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En cualquier entorno creativo el moodboard se convierte en una herramienta fundamental para dotar de identidad visual a cualquier empresa que consiga diferenciarla de la competencia.
Seguramente, una de las misiones más complejas e importantes en el área de branding. Y es que, la diferencia entre una marca consolidada y una amateur puede ser probablemente su identidad visual única.
Por todo ello, crear un moodboard requiere de paciencia de no perder de vista la estrategia de marca. Este moodboard también conocido en español como muro o tablero de inspiración podrá ser necesario a lo largo de diferentes fases de cualquier proyecto creativo, de manera que, es fundamental comprender perfectamente su utilidad y su funcionamiento.
¿Pensando en lanzar un producto o servicio digital? Además de crear una identidad de marca única, deberás de aprender más sobre otras áreas como el design thinking, el prototipado, el diseño web, o la programación back-end o front-end entre otras.
Un proyecto tan complejo como el lanzamiento de productos o servicios digitales necesita de un perfil multidisciplinar que permita obtener el éxito en un mercado cada vez más competitivo.
Para conseguirlo, en Euroinnova queremos suplir tus carencias formativas con un master que te dote de las competencias profesionales necesarias para lanzarte a la aventura del emprendimiento con garantías. En este sentido te recomendamos que te matricules en el master en modelado digital de producto para que nadie frene tus sueños profesionales.
Aquellas personas que están pensando en embarcarse en un proyecto, necesitan de hacer un moodboard para aclarar y filtrar ideas y lograr la máxima inspiración y creatividad posible. Y es que, el moodboard permite de una forma visual ya sea en formato físico o digital definir la estrategia a seguir con la identidad de una marca o para sintetizar las ideas.
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No existe una única forma de crear un moodboard o una serie de tipos de moodboard. Siendo esto así, es necesario concienciarte de que a lo largo de un proyecto pueden ir sucediéndose diferentes para dar concreción a lo que se desea transmitir con una marca.
Es decir, se logra definir un estilo, de conseguir un concepto a través de una imagen. Por lo tanto, es fundamental que se produzca a la hora de realizar un moodboard, una asociación de varias ideas que provoque que se vaya de una idea a otra o a un nuevo concepto. Es decir, se trata de jugar con ideas, estilos, colores o temas para que derive en una conclusión distinta y así, caminar hacia un concepto nuevo.
En el moodboard se coloca a modo de collage diferentes elementos visuales, ideas o conceptos, de forma que se obtiene un tablero que traduce el look and feel que desea transmitir una marca. Entre los elementos visuales más habituales se encuentran:
No obstante, estos no son los únicos, sino que pueden incluirse todo aquel elemento susceptible de se reproducido en una imagen, y siempre y cuando pueda ser motivo de inspiración o esté alineado con los valores de la marca.
La elaboración de un moodboard, puede ser compleja para aquellas personas que habitualmente no llevan a cabo proyectos creativos. Por ello, te vamos a enseñar como hacer un moodboard paso a paso:
Ya sea en formato físico o digital, para la elaboración de un moodboard es necesario tener claro cuales son las palabras clave que sirven de transmisores de los valores de la marca o que definen en qué consiste tu proyecto. Se recomiendo no pecar ni por exceso ni por defecto, sino que, se recomiendo ir al núcleo del proyecto, a lo esencial siendo el máximo recomendable de 5 palabras.
Del mismo modo, define un título para el moodboard, en el que no se repitan las palabras clave antes mencionadas, y trata de evitar la repetición de la idea.
Basándote en las emociones que transmiten, recopila imágenes, objetos o materiales que logren despertar bienestar en ti, por su textura o color. Ayudándote de estos elementos, lograrás transmitir la identidad de la marca. Puedes valerte de los espacios, la orientación de las palabras u otros aspectos. En esta fase, tan solo se deben recopilar imágenes, dejando el filtrado para más adelante.
Los elementos que se han recopilado o los materiales utilizados deberán estar expuestos en algún soporte. En algunos casos se hace uso de corcho, cartón, la pared o incluso una base colgada de un hilo. Si en cambio haces uso de un soporte digital, estos elementos se podrán plasmar a través de herramientas como Pinterest, Niice, Adobe Spark, o Dropmark, entre otros.
Es en esta frase en la que se deberán de filtrar aquello que inspira, gusta o expresa mejor el concepto que se desea transmitir. A lo largo de un proceso extenso, se podrán ir añadiendo o eliminando elementos hasta lograrlo. Una vez hecha la selección se deberán de fijar en el moodboard, haciendo uso de los diferentes elementos, su colocación simétrica o asimétrica o teniendo en cuenta algunos ejemplos de proyectos similares.
Tanto si has optado por un formato físico como digital, podrás sacar una foto al moodboard para tenerlo en cuenta a la hora de la toma de decisiones relacionadas con el proyecto. De esta forma, servirá de referencia y evitará decisiones que no aportan al desarrollo del proyecto y se podrá optimizar el tiempo y los recursos para llevarlo a cabo.
Interesante ¿Verdad? Pues ahora que ya sabes qué es un moodboard, estás un paso más cerca de dotar de identidad a una marca. ¿Quieres dar un paso más? Te recomendamos que te matricules en alguno de nuestros cursos de branding, y te conviertas en un profesional altamente cualificado.
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Sara Ávila Ramírez
COPYWRITER
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