Máster en Ecografía Músculo-Esquelética en Fisioterapia + Titulación Universitaria
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La ecografía es una técnica de diagnóstico por imagen rápida, segura, indolora y no invasiva para visualizar tejidos y órganos internos. Se basa en los ultrasonidos, ondas mecánicas con una frecuencia por encima de la capacidad de audición del oído humano, para crear imágenes bidimensionales o tridimensionales. Al no utilizar radiación ionizante como otras técnicas de imagen como la radiografía, es una opción segura para el paciente y el profesional. Además, permite obtener imágenes del interior del cuerpo sin cirugía.
El procedimiento es relativamente sencillo. Para realizar una ecografía, se utiliza un transductor, el cual es como una pequeña sonda manual que se coloca sobre la zona del paciente a examinar con un gel conductor que permite la transmisión de las ondas de alta frecuencia. Estas ondas se desplazan a través del organismo y rebotan en los tejidos, órganos y estructuras internas creando un eco. Dependiendo del tejido y la densidad de este, las ondas se reflejan de manera diferente. Estos ecos son captados nuevamente por el transductor y son procesados y convertidos en imágenes en tiempo real.
Las imágenes que se obtienen aparecen en una escala de grises que varían en función de la amplitud del eco que a su vez dependerá de la capacidad del tejido en reflejar el ultrasonido. De esta manera, aquellos ecos con mayor amplitud se visualizarán más brillantes, lo que se conoce como hiperecogénico, como ocurre con los huesos o el aire. Por otra parte, los ecos con menor amplitud se visualizan más oscuros, esto se conoce como anecoico, como ocurre en estructuras con líquido tales como vasos sanguíneos, vejiga o quistes. Y en término medio encontramos ecos con rangos variables de amplitudes medias que se visualizan en tonos grisáceos menos brillantes, fenómeno conocido como hipoecoico o hipoecogénico, como ocurre en los músculos o en órganos como el hígado.
A la hora de obtener las imágenes mediante ecografía debemos tener en cuenta una serie de factores que pueden modificar o alterar la visualización, no representan la verdadera estructura anatómica y pueden llegar a confundir o dificultar el diagnóstico. Estos son conocidos como artefactos y es esencial conocerlos e identificarlos para evitar interpretaciones erróneas, aunque en ocasiones pueden proporcionar información de utilidad. Son varios y vamos a ir detallando alguno de ellos.
La ecografía es una técnica de imagen bastante versátil, indicada para una amplia diversidad de diagnósticos y uso variable. Algunos ejemplos de su utilidad son:
Además de como diagnóstico, la ecografía se puede utilizar como método de seguimiento de la eficacia de tratamientos como es el caso de enfermedades crónicas. En el caso de cáncer, además de la efectividad del tratamiento, también se pueden detectar casos de recidivas o cambios en el tamaño de los tumores.
Por último, se utiliza como guía en al caso de procedimientos de biopsias, bloqueos anestésicos de nervios o técnicas invasivas en fisioterapia. De esta manera se puede encontrar el área y la zona y guiar al lugar correcto y exacto para mayor eficacia de la técnica a realizar.
Una vez realizada la ecografía y obtenida la imagen diagnóstica, podemos encontrar diversos resultados para interpretar.
Por un lado, es posible que los resultados sean normales. Los tejidos, órganos y estructuras se presenten de forma normal en cuanto a tamaño, forma y ubicación. En una ecografía con Doppler el flujo sanguíneo se presenta normal, sin obstrucciones y no hay problemas de circulación. En el caso obstétrico, el embarazo, la gestación y el desarrollo del feto es normal y adecuado.
Los resultados considerados anormales o patológicos que pueden aparecer es la presencia de masas anormales o tumores y alteraciones en tamaño o forma de los órganos. También obstrucciones en vasos sanguíneos o presencia de acumulaciones anormales de líquidos, alteraciones en la estructura del tejido muscular con falta de continuidad en las fibras y anomalías en el embarazo por problemas con el feto, defectos congénitos, retrasos en el crecimiento o problemas con la placenta.
La ecografía como técnica de diagnóstico ofrece una serie de ventajas como su seguridad, efectividad y accesibilidad. Su múltiple uso en diversas condiciones clínicas hace que sea importante su elección como primera opción en casos indicados, evitando irradiaciones innecesarias, gastos extras y padecimientos de los pacientes.
A pesar de las ventajas, también hay que considerar una serie de inconvenientes mayormente derivados de la experiencia y habilidades del profesional. Por ello es esencial contar con una formación adecuada, correcta y continua del uso y diagnóstico en ecografía, como se puede encontrar en el máster de ecografía en fisioterapia.
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