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¿Alguna vez te has preguntado cómo es que puedes mover tus dedos o sentir la brisa en tu piel? Todo esto es gracias a un sistema en tu cuerpo que se encarga de recibir y enviar señales, conocidas como impulsos nerviosos.
En este artículo, nos enfocaremos en una parte importante de este sistema, el cual es responsable de conectar los órganos y extremidades con el cerebro y la médula espinal. ¡Así es, estamos hablando del sistema nervioso periférico!
Sigue leyendo para descubrir, gracias a la neurología, como funciona y la importancia que tiene para nuestro cuerpo.
El sistema nervioso periférico (SNP) es una de las dos partes principales del sistema nervioso, junto con el sistema nervioso central.
El SNP está formado por nervios y ganglios que se encuentran fuera del cerebro y la médula espinal, y se encarga de conectar el sistema nervioso central con el resto del cuerpo.
Los nervios periféricos transmiten señales desde los receptores sensoriales (como los ojos, oídos, piel y otros órganos) hacia el sistema nervioso central, y desde allí, a los músculos y las glándulas del cuerpo.
Además, el SNP está involucrado en el control de funciones involuntarias como la respiración, la digestión y la circulación sanguínea.
El SNP está compuesto por dos partes principales: el sistema nervioso somático y el sistema nervioso autónomo.
El sistema nervioso somático es responsable de las funciones sensoriales y motoras conscientes, como la percepción del dolor, la temperatura y el tacto, así como el control voluntario de los músculos esqueléticos. Por ejemplo, cuando levantamos un objeto pesado, el sistema nervioso somático envía señales motoras a los músculos que nos permiten realizar la acción.
El sistema nervioso autónomo, por otro lado, es responsable de las funciones involuntarias del cuerpo, como la respiración, el ritmo cardíaco, la digestión y la circulación. A su vez, se subdivide en dos sistemas: el simpático y el parasimpático.
El sistema simpático se activa en situaciones de estrés o peligro, aumentando el ritmo cardíaco y la presión arterial para preparar al cuerpo para la acción ("lucha o huida"), mientras que el sistema parasimpático se activa en situaciones de descanso y relajación, disminuyendo el ritmo cardíaco y la presión arterial y aumentando la actividad digestiva.
En conjunto, las funciones del sistema nervioso periférico son esenciales para el correcto funcionamiento del cuerpo humano y para la interacción con el ambiente.
Además, cualquier disfunción o daño en el SNP puede tener efectos graves en la salud y la calidad de vida de una persona, como trastornos del movimiento, dolor crónico, problemas de digestión, entre otros.
El sistema nervioso periférico está conformado por una gran cantidad de nervios, que se dividen en dos categorías principales: los nervios craneales y los nervios espinales. A continuación, se enumeran los 12 pares de nervios craneales y los 31 pares de nervios espinales:
Cada uno de estos nervios periféricos tiene una función específica en el control de diferentes partes del cuerpo, como los músculos, los órganos internos y la piel.
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