Máster en Gestión de Estaciones de Depuración y Tratamiento de Aguas ETAP, EDAR, Suelos y Residuos + 18 Créditos ECTS
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1500h
18 ECTS
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Desde hace ya varios años se lleva observando como el agua escasea. Los medios nos alertan de próximas sequías, de cómo este recurso se está agotando y de por qué ese crucial que empecemos desde ya, a cambiar los hábitos de consumo irresponsable por otros más conscientes. Sin embargo, si existe un sector al que este proble afecte de lleno, es la agricultura, pues sin agua, es imposible que el campo de sus frutos y mantenga a las miles de familias que viven de él. Precisamente, en el área de la agricultura es en la que queremos pararnos para abordar el problema de la escasez de agua y para mencionar algunas de las soluciones medioambientales que científicos e ingenieros de todo el mundo están desarrollando.
Si tú también piensas que la gestión del agua debe cambiar a unos procesos más eficientes y hacia un consumo más responsable, quédate con nosotros en este post y veamos qué podemos hacer para alargar la vida del agua potable.
La agricultura, una de las actividades económicas más importantes en España, está pasando por una situación crítica y, es que, la falta de lluvias, el aumento de las temperaturas y la competencia fuera de nuestras fronteras está generando problemas a los trabajadores del sector. Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el 14,6% del territorio español se encuentra en emergencia por escasez de agua y el 27,4% en alerta.
La escasez de agua desencadena una serie de problemas en bucle, empezando por hacer que la producción sea menor, y que, por ello, se suban los precios, ya que la demanda es la misma o incluso más alta. Sin embargo, las importaciones desde otros países, que venden aquí a precios más bajos, hacen que la agricultura de cercanía no pueda competir en condiciones de igualdad. Si a esto subimos los costes de la gasolina, la falta de relevos en el campo y la demanda de vegetales que requieren de una gran cantidad de agua, el resultado es una auténtica bomba de relojería que estalla en manifestaciones de descontento generalizado.
Por otro lado, no olvidemos que la sequía no solo afecta a la producción agrícola, sino que también tiene un impacto en el medio ambiente y en la calidad de vida de las personas. La sequía puede provocar la desertificación del suelo, la pérdida de biodiversidad y la disminución de los recursos hídricos. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas para reducir el consumo de agua y fomentar prácticas agrícolas sostenibles.
La gestión eficiente del agua en la agricultura es esencial para garantizar la sostenibilidad de la producción de alimentos y la conservación de los recursos hídricos. Veamos algunas de las medidas más innovadoras que ya se están implementando en muchos cultivos.
Riego por goteo: este método de riego permite suministrar agua directamente a las raíces de las plantas, lo que reduce el consumo de agua en un 30-50% en comparación con otros métodos de riego. Además, el riego por goteo también ayuda a reducir la evaporación del agua y a mantener la humedad del suelo.
La selección de cultivos resistentes a la sequía puede ayudar a reducir el consumo de agua en la agricultura. Estos cultivos están diseñados para crecer con menos agua y pueden sobrevivir en condiciones de sequía.
El reciclaje de agua es una técnica que permite reutilizar el agua utilizada en la agricultura. El agua se trata y se filtra para eliminar los contaminantes y se utiliza nuevamente para el riego.
La mejora de la eficiencia del riego es otra medida importante para reducir el consumo de agua en la agricultura. Esto se puede lograr mediante la instalación de sistemas de riego más eficientes, como el riego por aspersión o el riego por goteo, y mediante la programación del riego en función de las necesidades de las plantas.
Utilizar sensores para medir la humedad del suelo en tiempo real ayuda a determinar cuándo y cuánto regar. Esto evita el riego excesivo o insuficiente, asegurando que las plantas reciban la cantidad justa de agua necesaria para su crecimiento.
Fomentar el desarrollo y la adopción de cultivos genéticamente modificados o tradicionales más resistentes a la sequía puede reducir la demanda de agua en la agricultura, ya que estos cultivos pueden prosperar con cantidades de agua limitadas.
Implementar prácticas agrícolas que mejoren la retención de agua en el suelo, como el uso de mulching, cubiertas vegetales y labranza de conservación, puede reducir las pérdidas por evaporación y mejorar la disponibilidad de agua para las plantas.
La rotación de cultivos puede ayudar a conservar agua al variar las necesidades de agua de diferentes cultivos. Además, elegir variedades adaptadas a las condiciones locales y climáticas puede optimizar el uso del agua.
Por último, no olvidemos que educar a los agricultores sobre prácticas de gestión del agua sostenibles y proporcionar capacitación sobre el uso eficiente del agua puede fomentará definitivamente la adopción de métodos más eficientes y sostenibles.
¡Te esperamos en Euroinnova!
María Herrera Vico
COPYWRITER
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