Índice
Tradicionalmente, se ha recomendado usar hielo tras una lesión o traumatismo como el tratamiento adecuado. ¿Pero esto sigue siendo válido? En los últimos años, se ha cuestionado no solo la eficacia de esta práctica, sino también si podría ser contraproducente.
El uso del hielo como tratamiento para lesiones agudas se originó en los años 70. El Dr. Gabe Mirkin desarrolló el protocolo RICE (Reposo, Hielo, Compresión y Elevación), que se convirtió en una guía estándar.
Años después, este protocolo se mejoró a PRICE, añadiendo Protección. En 2012, el término evolucionó a POLICE, incluyendo Carga Óptima. Aunque estos cambios mejoraron el tratamiento de lesiones agudas, el uso del hielo seguía siendo esencial.
En 2019, surgió el protocolo PEACE&LOVE, donde ya no se incluye el hielo. La A (Avoid anti-inflammatories) elimina el uso de antiinflamatorios y, por tanto, de hielo.
¿Tiene sentido un protocolo sin hielo? ¿Es lógico no intentar reducir la inflamación? La respuesta es sí.
Para comprender por qué no se recomienda el hielo tras una lesión, debemos entender el proceso inflamatorio del cuerpo. La inflamación es la respuesta natural del sistema inmunológico para curar tejidos tras una lesión.
La inflamación es un proceso complejo con varias fases para promover la curación. Los macrófagos detectan el daño y activan la respuesta inflamatoria, liberando mediadores químicos que aumentan el flujo sanguíneo y atraen células inmunitarias al sitio de la lesión. Estos cambios permiten que proteínas y células inmunitarias como neutrófilos y monocitos salgan del torrente sanguíneo y reparen el tejido dañado.
Cuando el tejido empieza a sanar, otros mediadores promueven la reparación mediante la proliferación de células y la síntesis de nuevos componentes de la matriz extracelular.
El uso del hielo en la inflamación puede afectar negativamente la curación de la lesión. El hielo induce vasoconstricción, reduciendo el flujo sanguíneo y el aporte de nutrientes y células inmunitarias esenciales para la reparación. También disminuye la función de los glóbulos blancos y ralentiza la liberación de factores de crecimiento y la angiogénesis, lo que puede llevar a una cicatrización defectuosa del tejido.
La evidencia científica actual sugiere que el uso del hielo retarda la curación en lugar de mejorarla y puede incluso inhibirla. Además, puede afectar negativamente la función muscular y la reparación del tejido dañado. Por tanto, no se recomienda su uso para tratar lesiones musculares y articulares agudas, ya que puede prolongar el tiempo de curación y llevar a una recuperación defectuosa.
El Dr. Gabe Mirkin revisó su postura en 2015 y explicó que, aunque el hielo puede aliviar el dolor, también puede retrasar la curación.
En conclusión, aunque el hielo puede aliviar el dolor temporalmente, existen otras opciones más beneficiosas a largo plazo. No se aconseja su uso debido a los efectos negativos sobre la inflamación, que es esencial para la reparación de la lesión.
¿Hielo en el tobillo o en una copa? Mejor en una copa.
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.