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Las emociones conscientes provienen de la retroalimentación del cuerpo humano. La conciencia nace gracias a la funcionalidad cerebral y experimentamos nuestra conciencia para ser alojados en el cerebro, de allí a que la retroalimentación de las sensaciones corporales conformen ciertos sentimientos subjetivos.
Según los estudios, los sentimientos "colorean vívidamente todos las emociones como simpáticas o desagradables", por lo cual es viable que a lo largo de la evolución, la conciencia haya surgido originalmente para informar a los organismos y a los otros sobre el mal y la paz de los tejidos.
Te has preguntado ¿A dónde se van los sentimientos una vez que surgen? ¿Qué partes corporales sienten las emociones simples y complejas?
La mayor parte de emociones primordiales: enojo, miedo, tristeza, sorpresa, además emociones más complicadas como tienen la posibilidad de ser: disgusto, ansiedad, vergüenza y envidia, se hallan en la cabeza y en la parte preeminente corporal, alrededor de los órganos vitales.
Podemos decir que las sensaciones corporales, la exclusión de la alegría, la tristeza y la vergüenza abarcan todo el cuerpo humano, las demás emociones están en la cabeza y en el tronco en su mayoría.
Ahora que ya sabes, que las emociones se perciben por sensaciones corporales, es fundamental que aprendas a expresarlas de manera sana. No olvides que regular tus emociones y pensamientos te ayudará a tener una vida más feliz y plena, los pensamientos positivos te ayudarán a ello.
Tendrás la posibilidad de aprender a colocar parámetros, mejorarás tu autoestima y ayudarás a tu cuerpo a estar equilibrado y sano.
El mapa del cuerpo de los sentimientos te puede contribuir a entender que los sentimientos permanecen ubicados en piezas concretas de tu cuerpo humano. Reconocer tus sensaciones corporales te posibilita conocerte mejor a ti mismo y además a tus sentimientos más profundos.
El cerebro controla nuestra parte emocional. Por más corazones que dibujemos una vez que estamos enamorados o que sintamos que nuestro corazón se puede romper por tristeza, éste no es el órgano que maneja nuestras propias emociones.
Es cierto que el cerebro y el corazón permanecen involucrados, pues el corazón palpita a ritmo distinto en funcionalidad de los sentimientos que nuestro cuerpo siente, sin embargo es el cerebro el que tiene el mando. Y no todo el cerebro, sino una sección bastante concreta: el sistema límbico.
El concepto ‘límbico’ ha sido acuñado en el año 1878 por el doctor y científico francés Paul Broca, para destinar un área compuesta por tres construcciones cuya funcionalidad está relacionada con el aprendizaje, la memoria y las respuestas emocionales.
Está localizado justo abajo de la corteza cerebral y se compone por el tálamo, el hipotálamo, la amígdala cerebral y el hipocampo, estos componentes se relacionan con las sensaciones corporales que generan algunas emociones.
Gracias a la amígdala cerebral, tenemos la posibilidad de huir de situaciones que ponen en peligro nuestra supervivencia; pero tiene una desventaja: es la que posibilita que nuestros propios miedos más profundos y nuestros traumas infantiles salgan a la luz muchas veces expresados con sensaciones corporales.
La amígdala cerebral nos ayuda a buscar la táctica elemental para solucionar una situación de estrés, temor o riesgo y nos da una perspectiva balanceada de lo que pasa en nuestro entorno.
Para nadie es un secreto que las emociones tienen representaciones somáticas, muchos poseen este conocimiento de forma empírica, se puede evidenciar en aquellos que comentan “cuando me pongo nervioso me duele el estomago”, no es más que un claro ejemplo del poder de las emociones.
El cuerpo envía mensajes claros, así no se entienda lo que se siente en determinado momento si se conocen las manifestaciones y las sensaciones corporales es posible que se comprenda mejor la raíz del problema que se presente.
El profesor de neurociencias Lauri Nummenmma de la Universidad de Altao de Finlandia, quien junto con otros compañeros realizaron ciertos estudios referentes a este tema. Tomaron un muestra de 703 personas en el que determina en qué parte del cuerpo se sienten determinadas emociones.
Presentaron una silueta de un cuerpo humano en blanco y cada participante debía colorear una zona del cuerpo que sintieran que se activará al leer el nombre de ciertas emociones. De acuerdo a los resultados se concluyó que más del 73% de los pacientes coinciden en las emociones y las zonas coloreadas.
Se determinó que las emociones que más se sienten son: amor y felicidad, aún no se comprenden los motivos pero los pensamientos positivos y emociones pueden generalizarse en todo el organismo.
Las emociones son determinantes en diferentes procesos que se generan en el sistema, el cuerpo se mantiene en una constante homeostasis que le permite estar sano, si algún factor no funciona correctamente es el punto en el que comienzan a aparecer las enfermedades o las dolencias.
Algunas de las emociones que generan sensaciones corporales son:
No todos perciben las emociones con la misma intensidad, esto se puede relacionar directamente con la percepción de cada quien tanto de forma física como mental. Por ello los pensamientos tienen una gran influencia sobre el estado de salud.
Algunos pueden reportar malestares pero no identifican la fuente, en la mayoría de los casos esto sucede porque las emociones son muy ligeras y el individuo no se encuentra familiarizado con ellas, por lo que no se comprenden las sensaciones corporales.
La mejor forma de solucionar este problema es prestar atención a la zona donde se sienten las emociones, algunas recomendaciones que se pueden emplear son:
A medida que estas actividades se vayan volviendo rutinarias, es posible que el individuo se haga consciente de sus emociones cuando estas comienzan. Una buena opción es ver tutoriales en YouTube que expliquen la forma correcta de conectarse con uno mismo.
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