Licenciatura en Ingeniería en Seguridad Informática. RVOE SEP: L-082/2021 (09/3/09/2021)
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Contrariamente a la creencia popular, las cajas negras de los aviones no son negras. En realidad, su color más común es el naranja brillante. La razón para que las pintasen de color naranja es por su alta visibilidad en caso de un accidente aéreo.
Aunque las llaman cajas negras, oficialmente se le conoce como registrador de vuelo, y es un dispositivo crucial para la investigación de accidentes aéreos. Su función principal es capturar y almacenar datos críticos sobre el vuelo, incluyendo información sobre la trayectoria, la altitud, la velocidad, los sistemas del avión y las conversaciones en la cabina.
Existen dos tipos de cajas negras, principalmente:
Grabador de datos de vuelo (FDR): también conocido como "flight date recorder", este dispositivo registra una amplia gama de datos técnicos sobre el vuelo, como la altitud, la velocidad, la aceleración, la actitud, el rumbo y el rendimiento del motor.
Grabador de voces de cabina (CVR): también conocido como "cockpit voice recorder", este dispositivo captura las conversaciones entre los pilotos y otros sonidos en la cabina, incluyendo alertas y alarmas del avión.
La historia de las cajas negras se remonta a la década de 1950, cuando los investigadores comenzaron a experimentar con dispositivos para registrar datos de vuelo. En 1958, Australia introdujo la primera regulación que exigía la instalación de cajas negras en aviones comerciales.
El prototipo de caja negra fue creado por el ingeniero australiano David Warren en la década de 1950. Su invento se inspiró en un accidente aéreo en el que la causa del siniestro no pudo determinarse debido a la falta de información.
El diseño y la tecnología de las cajas negras han evolucionado significativamente con el tiempo. Los primeros modelos utilizaban cintas magnéticas para almacenar datos, mientras que los modelos actuales utilizan memoria flash digital. Las cajas negras modernas también son más resistentes a los impactos y al fuego, lo que aumenta las posibilidades de que se recuperen intactas en caso de accidente.
Las cajas negras se encuentran ubicadas en la parte trasera del avión, generalmente en la cola, donde son más propensas a sobrevivir a un impacto. Están diseñadas para resistir condiciones extremas, como fuego, explosiones e impacto, y pueden soportar temperaturas de hasta 1.100 grados Celsius y presiones de hasta 6.900 psi.
A pesar de su nombre, las cajas negras no son realmente cajas negras. En realidad, son robustas carcasas de metal naranja que albergan una variedad de componentes electrónicos, incluyendo:
Sensores: recopilan datos sobre la posición, la altitud, la velocidad, la aceleración y otros parámetros del vuelo.
Registradores: almacenan los datos recopilados por los sensores en formato digital.
Baterías: proporcionan energía a los componentes electrónicos de la caja negra.
Unidad de control: gestiona el funcionamiento de la caja negra y asegura que los datos se registren correctamente.
La información registrada por las cajas negras es invaluable para la investigación de accidentes aéreos. Los investigadores utilizan estos datos para reconstruir los eventos que condujeron al accidente, identificar la causa probable y formular recomendaciones para evitar que se repitan accidentes similares.
Las cajas negras son herramientas invaluables para la investigación de accidentes aéreos. La información que contienen permite a los investigadores:
Determinar la causa del accidente: Al analizar los datos del FDR y CVR, los investigadores pueden identificar los factores que contribuyeron al accidente, como errores humanos, fallas técnicas, tráfico aéreo o condiciones climáticas adversas.
Realizar recomendaciones de seguridad: La información obtenida de las cajas negras se utiliza para realizar recomendaciones de seguridad que ayuden a prevenir futuros accidentes.
Mejorar el diseño y la operación de las aeronaves: Los datos de las cajas negras también se utilizan para mejorar el diseño y la operación de las aeronaves, haciéndolas más seguras y confiables.
En muchos casos, la información de las cajas negras ha sido crucial para determinar la causa de accidentes aéreos complejos y controvertidos. Por ejemplo, las cajas negras del vuelo 447 de Air France, que se estrelló en el Océano Atlántico en 2009, revelaron que el accidente fue causado por la acumulación de hielo en los sensores de velocidad del avión.
Promover la educación en seguridad aérea: Es fundamental para la aviación que tanto pilotos como personal de tierra estén familiarizados con el funcionamiento de las cajas negras y su importancia para la investigación de accidentes.
Invertir en tecnología de cajas negras: La tecnología de las cajas negras está en constante evolución. Es importante que las aerolíneas y las autoridades aeronáuticas inviertan en las últimas tecnologías para garantizar la máxima precisión y confiabilidad de los datos.
Fortalecer la cooperación internacional: La investigación de accidentes aéreos es un esfuerzo global. Es importante que exista una estrecha colaboración entre las autoridades aeronáuticas de diferentes países para compartir información y expertise.
A manera de conclusión podemos decir que las cajas negras, a pesar de su nombre poco descriptivo, son herramientas esenciales para la seguridad aérea. La información que registran es crucial para la investigación de accidentes aéreos, lo que ayuda a mejorar la seguridad de los vuelos y prevenir futuros accidentes.
Las cajas negras son un recordatorio de la importancia de la seguridad aérea y del papel crucial que juega la tecnología para proteger a los pasajeros y la tripulación.
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