necesidad de una cesárea.
El procedimiento de la versión cefálica externa suele realizarse en un hospital o centro médico especializado para garantizar la seguridad tanto de la madre como del bebé. Por lo que es muy importante que se sigan unos pasos concretos:
Como con cualquier procedimiento médico, la versión cefálica externa tiene sus riesgos y beneficios, que deben ser considerados cuidadosamente.
Los beneficios incluyen la reducción de cesáreas, lo cual favorece la disminución de riesgos asociados a la misma, infecciones y evitan que el tiempo de recuperación de la madre se alargue, también ayuda a que las intervenciones innecesarias en el parto se reduzcan; también existe un menor riesgo de complicaciones, como el trauma fetal, que podría suceder en caso de que se realizase el parto vaginal inevitablemente; por último, se permite un parto vaginal natural más sencillo y menos doloroso tanto para la madre como para el bebé.
Los riesgos asociados a la realización de la versión cefálica externa son un posible fallo en el procedimiento de este, lo que derivará en una posible cesárea; el estrés fetal debido a la manipulación del bebé puede casuar alteraciones en la frecuencia cardiaca del feto, lo que puede derivar a una cesárea de emergencia; existe un riesgo mínimo de romper el saco amniótico que también podría inducir el parto prematuro; por último el desprendimiento de la placenta sería otra consecuencia nefasta que pone en peligro la vida de la madre y del bebé.
Si la versión cefálica externa no logra que el bebé adopte una posición cefálica, algunas madres optan por un parto vaginal a pesar de que el bebé esté en posición de nalgas, pero esto dependerá de factores como el tipo de posición de nalgas, la experiencia del equipo médico y las condiciones generales del embarazo.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, cuando el bebé no logra girar, se recomienda realizar una cesárea programada. Esta opción es generalmente más segura que un parto vaginal de nalgas, ya que reduce el riesgo de lesiones tanto para la madre como para el bebé.
La versión cefálica externa es una técnica útil, ya que, aunque existen riesgos asociados, los beneficios de evitar una cesárea o un parto vaginal complicado la convierten en una opción valiosa para muchas mujeres embarazadas.
Para más información sobre cómo prepararse para un parto sin dolor o conocer el rol de la enfermería en neonatología, te recomendamos revisar artículos especializados como los de Euroinnova sobre Parto sin Dolor y La Enfermería en Neonatología.
SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia). (2018). Guía de Práctica Clínica sobre la Versión Cefálica Externa. Disponible en: https://www.sego.es/
Guías Clínicas del Servicio Nacional de Salud de España. (2017). Guía de Práctica Clínica para el Manejo del Parto de Nalgas a Término. Ministerio de Sanidad, España.
Bernal, E. P., & Salinas, C. G. (2015). Versión Cefálica Externa: Análisis de la Práctica en un Hospital de Referencia. Revista Chilena de Obstetricia y Ginecología, 80(2), 120-125.
Ministerio de Salud de Chile. (2016). Manejo del Parto con Presentación de Nalgas y Versión Cefálica Externa: Protocolo Clínico.
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