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El resultado fiscal y el resultado contable son dos conceptos que están estrechamente relacionados, pero distintos a la vez, dentro del ámbito empresarial. En este caso, nos centraremos en la distribución del resultado contable, uno de los aspectos más cruciales y complejos de este sector. Este proceso, que se lleva a cabo al final de cada ejercicio fiscal, implica determinar cómo se dividirán las ganancias obtenidas por la empresa. Entender su importancia y la manera adecuada de gestionarlo puede marcar la diferencia entre una organización próspera y una que se enfrenta a dificultades financieras.
En este blog, vamos a descubrir qué es exactamente la distribución de resultados en contabilidad, su importancia y cómo se determina. ¡Vamos allá!
La distribución de resultados en contabilidad es un proceso clave al finalizar el ejercicio económico de una empresa. Se trata de decidir el destino de los beneficios netos obtenidos durante el período contable. Este proceso es fundamental para la gestión financiera y la estrategia a largo plazo de cualquier entidad.
Cuando una empresa genera beneficios, tiene dos opciones principales:
Autofinanciación: Consiste en retener los beneficios dentro de la empresa, asignándolos a las reservas. Esto fortalece el patrimonio de la entidad y puede ser utilizado para futuras inversiones o para protegerse contra posibles pérdidas.
Reparto entre los accionistas: A través de dividendo, se remunera a los accionistas por sus aportaciones al capital de la empresa. Los dividendos representan la parte del beneficio que se distribuye entre los propietarios de la compañía.
La decisión sobre cómo distribuir los resultados depende de la política de la empresa y de la aprobación de los accionistas, normalmente durante la Junta General. Es una decisión estratégica que debe equilibrar la necesidad de reinvertir en la empresa con la expectativa de retorno de los inversores. De hecho, es muy común repartir un porcentaje en forma de dividendos y mantener otro porcentaje en forma de reservas.
Por el contrario, si la empresa presenta pérdidas, estas deben ser gestionadas adecuadamente, pudiendo compensarse con reservas anteriores o trasladarse a cuentas de resultados negativos de ejercicios anteriores.
La contabilización de la distribución de resultados implica una serie de asientos contables que reflejan la asignación del resultado del ejercicio a las diferentes cuentas de reservas o dividendos a pagar.
Determinar el resultado de un ejercicio contable es un proceso esencial para conocer la salud financiera de una empresa. Este resultado se calcula al final del período contable, que generalmente es de un año, y refleja si la empresa ha obtenido ganancias o pérdidas.
El resultado del ejercicio es crucial para los stakeholders de una compañía, ya que indica la capacidad de la misma para generar valor y su potencial crecimiento o necesidad de reestructuración. Además, este resultado afecta directamente a la distribución de dividendo y a las decisiones estratégicas de inversión y financiación de la empresa.
Así, los pasos para llevar a cabo el ejercicio de resultados son:
Registro de operaciones: Todas las transacciones financieras realizadas durante el período contable deben ser registradas. Esto incluye ingresos, gastos, compras, ventas, y más.
Clasificación de ingresos y gastos: Después de registrar las operaciones, se clasifican los ingresos y gastos en categorías específicas para facilitar el análisis.
Cálculo del resultado bruto: Se determina el resultado bruto restando los costos de los ingresos, lo que proporciona una visión de la rentabilidad de las operaciones principales de la empresa.
Ajustes y periodificaciones: Se realizan ajustes para contabilizar las amortizaciones, provisiones y operaciones pendientes de periodificación.
Cierre de cuentas: Se cierran las cuentas de ingresos y gastos, transfiriendo sus saldos a la cuenta de resultados.
Resultado del ejercicio: Finalmente, el resultado del ejercicio se presenta en el estado de resultados o cuenta de pérdidas y ganancias, mostrando si la empresa tuvo ganancias o pérdidas durante el período y su magnitud.
El asiento de distribución de resultados es un paso esencial en el proceso contable de una empresa y se realiza al finalizar el ejercicio económico. Este asiento refleja la decisión tomada por la Junta General de socios o accionistas sobre cómo asignar el beneficio neto obtenido durante el año. Los pasos para realizar este asiento son los siguientes:
Cierre del ejercicio contable: Una vez finalizado el ejercicio contable, se calculan las ganancias o pérdidas obtenidas.
Aprobación de cuentas: Las cuentas anuales deben ser aprobadas por la Junta General, que normalmente se reúne una vez al año para este fin.
Propuesta de distribución: La dirección de la empresa propone una distribución de los resultados, que puede incluir la asignación a reservas, pagos de dividendos, entre otros.
Acuerdo de distribución: La Junta General debe acordar la distribución de resultados propuesta por los administradores.
Registro del asiento: Una vez aprobada la distribución, se procede a registrar el asiento contable correspondiente.
El momento exacto para poder realizar el asiento de distribución de resultados puede variar, pero comúnmente se hace después de la aprobación de las cuentas anuales y antes del 30 de junio del año siguiente al ejercicio contable. Este asiento es esencial para reflejar formalmente en los libros contables la aplicación de los resultados del ejercicio anterior.
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