Adherencias abdominales: qué son, causas, métodos de diagnóstico y tratamiento

¿Qué son las adherencias abdominales? 

Las adherencias abdominales aparecen a partir de la formación de tejido cicatricial entre órganos y, sobre todo, entre estos y la pared abdominal. Es una condición que impide el movimiento natural de los órganos internos, que deben desplazarse y rozarse sin problemas, esto gracias a sus superficies lisas. Pero dicho tejido los une, de modo que la movilidad se limita sustancialmente, lo que deriva en síntomas y malestares que afectan la calidad de vida de los pacientes. 

Ahora bien, estas adherencias se producen con mayor frecuencia tras intervenciones quirúrgicas. Precisamente, las incisiones, la manipulación de los tejidos y la derivada de esta contribuye a la formación de puentes vascularizados. Aparecen sin un patrón específico y afectan, sobre todo, a los intestinos, la pared abdominal y el peritoneo. Más allá de simples molestias, estas adherencias podrían exigir reintervenciones quirúrgicas, así como producir dolor abdominal crónico y obstrucción intestinal. 

En ocasiones, las adherencias abdominales pueden afectar órganos reproductivos como las trompas de Falopio, lo que puede derivar en infertilidad. Los factores de riesgo, en general, incluyen cirugías abdominales previas, enfermedad inflamatoria y exposición a cuerpos extraños como el material de sutura. Se recomiendan técnicas quirúrgicas avanzadas, como la cirugía laparoscópica, ya que disminuyen la probabilidad de generar adherencias. Las cirugías abiertas incrementan, al contrario, su recurrencia. 

Síntomas de las adherencias abdominales 

Las adherencias abdominales se manifiestan mediante síntomas claramente reconocibles. Pueden variar de intensidad según el caso y suelen estar acompañadas por la siguiente sintomatología asociada: 

Causas de las adherencias abdominales 

Las causas de las adherencias abdominales son diversas. Entre las más recurrentes, se reconocen las siguientes: 

Diagnóstico de las adherencias abdominales 

El diagnóstico de las adherencias abdominales se realiza mediante una evaluación completa del paciente. Partiendo de la sintomatología descrita, los médicos indagan en la historia clínica personal, realizan un examen físico completo –centrado en la zona abdominal– y, desde luego, el examen de sangre. Son procedimientos básicos que permiten conocer el estado de salud general del paciente, que permiten descartar cualquier otra patología. Tras estos métodos de diagnóstico, se pasa a otros más complejos para la confirmación definitiva de la existencia de adherencias abdominales. Estos métodos son se detallan a continuación. 

Tomografía computarizada 

En el diagnóstico por imágenes, la tomografía computarizada es una de las opciones más valoradas al establecer la existencia de adherencias abdominales. Es más, es tan precisa que aporta imágenes detalladas que pueden mostrar obstrucciones en los intestinos y anomalías en los tejidos abdominales. También brinda pistas de la gravedad de la situación. 

Radiografías de abdomen 

Las radiografías suelen ser pruebas radiológicas de diagnóstico inicial o complementario. Las imágenes procedentes de este método permiten tener una idea de lo que ocurre dentro del organismo, por lo que dan pistas de posibles obstrucciones intestinales. Siguiendo lo dicho, no siempre revelan la presencia de adherencias de manera directa. 

Radiografías con medio de contraste 

Las radiografías con medio de contraste mejoran la visibilidad del aparato digestivo. ¿Cómo es que se realiza esta exploración? Se administra un líquido de contraste –por vía oral o intravenosa– que debido a su opacidad ante la radiación permite observar con más detalle la zona de interés. Así, en las imágenes radiográficas, se observan estructuras internas con nivel de resalte.  

Cirugía 

Cuando los métodos anteriores no brindan resultados inequívocos, los médicos pueden recomendar cirugías exploratorias para determinar la presencia de adherencias abdominales. Durante la intervención el cirujano puede visualizar y tratar directamente las adherencias. Los procedimientos pueden variar, desde cirugías abiertas hasta laparoscópicas, pero se prefieren estas últimas debido a que brinda opciones prontas de recuperación.