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¿Desde hace cuánto tiempo atrás venimos escuchando sobre la universidad del futuro? ¿Acaso el uso de las tecnologías educativas, las aulas virtuales, formación online, capacitación hacia el mercado laboral cambiante y temas como esos, se están viendo ahora? Demos un vistazo a las características de la universidad de hoy, y analicemos juntos la situación.
Es posible que ese futuro del que tanto se habló en materia educativa ya haya llegado y que sin darnos cuenta, universidades como Harvard, la Universidad de Economía de Viena o cualquier otra universidad tecnológica como el Massachusetts Institute of Technology (MIT) estén haciendo uso de la cursos online de traductor que pudo haberse visto como algo muy lejano.
Las universidades tradicionales en el proceso de enseñanza aprendizaje, imparten clases en un aula donde el docente da el tema, mientras los estudiantes toman nota y se llevan a casa las tareas para realizar. El aula invertida es lo contrario, en casa con herramientas digitales se investiga y analiza, y posteriormente, se hace una clase presencial para recibir asesoramiento.
El profesional del futuro deberá estar preparado para ser un emprendedor, un empresario, con pasión creativa e innovadora y con la visión de crecer constantemente para ser mejor en actitud y aptitud. La investigación será su labor y se formará como un ser integral capaz de atender materias científicas diversas.
Pese a que la pandemia originada por la Covid-19 ha acelerado el uso de la tecnología para la formación como un mecanismo imperativo, aún falta un tiempo considerable para decir que sí ha llegado la universidad del futuro bajo la prospectiva que se ha determinado por entidades como la UNESCO.
Para que esto sea posible es necesario que la mayoría de los sistemas de educación universitaria se rijan por los nuevos preceptos que involucran a lo digital como parte de sus procesos.
Pero eso no es todo, ya que tras la implementación de estos nuevos sistemas será necesario analizar los niveles de éxito que puedan alcanzarse mediante las nuevas metodologías. Sin embargo, hoy en día se han tenido avances significativos que nos llevan a afirmar que aunque aún no hayamos llegado, sí estamos encaminados hacia una nueva arquitectura educativa que regirá el mañana, donde no solo el uso de la tecnología sino las innovaciones educativas y la inclusión, harán el cambio real.
Las universidades del futuro deben estar en posición de crear a esos profesionales integrales. Deben ser instituciones que estimulen el conocimiento y la creatividad, la innovación y la investigación, que formen individuos para enfrentar retos y superar adversidades.
En este orden, veamos las características que define a la universidad del futuro, cuyo desarrollo promete formar profesionales para una sociedad digital, global y de conocimiento.
La educación superior utiliza gran cantidad de recursos digitales, online y herramientas colaborativas que forman parte de la transformación digital de los sistemas educativos, con los cuales se pretende transformar las formas tradicionales de relacionarse docentes y alumnos.
Aunque se trata de un modelo que universidades alrededor del mundo han adoptado desde el siglo XX, aún no se consolida como la perspectiva educativa más estandarizada. Bajo este método, la autonomía de los universitarios está garantizada ya que son ellos los que, además de determinar el qué, también deciden cómo y cuándo hacerlo. De modo que el edificio o recinto lo visita al momento de requerir una asesoría o para entregar una evaluación.
Integra disciplinas científicas para crear nuevos conocimientos y capacidades, un ejemplo de ello, lo vemos en el área de la Computación, Nanotecnología, la Nanomedicina, la Nanobiotecnología, entre otras.
Además, también incluye el estudio de nuevas carreras o enseñanza, nuevas áreas de conocimiento como lo puede ser las tecnologías blockchain, la digitalización y el futuro del Internet.
Genera ofertas académicas que sean demandadas por el campo laboral muy cambiante, a través de metodologías de bajo costo como los recursos online. De modo que, la oferta educativa, se orienta a garantizar a los estudiantes su inclusión en el sector laboral a través de un empleo con el cual aportará a la sociedad y podrá obtener reconocimiento como profesional.
La formación continua será imprescindible bajo los nuevos modelos de funcionamiento y acción de la sociedad, por los cambios tan repentinos que, gracias a la evolución tecnológica se originan día a día.
Otra cualidad de la universidad del futuro es la movilidad obligatoria de alumnos y estudiantes con universidades de diferentes continentes, con el propósito de crear profesionales con una formación global, multicultural, flexible y abierta.
La sociedad global es un concepto que toma cada vez más fuerza, es un hecho ya el intercambio en diferentes ámbitos sociales que se puede generar de manera inmediata, a través del Internet y de las herramientas tecnológicas.
La universidad del futuro contempla, entonces, la capacitación de los estudiantes en sistemas de cursos online de traductor. Donde participen en modelos que unifican los conocimientos, el desarrollo de las competencias y la inclusión de los participantes.
Ubicar universitarios en organizaciones y empresas en su campo laboral. Si el campo estuviera reducido, crear nuevas propuestas que se ajusten a los cambios de la actividad económica.
La intención es contribuir a la formación integral de los estudiantes, de modo que sean capaces de, además de manejar el conocimiento teórico, saber utilizar lo aprendido en situaciones planteadas en la vida real que forman parte de la rutina social.
Clases y evaluaciones modernas y con recursos actualizados en la última tecnología, clases virtuales y presenciales, enseñanza personalizada, diseño de trabajos prácticos para las empresas, etc.
En fin, inclusión y consolidación del uso de las herramientas que forman parte de las Tecnologías de la Comunicación e información bajo una mirada educativa.
Los cursos masivos abiertos en línea dejan a un lado los campus universitarios tradicionales y abren paso a la implementación de técnicas digitales para la globalización del aprendizaje. Y funcionan como una excelente estrategia para mantener el aprendizaje continuo y actualizado.
Estructuras modernas e innovadoras, con diseño y arquitectura del futuro que dan paso a los avances tecnológicos, la generación de ideas y el emprendimiento. Todo bajo un ambiente o entorno virtual.
Después de analizar estas características nos hacemos las siguientes preguntas, ¿Estamos viendo la universidad del futuro? Pues es muy probable que grandes universidades del mundo, como por ejemplo la Universidad Politécnica de Hong Kong estén formando parte de lo que un día fue llamado la universidad del futuro.
Comentarios como: “La universidad del futuro será más flexible y especializada” o “será inteligente por dentro y por fuera”, son frases que fácilmente podemos corroborar al ver como muchas universidades se han adaptado a los efectos del coronavirus y han usado los recursos digitales para continuar con sus proyectos.
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