Curso derecho inmobiliario

Curso Derecho Inmobiliario

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A modo de introducción, podemos decir que el derecho inmobiliario no es más que aquella rama del derecho privado que se encarga principalmente de regular las relaciones jurídicas vinculadas a los bienes inmuebles, es decir, bienes como terrenos, edificios y viviendas. Esta rama del derecho engloba aspectos como la adquisición, transmisión y protección de la propiedad, la regulación de los contratos relacionados con los inmuebles, como el arrendamiento, la compraventa y las hipotecas.

Si hablamos de su objetivo principal, podemos decir que el derecho inmobiliario persigue la seguridad jurídica en las transacciones que involucran este tipo de bienes. Es decir, incluye los pasos a seguir a la hora de inscripción de los derechos de propiedad en registros públicos, garantizando que terceros puedan conocer el estado legal de los inmuebles. Otro de sus objetivos es el de proteger tanto a los propietarios como a los adquirentes, asegurando que sus derechos estén recogidos por la ley.

¿Conoces los distintos tipos de contrato?

Podemos definir el contrato como un acuerdo legal (ya sea escrito u oral) entre dos partes diferentes, el empresario y el trabajador. En estos contratos se pueden encontrar todas los derechos que tiene el trabajador y a todo lo que se está expuesto. La Regulación de Contratos las lleva a cabo el Código Civil de cada país.

Un tipo de contrato que destaca en el sector es el que se conoce como contrato traslativo de dominio. Este tipo de contratos son acuerdos que generalmente son escritos, definido por dos partes y cuya misión principal es la transferencia de los derechos y obligaciones reales de un bien o un servicio. Es decir, en este tipo de contrato transferimos al otro individuo toda la propiedad del bien.

Los requisitos legales que tienen que cumplirse para ser denominado contrato traslativo de dominio son los siguientes:

• El consentimiento recíproco de ambas personas.
• La generación del contrato.
• El objeto.
• Señalar la concesión del bien o del derecho a quien lo recibe.

Las características principales de este tipo de contrato son:

• Son contratos principales. Básicamente, esto quiere decir que no dependen del otro para mantenerse durante el tiempo.
• Las cuantías tienen que estar preestablecidas. La cuantía que se planea tiene que estar pactada de manera escrita y estar presente en el documento que va a ser firmado por las partes interesadas. Esa cuantía tiene que determinar el valor total del contrato, asegurado que ambas partes sepan del origen de la cuantía.
• Son contratos bilaterales. Es un contrato que genera obligaciones recíprocas para las ambas partes interesadas. 

Existen muchos tipos de contratos traslativos de dominio, entre ellos:

• Contrato compraventa: Acuerdo entre dos partes (el comprador y el vendedor). El vendedor tiene como obligatoriedad la transferencia de la propiedad de una bien a la otra parte, y el vendedor acuerda aceptar la transferencia y realizar el pago de ello. Este tipo de contrato se caracteriza por ser consensual, bilateral, instantáneo y conmutativo.
• Contrato de permuta: El contrato en el que dos partes, llamados permutantes, se obligan de forma voluntaria y recíproca para intercambiarse el dominio de una cosa por otra. En este tipo de contrato no existe la contraprestación económica, es decir, se realiza la venta de la propiedad de un bien para recibir la propiedad de otro bien, a ser posible, del mismo valor aproximado.
• Contrato de donación: En este tipo de contratos, el donante, transfiere la totalidad de sus bienes a otra sin esperar ninguna prestación económica, solo por fines no lucrativos.

Actualmente, la era de la digitalización también se ha adentrado al mundo de los contratos, creando firmas electrónicas que tienen la misma función que los contratos tradicionales.

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