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Un servidor dedicado es una máquina física o virtual que se utiliza exclusivamente para alojar y administrar los recursos de una sola organización o cliente. A diferencia de un servidor compartido, donde varios usuarios comparten los recursos de un mismo servidor, un servidor dedicado ofrece un entorno independiente y exclusivo.
En un servidor dedicado, tanto el hardware como el software se asignan por completo a un solo cliente. Esto significa que el cliente tiene un control total sobre la configuración del servidor, incluyendo el sistema operativo, las aplicaciones, la capacidad de almacenamiento y la capacidad de procesamiento. Además, el cliente tiene la capacidad de personalizar y optimizar el servidor según sus necesidades específicas.
Algunos de los beneficios de utilizar un servidor dedicado incluyen:
En resumen, un servidor dedicado ofrece una serie de beneficios significativos en términos de rendimiento, seguridad, flexibilidad y personalización.
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