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Lo que es un bien y que es un servicio en la economía, lo definimos como el resultado de las actividades económicas y de los esfuerzos humanos para satisfacer las necesidades y deseos de las personas. ¿Quieres aprender en profundidad sobre estos temas? Entonces, te invitamos a continuar con nosotros.
La principal diferencia entre bienes y servicios radica en que el bien es tangible, ya sea un objeto o una mercancía, mientras que los servicios son intangibles y se definen como una actividad proporcionada por un prestador de servicios. Claro, esto apenas recae en los conceptos básicos sobre dichos temas.
Basados en esto, ¿a quién no le gustaría satisfacer sus necesidades a través de objetos, mercancías y actividades? Esto lo podemos lograr como resultado de un proceso productivo realizado por agentes económicos. ¡Estupendo! ¿no? Bueno, acompáñanos a hablar sobre lo que es un bien y que es un servicio a lo largo de este artículo.
Hay que destacar que conociendo las peculiaridades de ambos podemos entender mejor lo que es un bien y que es un servicio, así que con esto en mente, procedamos:
A continuación, se exponen diversas diferencias de lo que es un bien y que es un servicio
La diferencia entre un producto tangible y un servicio intangible es en el momento de la venta. Mientras que el producto ya estaba ahí, el servicio solo se percibe tras haberlo recibido.
Se trata de otra diferencia también muy fácil de entender entre lo que es un producto y un servicio. Los productos son almacenables, al menos por un período de tiempo, en cambio, los servicios, simplemente, no se pueden guardar, porque son acciones.
En cuanto a los servicios, es importante asegurarse que su oferta se realiza hacia un mercado interesado en él, y también se debe tener en cuenta cuales son los momentos más adecuados para ofrecerlo. Aunque se trata de algo que no se va a caducar, debe tenerse en cuenta que si se ofrece en días en los que no hay clientes se está ofreciendo algo que la gente no demanda.
Los servicios no son algo perceptible físicamente, dado que surgen en el momento en el que alguien quiere recibirlo. Básicamente, hay servicio cuando hay clientes.
Otro aspecto a tener en cuenta de los servicios es que son altamente personalizables, a diferencia de los productos.
Por ejemplo, no es lo mismo ir a comprar un traje, un producto, que ir a que te hagan un servicio. En el primer caso, pese a que pueden haber varias tallas y tipos de traje, es un producto que ya viene hecho de fábrica. En cambio, el ir a que te lo hagan implica que te tomen medidas y que tengan en cuenta cómo lo quieres exactamente.
Otra diferencia existente entre lo que es un producto y un servicio, es que los productos son elaborados con una función básica, que es la de satisfacer la necesidad para la que fueron hechos. Si se compra un lavavajillas y éste limpia bien, entonces se trata de un buen producto.
Esto no sucede de una forma tan clara con los servicios. Cuando se recibe un servicio, los criterios para considerarlo como bueno son totalmente subjetivos. Dependen de cada persona que lo recibe.
Los productos suelen ser el resultado de una cadena de producción en masa. Se diseña el objeto, se crean los moldes y se hacen varios miles a la semana. Todos ellos prácticamente iguales. Los productos, en la fabricación en masa, siguen unos estándares muy concretos. Por ese motivo, si al comprarse un producto, este es defectuoso, se podrá devolver o arreglar.
En cambio, la calidad y características de un servicio dependerá de muchos factores. Varias personas pueden ofrecer el mismo servicio y, sin embargo, llevarlo a cabo de formas muy distintas.
Cuando un servicio es producido, tienen que haber mínimo dos personas: el cliente y el proveedor. Es por ello que, para garantizar que el cliente adquiere el servicio que se está ofertando, el proveedor debe cuidar mucho la relación comercial.
En relación con el punto anterior, es importante que la empresa garantice que se cumplen unos estándares de calidad a la hora de ofrecer el servicio. Aspectos como la imagen del empleado y su capacidad de comunicación, adquieren mucha importancia cuando lo que se ofrece es algo intangible como lo es un servicio.
Ya para finalizar, con estas diferencias y aclaraciones sobre lo que es un producto y un servicio, podemos tener claro qué hacer a la hora de su utilización o si es con fines de promoción de una marca empelar las estrategias de marketing adecuadas.
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