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En el transcurso de nuestra rutina diaria, nos encontramos constantemente consumiendo alimentos, a menudo de manera automática y sin prestar atención al complejo proceso que implica tanto a nivel físico como conductual.
No obstante, existen situaciones en las que no podemos alimentarnos de forma voluntaria. Consideremos, por ejemplo, el escenario en el que estamos en estado de coma o enfrentamos alguna enfermedad que nos impide la ingesta de alimentos. En estas circunstancias, si no se toma ninguna medida, el organismo se enfrenta al riesgo de morir por inanición.
La alimentación es un aspecto fundamental de la supervivencia humana, y aunque la mayoría de las veces la realizamos de manera casi automática, es crucial reconocer la importancia de este proceso en nuestra salud y bienestar general. ¿Qué tiene que ver esto con la Nutrición enteral? ¡Sigue Leyendo! Aquí te lo cotamos.
La nutrición enteral constituye, junto con la nutrición parenteral, una de las dos modalidades de nutrición artificial empleadas en el ámbito médico. Este enfoque de soporte nutricional requiere la administración directa de diversos nutrientes al organismo, y comúnmente se lleva a cabo mediante el uso de una sonda que se introduce directamente en el estómago o el intestino del paciente.
Este método es particularmente relevante en situaciones en las que el paciente no puede obtener los nutrientes necesarios a través de la alimentación oral convencional. La sonda, diseñada para garantizar una administración segura y controlada, permite la entrega de nutrientes esenciales de manera directa al sistema digestivo del individuo.
La nutrición enteral se utiliza en una variedad de escenarios clínicos, como en pacientes que presentan dificultades para tragar, aquellos con obstrucciones gastrointestinales o en situaciones donde la alimentación oral no es viable. Es fundamental en la atención de individuos que requieren un aporte nutricional preciso y adaptado a sus necesidades específicas.
La continua investigación en el campo de la nutrición enteral busca mejorar las fórmulas y los métodos de administración, optimizando así la eficacia y seguridad de este enfoque.
Este aspecto de la medicina nutricional desempeña un papel crucial en la atención integral de pacientes que, por diversas razones, no pueden satisfacer sus necesidades nutricionales de manera convencional, contribuyendo de esta manera a la mejora de la calidad de vida y el bienestar de estos individuos.
La implementación de la nutrición enteral puede llevarse a cabo a través de diversos métodos, y una de las formas de categorizar estos métodos consiste en considerar la ubicación de la sonda y su alcance dentro del sistema digestivo.
Ahora bien, existen diversos tipos de nutrición enteral, y aquí te explicamos todo sobre ellas:
La nutrición enteral mediante sonda nasogástrica constituye un procedimiento en el cual se introduce una sonda a través de la nariz para llevar a cabo un recorrido específico hasta el estómago, donde se administran de manera controlada los nutrientes necesarios.
En este proceso, la sonda nasogástrica se convierte en un conducto especializado que permite la entrega directa de nutrientes esenciales al estómago del paciente. Este enfoque resulta particularmente efectivo y seguro en la mayoría de los casos, siendo preferido como mecanismo habitual en situaciones en las que se requiere una administración controlada de nutrientes.
La nutrición enteral mediante sonda nasoenteral comparte similitudes con el procedimiento anterior, pero se diferencia en que, en este caso, la sonda se desplaza más allá del estómago, llegando hasta el intestino. Este ajuste en la trayectoria de la sonda amplía las opciones terapéuticas, ofreciendo una ruta específica para suministrar nutrientes directamente al intestino del paciente.
En comparación con la nutrición enteral por sonda nasogástrica, el enfoque nasoenteral se orienta hacia un suministro más distal de nutrientes, alcanzando el intestino. Este método puede ser preferido en situaciones clínicas donde se busca una absorción más eficiente de los nutrientes o cuando existen contraindicaciones para la administración gástrica.
En este, en lugar de introducir una sonda a través de las vías usuales, se realiza una abertura directa a través de la piel, utilizando un tipo de catéter en lugar de una sonda convencional. Este procedimiento se convierte en una opción valiosa, especialmente cuando se anticipa que el paciente no podrá alimentarse de manera autónoma durante un período prolongado, superando las cuatro semanas.
La enterostomía se distingue por tres técnicas principales, cada una diseñada para abordar de manera específica las necesidades nutricionales del paciente. Estas técnicas destacan por su adaptabilidad y eficacia en situaciones clínicas particulares:
La elección de la técnica de enterostomía dependerá de la condición médica del paciente y de los objetivos específicos de tratamiento.
La nutrición enteral se convierte en la opción predilecta en un espectro diverso de situaciones clínicas, todas vinculadas a la presencia de desnutrición o al riesgo inminente de desarrollarla.
Se implementa cuando el paciente enfrenta limitaciones para tragar, ya sea por la imposibilidad física, la disminución significativa de la capacidad de deglutir o la negativa voluntaria a llevar a cabo este proceso esencial.
En términos más concretos, la nutrición enteral se aplica en los siguientes contextos:
Cuando el paciente experimenta una incapacidad física para tragar, ya sea debido a una lesión, afección médica o a un trastorno neuromuscular, la nutrición enteral emerge como una estrategia crucial para garantizar el suministro adecuado de nutrientes sin depender de la ingestión oral.
En casos donde existe un riesgo elevado de desnutrición debido a la incapacidad o limitación para alimentarse de manera convencional, la nutrición enteral se convierte en un recurso esencial para prevenir la pérdida nutricional y promover la recuperación.
Incluso en situaciones donde el paciente posee la capacidad funcional para ingerir alimentos, pero presenta una negativa voluntaria a hacerlo, ya sea debido a un trastorno mental o a otras razones psicológicas, la nutrición enteral se erige como una herramienta vital para mantener la adecuada nutrición y prevenir la desnutrición.
La aplicación de la nutrición enteral se basa en un enfoque holístico que considera tanto la capacidad fisiológica del paciente como los factores psicosociales que pueden influir en su capacidad para alimentarse de manera convencional.
¿Quieres seguir aprendiendo sobre este tema? Conoce nuestro siguiente post sobre las patologías de urgencia.
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