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En el mundo del marketing y la publicidad es importante tomar en cuenta al público al que están dirigidos los anuncios o promociones. El target es una herramienta útil para cualquier ámbito; generalmente es muy popular en la industria de la televisión, pero también tiene cabida en otras industrias.
En España los canales pioneros en este término son Telecinco y Antena3, mientras que algunos de sus programas televisivos son los de mayor audiencia durante cada corte comercial, como Pasapalabra o Tu cara me suena. También el canal cuatro, Atresmedia y páginas como Bluper representan una audiencia robusta en este ámbito.
Si tienes en mente alguna estrategia para hacer llegar tu marca o producto, te interesará saber más al respecto. Y si quieres tener mayor ventaja y un conocimiento más profundo acerca de qué es el target comercial, te daremos la información pertinente.
Target en marketing hace referencia al público al que las marcas, empresas o negocios se dirigen. Es un público definido de consumidores en función de características que les hacen ser el objetivo de una determinada marca, empresa, producto o servicio.
Este término está relacionado directamente con la segmentación. De hecho, el targeting de clientes es un concepto que se puede usar como sinónimo de segmentación, público objetivo o nicho de mercado.
De esta manera es un posible potencial consumidor, y sus características permiten determinar las condiciones de la campaña. Por tanto, conocer al consumidor nos ayudará a perfeccionar estrategias, clasificar productos y establecer límites o considerar actualizaciones en la oferta, que establezcan un índice importante acerca del alcance y efectividad de la campaña.
Es importante aclarar que el target también es indispensable para los artistas que intentan aproximarse a un público determinado. Personalidades como Shakira o Taylor Swift, e incluso youtubers, necesitan estrategias de marketing que tomen en cuenta el perfil del consumidor.
Para definir el target, primero deberemos conocer nuestro producto o servicio, marca o empresa bien, para saber qué características necesitamos conocer de nuestros clientes potenciales. Podemos, por tanto, igual que en una segmentación, definir el target en función de sus datos demográficos (sexo, edad, etc.), socioculturales (estudios, profesión, etc.), su ubicación (en este caso la diferenciamos de los datos demográficos, pues al estar en un entorno global, deberemos definir qué enfoque dar: internacional, local, etc.), uso del sector digital, necesidades y preferencias, etc.
Aquí mencionaremos los aspectos más destacados:
Es el aspecto básico más importante y es necesario establecer un rango de edad. Aunque este puede ser más o menos amplio, los gustos y las tendencias varían de acuerdo a la edad, por lo cual la campaña debe estar en sintonía con esas tendencias.
Es posible que el producto esté dirigido tanto a hombres como a mujeres. No obstante, hay casos en los que es obligatorio establecer estas diferencias y un ejemplo de esto es el caso de las industrias de ropa.
Otro elemento clave es la posición socioeconómica del público, ya que ayudará a determinar si tiene sentido ofrecer un producto con determinadas características a un público que quizás podría comprarlo y aquí entra en juego la accesibilidad o posibilidad económica del consumidor.
Podría no parecer importante, pero no hay que olvidar que las tendencias también están sujetas a los perfiles socioculturales. Hay gustos que están intrínsecamente relacionados con la profesión u oficio, como en las industrias de tecnología, editoriales y ropa suelen interesarse en este aspecto. También la religión y los idiomas juegan un papel importante.
Una vez que sabemos a qué nos referimos al hablar de target, hemos de establecer una diferencia entre target y buyer-persona. El buyer-persona es un cliente típico, ficticio, con las características perfectas deseables de nuestro cliente. O sea, la representación perfecta de nuestro cliente real. Mientras que el target se refiere a una colectividad, el buyer-persona se refiere al objetivo; el target se define antes de la experiencia, y el buyer-persona después; y el target, al referirse a una colectividad, supone mayor cantidad de interacciones, mientras que el buyer-persona se orienta a un usuario específico.
En este punto, podemos decir que el target será una parte de la sociedad a la que nos enfocamos, mientras que el buyer-persona representa a un cliente ideal pero de forma más personalizada, incluyendo por ejemplo sus aspiraciones personales. Precisamente por ser tan específico, es por lo que puede haber varios (sin exagerar, ya que podrían dificultar las estrategias de marketing). Así, la estrategia que se crea para ambos es distinta, ya que una es MUY específica y la otra hace referencia a un público objetivo extenso.
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