Índice
Surgió en la primera mitad del siglo XVI, después de la creación del violín y su arquetipo se ha modificado con el paso de los años, aunque fue Antonio Stradivari quién diseñó su tamaño actual. El violonchelo, también llamado Cello o Chelo; un instrumento venerado por su profundidad tonal y su capacidad expresiva y que se distingue por su compleja estructura y diseño meticuloso. Durante la era del barroco, el violonchelo experimentó un aumento significativo en su popularidad como instrumento musical, especialmente al combinarse con otros instrumentos de bajo de cuerda.
De manera gradual, el violonchelo comenzó a ocupar un lugar más destacado y a reemplazar progresivamente al tenor de la viola da gamba, tanto en roles solistas como en acompañamiento continuo. A medida que avanzaba el siglo XVIII, el violonchelo se consolidaba cada vez más en las orquestas, logrando una posición estable y un impacto musical en constante crecimiento para la importancia de la música.
El violonchelo comparte una fisonomía muy similar a la de sus instrumentos compañeros en la familia musical, como el violín, la viola y el contrabajo. No obstante, debido a ciertas peculiaridades inherentes a su técnica de interpretación, presenta algunas diferencias en su diseño o características. Al desentrañar la anatomía de este instrumento, nos sumergiremos en un mundo de ingeniería musical que ha perdurado a lo largo de los siglos. En este blog, descubriremos con detalles las partes fundamentales del violonchelo, desde su caja de resonancia hasta sus accesorios esenciales.
La parte más prominente y visualmente impresionante del chelo es su caja de resonancia. Esta se compone de dos partes principales: la tapa armónica, generalmente hecha de abeto, y el fondo, que puede estar fabricado con madera de arce. El cuerpo es crucial para proyectar el sonido del instrumento y amplificar su tono característico. Además, esta parte cuenta con las efes, incisiones a ambos lados de las cuerdas por las que sale el sonido amplificado. Las cuatro cuerdas del violonchelo atraviesan el puente de madera, donde se elevan, y alcanzan la parte inferior donde están sujetas por el cordal. Este componente además de sostener las cuerdas incluye mecanismos de afinación más exactos que los ubicados en la parte superior del instrumento.
La sección superior del violonchelo, coronada con una voluta ornamentada, se conecta mediante un largo brazo conocido como mástil, sobre el cual se encuentran colocadas las cuerdas. En este mástil, una delgada banda de madera oscura, que se extiende desde la cabeza del instrumento hasta la caja de resonancia, denominada diapasón y elaborada con ébano, se sitúa sobre el cuerpo de madera sólida, proporcionando un lugar para que la mano izquierda del músico pueda colorar sus dedos para producir diferentes notas. Aunque las cuerdas se extienden sobre el cuerpo del chelo, la parte superior del mástil es esencial, ya que alberga el clavijero. Aquí las cuerdas están enrolladas alrededor de las clavijas, que son mecanismos diseñados para afinar.
Por su parte, el puente es una pieza de madera tallada en forma de arco, que se sitúa debajo del diapasón y es esencial para transmitir las vibraciones de las cuerdas a la caja de resonancia. Además, sostiene las cuerdas a una altura adecuada sobre el diapasón, permitiendo al músico tocar con precisión.
Las cuerdas del violonchelo son fundamentales para su sonido distintivo. Por lo general, están hechas de acero o nailon entorchado con metal, y se ajustan para producir diferentes notas mediante el giro de los afinadores ubicados en la parte superior del instrumento. Tradicionalmente, el chelo tiene cuatro cuerdas afinadas en quintas: Do - Sol - Re - La. Estas cuerdas cuando se tocan en conjunto crean la armoniosa y resonante calidad del sonido asociada con el instrumento.
El clavijero es la sección ubicada en la parte superior del mástil del violonchelo, que alberga los afinadores. Estos permiten a los músicos ajustar la tensión de las cuerdas para lograr la afinación correcta. Los afinadores son mecanismos que permiten girar las clavijas, aumentando o disminuyendo la tensión de las cuerdas según sea necesario para alcanzar la afinación deseada.
El cordal es una pieza de madera o metal situada en la parte inferior de la caja de resonancia o cuerpo. Este sujeta el extremo de las cuerdas que no está anclado en el puente, proporcionando la estabilidad y permitiendo que las cuerdas vibren libremente para producir sonido.
El violonchelo, con su intrincada estructura y sus partes cuidadosamente diseñadas, es un testimonio de la maestría artesanal y la ingeniería musical. Desde la resonancia profunda de su caja hasta la precisión de sus cuerdas y afinadores, cada componente trabaja en armonía para crear un instrumento que ha cautivado a oyentes y músicos durante siglos y que han llegado a ser violonchelistas famosos. Al comprender la anatomía del violonchelo, se aprecia mejor la belleza y la complejidad de este instrumento musical tan icónico.
¿Te interesa el maravilloso mundo de la música? ¡No te pierdas nuestro blog sobre la música como medio de comunicación!
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.