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Si te mueves en el mundo de las inversiones, es probable que ya conozcas qué es el interés simple, ¿verdad? Este es un método financiero muy habitual para calcular los intereses generados sobre una cantidad inicial de dinero invertido en relación con el tiempo de dicha inversión. ¿Pero cómo se calcula el interés simple? Aunque existen opciones manuales, en Euroinnova, disponemos de una calculadora de interés simple; una herramienta útil que permite a los usuarios calcular de forma rápida y sencilla los intereses generados por una inversión o préstamo, utilizando la fórmula del interés simple.
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Antes que nada, es fundamental conocer el concepto de interés simple. ¡Te lo explicamos!
El interés simple es el interés que se calcula solo sobre el capital inicial de una inversión o préstamo, sin tener en cuenta los intereses que se van generando a lo largo del tiempo. Es decir, el interés simple calcula los intereses generados por una inversión, pero se trata de intereses que no se reinvierten de nuevo, por lo que el monto de interés es el mismo en cada periodo.
Un ejemplo de interés simple muy claro lo encontramos al pensar en un fondo de inversión de cualquier entidad bancaria. En él, el cliente deposita cierta cantidad de dinero durante un periodo de tiempo determinado y, al finalizar, el cliente recibe su dinero depositado más la totalidad de los intereses que se han generado en este tiempo.
Dicho de otro modo, el interés simple es el que corresponde a los intereses generados, únicamente, por la inversión de capital inicial.
Conoce más sobre el concepto de interés en matemáticas financieras
Aprender la diferencia entre interés simple e interés compuesto es esencial para conocer en qué consiste cada uno de estos conceptos y determinar qué tipo de interés es más beneficioso en tu caso.
Por un lado, el interés simple es el que se calcula, únicamente, sobre el capital inicial de una inversión o préstamo. Es decir, los intereses que se van generando año a año no se suman al capital inicial.
Por otro lado, el interés compuesto es el que se calcula sobre el capital inicial más los intereses acumulados en cada periodo de tiempo. Si, por ejemplo, tienes contratado un pan de ahorro con interés compuesto, las ganancias generadas cada año se sumarán al capital inicial, lo que hará que, con el paso del tiempo, se vayan generando más intereses. ¡Te explicamos con un ejemplo de interés compuesto!
Por ejemplo, imagina que has realizado una inversión de 10.000 euros con un interés anual del 10%. En cuanto haya pasado un año, tu dinero se habrá convertido en 11.000 euros, por lo que, en el segundo año, el capital pasaría a ser de 11.000 euros y los intereses se generarán sobre dicha cantidad y no sobre los 10.000 originales.
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Si te preguntas cómo se realiza el cálculo del interés simple, te diremos que es muy sencillo. Simplemente, debes tener en cuenta el interés inicial, la tasa de interés y el número de periodos (años, por ejemplo) de la inversión o préstamo. Para ello, puedes utilizar la calculadora de interés simple de Euroinnova, una herramienta fácil, eficaz y rápida que te calculará tu interés simple en unos segundos.
Sin embargo, también existe la fórmula del interés simple. Es la siguiente:
Interés simple generado = Capital inicial x Tasa de interés x Tiempo
Mediante esta fórmula del interés simple, podrás conocer cuál es el interés generado a partir del capital inicial aportado y según la tasa de interés y el tiempo que dura la inversión o el préstamo.
Así, esta fórmula te permite conocer a cuánto asciende el coste de pedir dinero prestado o de invertir cierta cantidad económica.
Para entender mejor este concepto, te dejamos algunos ejemplos prácticos de uso del interés simple. Por un lado, un préstamo con interés simple y, por otro lado, una inversión con interés simple.
En el caso del préstamo con interés simple:
Imagina que has pedido un préstamo de 5.000 euros a tu banco y este te lo concede con una tasa de interés del 6% anual durante dos años. El interés simple que debes pagar a tu entidad bancaria es:
I = 5.000 × 0,06 × 2 = 600 euros
En el caso de la inversión con interés simple:
Imagina que has invertido 1.000 euros con una tasa de interés del 10% anual durante diez años. Los intereses que tu entidad bancaria te pagará son:
I = 1.000 × 0,10 × 10 = 1.000 euros
A continuación, te mostramos este ejemplo con una tabla donde conocerás el funcionamiento del interés simple.
En el caso del interés compuesto, el funcionamiento sería diferente porque, cada año, en lugar de partir de los 1000 euros de capital inicial, los intereses se calculan sobre el capital final del año anterior. Es decir, en el segundo año, el capital inicial no serían 1000 euros sino 1100 euros.
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