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¿Eres una persona olvidadiza? ¿Te gustaría aumentar tus habilidades de memorización?
Pues, en este artículo desarrollamos los puntos centrales, y pasos para la elaboración, de un método mnemotécnico con buenos resultados: El palacio mental o palacio de la memoria.
En la actualidad, la implementación de las nuevas tecnologías, y sobre todo los dispositivos de almacenamiento, van relegando nuestras facultades para rememorar acontecimientos, sobre todo en los adultos mayores. Asimismo, asumimos cada vez más que un soporte analógico nos dé cuenta de elementos, datos y fechas importantes.
Sin embargo, desarrollar una buena memoria nos proporciona una habilidad extraordinaria para el aprendizaje, de esta manera retener contenidos teóricos clave, fuentes bibliográficas y fórmulas matemáticas no solo profundiza el conocimiento, sino que es un recurso útil en la educación.
El palacio mental, o mejor conocido como método loci memoria, es un recurso para incrementar la capacidad de retención; consistente en la generación mental de un escenario con diferentes habitaciones y compartimientos donde, en cada una de ellos, se acogerá una imagen para facilitar el recuerdo.
El palacio mental es una técnica de memorización que goza de reconocimiento y aceptación, desde su propuesta inicial en la antigua Grecia, donde su uso era requerido para recordar información esencial.
Su potencia radica en su elaboración, que es un conjunto de relaciones o asociaciones. Utilizar un espacio conocido, nuestra habitación o casa, permite que se asocie a nuestra memoria emocional las habitaciones del espacio mental. Al mismo tiempo, la creación de imágenes debe contener la información pertinente a recordar, de este modo, asociamos las imágenes a cada departamento del espacio.
Mientras más creativa, impactante o absurda la imagen, más creará una huella mnémica, es decir, mejor será recordada. Por lo tanto, el palacio mental utiliza dos conceptos clave en la codificación del material mnémico; en primer lugar, las emociones de un sitio conocido, y la memoria visual. Este recurso nos permite almacenar cualquier tipo de información, y es utilizado para recordar exposiciones, conferencias, palabras claves y discursos.
Aunque parece un método moderno, la verdad es que este sistema es uno de los más viejos que conocen, pues su origen va desde el siglo VI y V a.C. la persona que la dio a conocer fue el antiguo escritor, jurista y filosofo Cicerón del Imperio Romano.
En estos tiempos, Ciceron aprendió el sistema del palacio mental por otro autor denominado Simonides de Ceos, un poeta de la Grecia Clásica. Quien desarrolló este método de forma imprevista, ya que se encontraba en la casa de un hombre pudiente para que escribiera un poema en su honor.
No obstante cuando terminó, Scopas alegó que no era de su gusto pues nombraba a otras personalidades, por eso decidió pagarle solo la mitad. Luego, al abandonar el lugar hubo un temblor de tal magnitud que redujo las casas de la zona en escombros.
Tratando de averiguar quienes habían fallecido, el escritor griego gracias al palacio de la memoria se armó de valor, ¿cómo sucedió? Simonides almacenó los recuerdos, y fue capaz de identificar los cuerpos encontrados pues recordaba la posición exacta de los presentes en la casa. Ya que usando el palacio mental, solo hizo un recorrido en su memoria por medio del lugar donde estaba antes y ubicarlos a todos.
Aunque al principio pueda resultar complicado, conforme se practique se llegará a un dominio completo de la técnica. Para comenzar, mostramos los pasos esenciales en su elaboración.
El primer paso para la elaboración de nuestro palacio de la memoria, es la elección del lugar. Para ello, es necesario visualizar el espacio mentalmente, lo más recomendable es que sea un sitio conocido, como nuestra casa, aunque puede ser también imaginario.
Lo principal es representarnos sus compartimientos y habitaciones, incluso un recorrido por su estancia, para familiarizarnos del todo.
La ruta de memoria es el paseo por las estancias de nuestro espacio mental. Antes de asociar la información a codificar, es preciso recorrerlo hasta establecer un trayecto habitual y automatizarlo.
Una vez recorrido y conocido nuestro palacio de la memoria, detallando las características y elementos de su interior, pasamos a la creación de símbolos e imágenes. Estas imágenes deben contener los conceptos o palabras que necesitamos recordar.
Aunque muchas personan se decantan por una representación lo más verídica y realista del objeto, en realidad, las imágenes más alocadas, creativas e impactantes, son las que mejor se recuerdan.
Con nuestro repertorio de imágenes diseñadas, luego depositamos cada una en los diferentes departamentos o habitaciones de la estancia mental. Una recomendación es agrupar poca información al comienzo, y utilizar una temática. Es decir, para recordar la lista de compras, imaginamos una cesta repleta, y la guardamos en la cocina de nuestro palacio de la memoria.
Ya descubrimos como fue el origen del palacio mental, también conocido como el método loci. Ahora, veremos los elementos sobre su eficacia como una regla mnemotécnica, siguiendo este sistema:
Un estudio realizado en el 2021, los equipos de investigadores dirigidos por Wagner, podrían experimentar un grupo de personas frente a los individuos el uso de reglas. En su primera fase, los autores centraron en el grupo a atletas mentales estudiando los métodos de las reglas mnemotécnicas.
Sin embargo, respecto a los individuos que tienen unas capacidades de memorización media, se establecen dos grupos. El primero se aplicó el entrenamiento de seis semanas en los diversos métodos para facilitar los recuerdos de las imágenes y el otro no recibió entrenamiento.
Los intereses de sus estudios recayeron en las aplicaciones de las resonancias magnéticas al observar los sucesos del cerebro de estas personas cuando se recuperaban sus recuerdos. Pues, la activación de las cortezas pre frontal lateral va disminuyendo a lo largo de los procesos realizados para esta técnica.
Por otra parte, se observó la actividad en las zonas del hipocampo el neocortex a lo largo de las fases de consolidación por los recuerdos. Sin embargo, estos estudios se alargaron a 4 meses para revisar los resultados a largo plazo, pues la investigación accede a conocer los procesos cerebrales del método.
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