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La educación infantil debe evolucionar conforme o hace la sociedad, y es por ello por lo que es tan importante, ya que conforma las bases de las personas que la forman. En la infancia se asientan muchos de los aspectos que nos definirán como adultos, como: principios básicos, rasgos esenciales de la personalidad e incluso cierta visión del mundo que nos rodea. En los tres primeros años de vida, los niños solo se mueven en el entorno familiar, pero, cuando comienzan su educación, reciben mucha más información y estímulos de otras fuentes que pueden ser incluso másinfluyentes que la propia familia, sobre todo en la adolescencia.
Los métodos de educación tradicionales no tienen en cuenta muchos factores que influyen en el desarrollo de aprendizaje del niño, como determinadas necesidades especiales, circunstancias puntuales del entorno, las aptitudes creativas del niño o la importancia de las experiencias.
La educación infantil que propuso la reconocida educadora María Montessori, defendía precisamente, la importancia de la experimentación en el mundo real y, de esta forma, impulsar el crecimiento del niño de manera integral: desde el crecimiento físico, hasta el social, pasando por el aspecto emocional y cognitivo.
Cuando los niños se incorporan a la escuela, interactuarán con otros alumnos de su edad y encontrarán un nuevo entorno que estimulará otras capacidades, como las sociales y las emocionales. Esta etapa es perfecta para comenzar a trabajar con metodologías alternativas de educación infantil.
Las metodologías alternativas de educación ponen en tela de juicio a la educación tradicional y estudian sus carencias para enriquecerlas con otros puntos de vista y actividades que cultiven aspectos antes ignorados como la inteligencia emocional, el fomento de la creatividad o las habilidades sociales.
Mientras la educación tradicional solo tiene en cuenta el aprendizaje académico, la educación alternativa observa necesidades de la vida real, para las que no se nos prepara en la escuela. Pero esto no es nuevo, educadores como María Montessori, ya comenzaron a impulsar esta vertiente de la educación desde principios del Siglo XX.
Algunos ejemplos de educación alternativa incluyen a la educación en el hogar, la educación online, la educación en pequeños grupos, la educación fuera del aula, la educación en comunidades, la educación centrada en el estudiante, entre otros ejemplos que veremos en este post.
El objetivo principal de la educación alternativa es proporcionar a los estudiantes una experiencia educativa más personalizada y significativa, que se adapte a sus necesidades individuales y estilo de aprendizaje.
Clase invertida: consiste en realizar las tareas y actividades fuera del aula y utilizar las horas de clase para preparar los recursos y materiales necesarios para la actividad principal. La idea es que todos colaboren y participen en los procesos.
Gamificación: se prepara a los estudiantes con elementos de juego que resultan muy atractivos, tales como premios, test, competiciones, autoevaluaciones, sistemas de puntos… el objetivo es motivar al alumno a continuar aprendiendo hasta alcanzar unos objetivos.
Design thinking: seguro que has oído hablar de este método, sobre todo, en el entorno empresarial. En la educación sirve para resolver situaciones hipotéticas a través del pensamiento lateral con el objetivo de que los niños desarrollen su creatividad y la apliquen a la vida diaria.
Juegos de rol: esta actividad es ideal para trabajar la empatía y la responsabilidad. Ayuda a los participantes a ponerse en el lugar del otro mediante la simulación de historias o situaciones en las que se les pedirá que actúen o piensen como algún otro compañero. Estos juegos son una herramienta muy utilizada en la educación inclusiva.
Esta famosa médica y educadora del siglo XIX y XX, revolucionó el panorama de la educación infantil gracias a su innovadora visión del proceso de aprendizaje. Ella abogaba por el aprendizaje a través de la experiencia y su objetivo es que el niño fuera su propio maestro. Autonomía, independencia, iniciativa, capacidad de elección, autodisciplina y voluntad son las bases del método Montessori.
Otro de los aspectos fundamentales que se defendían en su ideario, fue la importancia de formar al niño en la actividad física como factor que beneficia a la actividad cerebral y a la concentración.
Para revolucionar el ámbito de su tiempo, María también inventó nuevos materiales didácticos y herramientas que ayudaron a tangibilizar sus nuevas ideas e impulsaron el principio de autocorrección.
Toda esta ideología progresista sobre el aprendizaje, María Montessori la resumió en “diez mandamientos”.
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