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Hoy en día, hay varias pruebas sencillas que pueden detectar precozmente el cáncer. Entre ellas, la citología o prueba de Papanicolaou. A continuación te contamos qué es y para qué sirve una citología, así como veremos qué se necesita para formarse en éste ámbito. En Euroinnova podrás encontrar una amplia oferta de cursos y másteres de modalidad 100% online, con los que podrás especializarte en citología de la manera más cómoda y rápida posible ¿Quieres saber más? ¡Sigue leyendo!
La citología o prueba de Papanicolau es una técnica sencilla, barata, poco invasiva y que permite analizar las células del cuello del útero ¿Quieres descubrir para qué sirve una citología? En Euroinnova te contamos para qué sirve una citología y los tipos de citología que existen. Además, podrás echar un vistazo a la mejor formación online en este sector, con la que podrás especializarte de manera cómoda y rápida.
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Una citología es una prueba que sirve para diagnosticar las lesiones precursoras o el propio cáncer de cuello uterino (CCU). También detecta posibles infecciones causadas por bacterias, hongos o virus, como el virus del papiloma humano (VPH).
De forma común, la citología no duele. Es una técnica muy sencilla, que dura 5 minutos y que, normalmente, forma parte de la revisión ginecológica.
Para llevar a cabo la citología, la paciente adopta la llamada posición ginecológica o litotomía. De esta manera, el ginecólogo obtiene una muestra de las células del interior y exterior del cuello del útero, y del fondo de la vagina.
La muestra se lleva al laboratorio para analizar y poder elaborar un diagnóstico. Si se detectan anomalías en las células en fases tempranas, permite realizar un tratamiento precoz. Por ejemplo, la citología ginecológica ha conseguido reducir alrededor de un 70-80% la incidencia y mortalidad de cáncer de cuello uterino.
¿Cada cuanto tiempo se debe hacer una citología? La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) aconseja que todas las mujeres se realicen una citología a partir de los 25 años de edad. Además, para un seguimiento adecuado, debe repetirse cada 3 años si se tiene entre 25 y 30 años. Y cada 5 años desde los 30 hasta los 65.
A partir de esta edad, no será necesaria siempre que los resultados anteriores hayan sido adecuados y negativos. También han de hacerse un test del VPH junto a la citología desde los 30 años en adelante.
Según el tipo de estudios que se realicen en una citología se divide en:
Esta disciplina se dedica al estudio de la anatomía, la función y la bioquímica celular en su estado normal. Su interacción con el ambiente y su ciclo vital también son aspectos de interés para ella. Fue con la invención del microscopio óptico cuando se empezó a observar estructuras nunca antes vistas por el ser humano, las células. Una disciplina afín es la biología molecular.
Estudia la enfermedad celular y los cambios celulares que orientan el diagnóstico de las enfermedades. Por tanto, es una rama de la patología, pero a nivel celular.
Es posible, también, referirnos a los métodos de recogida de células para el análisis citopatológico, que es lo que la mayoría de mujeres entendemos por esta palabra. Esta prueba puede ser de dos tipos: citología exfoliativa y citología interventiva.
Según el órgano y el tejido del cuerpo de donde se tome la muestra para su estudio citológico, se habla de citología: ginecológica, respiratoria, gastrointestinal, del tracto urinario, del riñón, del hígado, del ojo, de mama, de tejido blando, hueso, piel... y un largo etcétera.
Como hemos mencionado, se utiliza como detección precoz para el diagnóstico del cáncer de cuello de útero en fases incipientes. Se trata de la forma más efectiva de detectar el Virus del Papiloma Humano (VPH), principal causante del cáncer de cuello uterino. Aunque, cabe mencionar que, en sí misma, no es una prueba diagnóstica.
En caso de que los resultados sean positivos o se observen células anormales, se debe realizar una biopsia para confirmar la existencia o no de un cáncer de cuello de útero.
Además, también hay que resaltar que esta prueba es específica para el cáncer de cuello de útero, y no puede diagnosticar otros cánceres ginecológicos. También puede ser de utilidad para diagnosticar la existencia de infecciones vaginales.
Según indican las recomendaciones de la SEGO. se debe aplicar un cribado a todas las mujeres que han iniciado su actividad sexual y tienen entre 25 y 65 años. En los protocolos de cribado puede realizarse la citología, junto a un test de detección de VPH. Ampliando estas indicaciones:
El proceso que debe seguir una persona interesada en ser citólogo, comienza por una formación de calidad, como el Técnico Superior en Anatomía Patológica y Citología ¿Y qué necesito para acceder a esta formación?
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