Explorando el potencial terapéutico de las plantas medicinales

Las plantas medicinales han sido claves para tratar una amplia variedad de dolencias y promover el bienestar humano. La aplicación de las plantas medicinales se extiende por culturas y continentes, comprendiendo una parte integral de los sistemas tradicionales de medicina. Estas plantas medicinales poseen compuestos bioactivos beneficiosos para el cuerpo humano al tener efectos terapéuticos.

Gracias a las plantas medicinales, se puede aliviar el dolor hasta fortalecer el sistema inmunológico. Por tanto, ofrecen beneficios para la salud como la popularidad del aloe vera para las quemaduras o la eficacia del ginseng para aumentar la vitalidad y la energía. A lo largo de este post, conoceremos la aplicación de plantas medicinales y su importancia...

¿A qué nos referimos con plantas medicinales?

Las plantas o hierbas medicinales son aquellas con cualidades curativas. Gracias a las investigaciones científicas, se ha permitido demostrar las propiedades y beneficios relacionadas con estas especies vegetales y sus componentes. Estas propiedades medicinales que tienen las plantas medicinales poseen sustancias químicas llamadas principios activos.

Por tanto, la aplicación de plantas medicinales se usa como medicamento para aquellas personas que quieren ayudar a prevenir o curar una enfermedad. Se usan para aliviar síntomas, incrementar la energía o relajarse. Sin embargo, es necesario resaltar que estos remedios herbales o plantas medicinales no son regulados ni probados como existe con los medicamentos.

¿Cuál es la finalidad de las plantas medicinales?

Anteriormente, a los avances científicos, la aplicación de plantas medicinales han sido uno de los remedios curativos más activos contra afecciones en los humanos y animales. Actualmente, el uso de las hierbas medicinales se emplea en la producción de complementos alimenticios que favorecen el bienestar, previenen enfermedades y alivia los síntomas de distintos problemas de salud.

Lo más común, es utilizar la aplicación de plantas medicinales para prevenir y atenuar tipos de problemas de salud con dolores, aumentar la energía, combatir el insomnio, adelgazar o relajarse. Además, no solo las plantas medicinales son seguras sino que el uso de sus extractos resultan más accesibles. Para que su efecto sea óptimo y cumpla con la cura o prevención de futuros problemas, es necesario utilizar las plantas medicinales frescas o desecadas. 

Pequeña lista de plantas medicinales

Existen muchísimas plantas medicinales y sería imposible enumerarlas todas en un solo post. Por ello, te adelantamos algunas de las más efectivas y seguras:

• Espirulina: se refiere a una alga diminuta con una gran concentración de nutrientes ideales para integrar en la dieta.
• Ajo: su popularidad se debe a su aroma y olor, aparte de sus propiedades medicinales. Actúa como antibiótico natural y antioxidante, entre otras propiedades.
• Cúrcuma: nos proporciona bienestar y ayuda a aliviar algunos transtornos comunes. Funciona de antiinflamatoria o antidepresiva, entre otras cosas.
• Garcinia cambogia: planta originaria de la India. Es saciante, acelera el metabolismo y es antiinflamatoria.

Formas de aplicación de plantas medicinales

Desde tiempos inmemoriales, el humano ha utilizado plantas medicinales con fines terapéuticos. Gracias a la investigación científica, se conocen las propiedades, efectos y beneficios de las plantas medicinales, y cuáles son las formas óptimas de su preparación y de empleo. Los extractos, las infusiones y tinturas son algunas de las formas de aplicación de plantas medicinales. La finalidad es aprovechar las propiedades curativas de especies vegetales para tratar afecciones.

Diferentes formas de extracción, preparación y aplicación de las plantas medicinales

A continuación, veamos las características más destacables de algunas de las formas de aplicación de plantas medicinales de uso interno o externo:

1. Tisanas: se trata de la aplicación de plantas medicinales más simple y a la vez popular de prepararlas. Consiste en la acción del agua sobre las hierbas medicinales. Se aplica uno de estos procesos: infusión, maceración o decocción. Al utilizar uno de estos, se obtiene una solución acuosa que se tiene que consumir rápidamente. Su vía principal es la oral aunque también tiene uso por vía tópica.
2. Zumos: es una aplicación de plantas medicinales qeu se obtiene de plantas frescas o de partes de ellas. Se preparan con la planta fresca recién recolectada, triturándola o prensándola, y más tarde, filtrando el líquido resultante.
3. Aceites esenciales: son productos de olor intenso y productos volátiles, que se extraen de plantas aromáticas por medio de diversos procedimientos. Se conserva en vidrio, cerrados, en lugar fresco y protegido de la luz.
4. Colirios: son formas farmacéuticas aplicadas por instilación sobre los ojos. Son soluciones oftálmicas o suspensiones oftálmicas, dependiendo de su composición. 
5. Infusión: se vierten las hierbas medicinales en agua caliente hasta llegar a su ebullición, tapando y dejándolo en maceración durante unos 3-5 minutos. Al colarlo, la solución se consume en el momento. Se trata de una aplicación de plantas medicinales idónea para obtener tisanas de las partes delicadas de las plantas como la hoja, la flor, las suminades y los tallos tiernos.
6. Jarabes, melitos o pociones: se usa el jarabe simple con un 64% de sacarosa, al que se añaden tinturas, extractos fluidos o extractos blandos. Los jarabes se administran de manera fácil y agradable y su ventaja es el sabor dulce que enmascara el mal sabor de las plantas medicinales con los que se hacen. Por tanto, es muy óptimo para los niños. 
7. Comprimidos: es la aplicación de plantas medicinales en forma farmacéutica sólida, generalmente por vía oral, que se obtiene por medio de compresión. Se elabora a nivel industrial, y para su preparación es necesario usar aglutinantes, disgregantes, colorantes, aromatizantes y lubricantes, entre otros.
8. Pomadas: otra forma de aplicación de plantas medicinales que están constituidas por emulsiones de fase externa oleosa o soluciones lipófilas, empleadas directamente sobre la piel.

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