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¿Estás intentando aprender claves, trucos, secretos? Los estudiantes constantemente se encuentran tratando de retener información, lo cual puede resultar en una labor un tato frustrante. Con el fin de hacer del proceso de aprendizaje algo mucho más ameno deben desarrollar técnicas que les permitan rendir mejor en las clases y sus exámenes, para ello deben desarrollar técnicas de memorización que les permitan procesar de mejor manera la información o desempeñar menos esfuerzo en asimilarla.
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Se tratan de métodos que ayudan a los estudiantes a mejorar su aprendizaje en las disciplinas que requieren especial cuidado o que quieren aprender mejor. Las técnicas de memorización ayudan a los estudiantes a mejorar su capacidad de comprender y retener la información de una manera eficaz debido a que la memoria no es un valor cuantificable en el cerebro, sino que se trata del resultado de múltiples procesos neuronales que tienen como resultado la retención de la información.
Las técnicas de memorización no solo se centran en ayudarte a retener grandes cantidades de información o a memorizar conceptos complejos, sino que influyen en tu aprendizaje porque permiten al cerebro procesar la información de una forma ordenada y desglosada. Además que los procesos que influyen en la memoria se ven muy relacionados con los del aprendizaje, es por ello que memorizar algo sin entenderlo resulta sumamente complejo.
Cómo se destacó antes, la memoria no es un valor inalterable del cerebro que se alcanza mágicamente mediante un simple proceso, sino que se trata de una amalgama de procesos que permiten que se memorice la información. Con el fin de ayudar en dicho procedimiento múltiples psicólogos y educadores han diseñado una variedad de técnicas de memorización que pueden ser de ayuda, a continuación te hablamos sobre las más conocidas.
Consiste en tomar la letra inicial de cada palabra de un texto y realizar una nueva con o sin significado, de esa manera estarías asociando la inicial de cada una a una frase que quieres recordar; a través de él se puede adquirir la habilidad para memorizar en términos de agilidad. De esta forma es posible tener una idea global de todos las palabras que se desean recordar y tener un elemento que permita anclar dicho contenido.
Para memorizar algo a largo plazo se pueden vincular los datos a una frase de una historia o a una imagen que permita traer el recuerdo de manera rápida y efectiva por mucho tiempo. Dicho en otras palabras, consiste en relacionar un concepto o una historia con una imagen fácil de recordar, de forma similar a como funcionan los recuerdos sobre alguna experiencia, cuando observas una imagen o piensas en un detalle de la historia el resto de la misma se clarifica.
Un ejemplo de ello sería enlazar la receta de cómo preparar un pastel con la imagen de todos los ingredientes necesarios. De esta forma la imagen sirve cómo desencadenante para el resto de la información y a su vez aporta algo sobre el tema que se está estudiando.
Se trata de apoyarse en los recuerdos para aprender y se logra haciendo un esfuerzo consciente. Mientras estudias realiza una pausa, retira los materiales y repite lo que acabas de leer.
Para hacer uso de este tipo de técnicas de memorización es necesario contar con hábitos sanos de estudio que permitan asimilar correctamente la información. Para la técnica del recuerdo es necesario dotar de un elemento a cada concepto que se desea estudiar, por ejemplo si estás aprendiendo sobre los movimientos de los astros podrías colocar un crayón al lado de la hoja, de forma que luego puedas recordar el color y relacionarlo con el concepto estudiado.
Consiste en que, mientras se lee realizar autopreguntas y responderlas para uno mismo. Esta es una de las técnicas de memorización más completas, ya que no solo te facilita el recordar más sobre el tema e identificar las respuestas a diferentes incógnitas relacionadas, sino que a su vez facilita la comprensión del tema estudiado al aclarar todas las posibles dudas. Este tipo de técnicas se pueden acompañar de mapas mentales o reglas nemotécnicas para complementar la lectura activa y facilitar la memorización.
En este punto vale decir que no solo se deben aplicar determinados métodos o técnicas de memorización. También se hace necesario llevar a cabo una estrategia que te ayude a aprender lo que estás estudiando.
Lo primero que se debe tener en cuenta al momento de memorizar algo es la planificación, organizar qué es lo que se va a estudiar permite elegir cuál es la mejor técnica, pero esto no es una elección aislada, debe tomarse en cuenta cuál es la que se te hace más cómoda, ya que no todos responden de igual manera ante las distintas técnicas.
Cualquier autor que hable sobre técnicas de memorización, bien sea Eduardo Zeloni, Stefano Mancuso o Ramón Capayo, va a destacar las condiciones ambientales, pues es importante tomar en cuenta una luz adecuada, temperatura, ruido y mobiliario. Además es indispensable conocer cómo influye en nosotros el cansancio y la motivación como factores subjetivos que también juegan un rol fundamental para cumplir cualquier objetivo.
De modo que, el aprendizaje si bien es un proceso interno y personal debe proveerse de las circunstancias adecuadas para que el mismo sea exitoso. Debido a que si bien las técnicas de memorización son muy útiles no serán de mucha ayuda si no cuentas con la concentración propicia para ello.
Es preciso recordar la importancia de tomar en cuenta cuál técnica es más apropiada para cada tipo de estudiante, sean niños o grandes. Además de comprender que este proceso se da en fases, independientemente del uso de las técnicas de memorización, debido a que con un entendimiento más completo sobre el tema es más fácil determinar cómo llevar a cabo el estudio.
Las fases de la memorización en gran parte se dan de manera inconsciente, incluso algunas de ellas ocurren mientras duermes. La fase de memorización en cambio es consciente y se inicia una vez que se trata de recordar o dar especial atención a un tema para aprender sobre él.
Sin embargo, una parte crucial de este proceso es autoevaluar lo memorizado, lo que nos proponíamos aprender. Es necesario repasarlo mentalmente para saber si ha quedado fijo en nuestra memoria o no. De ser así pues se ha memorizado y en consecuencia se han logrado los objetivos, en caso contrario, no se ha logrado el objetivo y se debe retroceder sobre los pasos dados y empezar de nuevo.
En caso de ser requerido volver a estudiar se recomienda cambiar las técnicas de memorización utilizadas, ya que quizá las empleadas no fueron tan eficientes.
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