Curso de Formación en Igualdad de Género (Titulación Universitaria con 5 Créditos ECTS)
Índice
Una de las épocas más prolíficas para el arte, la literatura y la cultura en España fueron los años 20. 1927 es una fecha que ha marcado la historia, pues fue en ese año que surgió la llamada generación del 27, cuando se celebró en el Ateneo de Sevilla los 30 años de la muerte del poeta Luis de Góngora. Este grupo, formado por intelectuales y artistas de diversos ámbitos, marcó la historia del país por sus creaciones, reivindicaciones y acción política mediante el arte. En este contexto, Las Sin Sombrero (también escrito Sinsombrero) son clave cuando hablamos de feminismo, derechos para las mujeres y lucha por la igualdad.
Mientras personajes de la Generación del 27 como Federico García Lorca, Luis Buñuel, Salvador Dalí, Luis Cernuda o Rafael Alberti son nombres que resuenan en muchos escenarios, el papel de las mujeres no siempre ha gozado del mismo reconocimiento. No obstante, en los últimos años, se ha trabajado por recuperar la memoria y difundir la obra de Las Sin Sombrero, como Ernestina de Champourcín, Rosa Chacel, Margarita Gil-Roësset, Margarita Manso, Maruja Mallo, Concha Méndez, Josefina de la Torre, María Teresa León y María Zambrano.
Las Sin Sombrero es como se ha llamado a un grupo de mujeres pioneras en el arte y la cultura de la España de los años 20. Pertenecieron a la denominada Generación del 27 y generaron verdaderas obras maestras que hoy se quieren poner en el lugar de reconocimiento que se merecen. Este colectivo no solo dejó una marca indeleble en la historia del arte, sino que también contribuyó significativamente al avance de la igualdad de género en una sociedad marcada por la rigidez de los roles tradicionales. A su vez, muchas fueron obligadas a exiliarse por sus ideas, en medio de la dictadura franquista. Así, su influencia no se limitó solo al ámbito artístico, sino que también se extendió a la esfera política y cultural.
Estas intelectuales y artistas españolas emergieron como una fuerza revolucionaria, desafiando las expectativas sociales impuestas a las mujeres de la época. Maruja Mallo, reconocida pintora y escultora del surrealismo español, lideró este grupo de mujeres valientes que se atrevieron a trascender las barreras impuestas por la sociedad conservadora de la época. Justamente gracias a ella es que existe el nombre de "Las Sin Sombrero". Junto con Margarita Manso, idearon la idea de pasearse por la Puerta del Sol en Madrid sin llevar sombrero. Para la época, esto constituyó un acto sumamente rebelde, fueron tildadas de indecentes.
En una sociedad donde las mujeres estaban acostumbradas a seguir normas estrictas de vestimenta, esta decisión fue un acto simbólico de resistencia. Representaba la negación de las restricciones impuestas y la afirmación de la libertad individual. El hecho de que estas mujeres se negaran a ocultar sus cabezas bajo un sombrero se convirtió en un acto de empoderamiento y valentía. Ellas desafiaron las convenciones sociales de la época al rechazar la tradicional vestimenta femenina, optando por no llevar sombrero como símbolo de su rebeldía y deseo de cambio.
La historia está plagada de gestas de resistencia, de actos simbólicos y de resignificación de espacios como lugares de lucha. Un caso modélico de esto son las Madres de Plaza de Mayo, quienes tomaron la explanada ubicada frente a la Casa Rosada como epicentro de su pugna por recuperar los cuerpos de familiares desaparecidos durante la dictadura de Videla. Con el pañuelo blanco como símbolo de su demanda, tras 48 años desde su primera reunión, estas madres siguen alzando la voz por la memoria. Y la historia, desde luego, tiene nombres: Berta Braverman, Julia Gard, Raquel Arcushin, Mirta Baravalle, entre otras. Estas mujeres enarbolaron la bandera de la justicia e hicieron suyos emblemas hoy en día representativos de su consigna.
Tras lo anterior, hablar de las sinsombrero adquiere un sentido más amplio, ya que la lucha de las mujeres, desde la primera ola del feminismo, ha buscado el reconocimiento no solo de sus derechos jurídico-civiles, sino también la denuncia de las estructuras de poder que legitiman la dominación de los hombres sobre ellas. Las sinsombrero, que sufrieron las consecuencias de la Guerra Civil (muchas de ellas terminaron exiliadas), asumieron una actitud transgresora frente al orden de entonces: quitarse el sombrero como acto simbólico de apertura de ideas, es decir, quitarse la tapa a la cabeza. Estas mujeres pertenecen a la generación del 27, donde están incluidos escritores reputados como García Lorca o Pedro Salinas.
Maruja Mallo y Margarita Manso tomaron ese gesto en la Puerta del Sol, momento en el que recibieron vituperios. Ellas y otras mujeres que destacaron en el campo artístico (Ángeles Santos, María Zambrano, Rosario de Velasco, Concha Albornoz, entre otras), literario y filosófico (ausentes en las antologías más importantes), representaron la rebeldía frente al status quo que constreñía tanto sus ideas como sus comportamientos. Con la cabeza descubierta, pusieron el foco en su papel en el campo intelectual y cultural, como figuras emancipadas de las imposiciones de los hombres. Sus ideas, sus producciones, su innovación y sus obras adquirían así visibilidad, en cuanto autoras, pintoras, escritoras y filósofas, denominaciones que daban lugar, más allá de lo discursivo, a sus contribuciones.
Pero el nombre de “las sinsombrero” no necesariamente proviene de esas primeras décadas convulsas del siglo XX español. Esta denominación proviene del documental homónimo proyectado en el Festival de Cine de Málaga de 2015. Desde entonces, es así como se llama a este grupo de mujeres cuyas contribuciones son innegables y que aún se busca poner en valor, es decir, darles el lugar que merecen.
Cartel del documental Las sinsombrero. Fuente: RTVE Play
Lee también sobre novelas feministas →
El grupo de mujeres pintoras, poetas, activistas, feministas, líderes sindicales, escritoras, actrices, escultoras, intelectuales y filósofas que se incluyen en el grupo de Las Sin Sombrero son:
Las sinsombrero. Fuente: Las sinsombrero de Tània Balló.
La construcción de la memoria histórica es fundamental para la construcción de la identidad de un país, para la construcción de paz y para la existencia de sociedades solidarias y críticas. Sin embargo, los relatos históricos suelen estar contados por solo la parte dominante del relato. Así, es preciso rescatar la historia de las mujeres y destacar su papel y aporte en diferentes esferas.
Justamente con este propósito, nació el proyecto Las Sinsombrero. Se trata de un proyecto transmedia que busca rescatar, reivindicar y sensibilizar sobre el papel de las mujeres que formaron parte de la Generación del 27. Pretende divulgar y conservar su legado artístico, mediante materiales educativos. A su vez, busca generar reflexión sobre por qué su obra no fue visibilizada de la misma forma que la de sus compañeros hombres.
El proyecto, impulsado por el Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, que cuenta con la participación de diversos/as profesionales e investigadores, cuenta con "tres documentales para televisión, un webdoc, un wikiproyecto, dos libros monográficos, un cuento, espacios en las redes sociales y un proyecto educativo.
Lee también sobre Día Mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia →
Cuando las mujeres se unieron como parte de una nueva generación que abogaba por la autonomía, la independencia y una educación intelectual equiparable a la de los hombres, se encontraron con la resistencia de una sociedad conservadora.
Con la llegada de la Segunda República, surgió la esperanza de un cambio para las mujeres. Fue entonces cuando estas intelectuales y artistas comenzaron a integrarse en la vida social y cultural de una época en la que, aparentemente, la igualdad dejó de ser considerada como algo indeseable.
Sin embargo, la guerra civil que asoló el país marcó el triste fin de ese incipiente sueño de libertad. Lo que vino después para la Generación del 27, con el franquismo, fue la persecución. Probablemente, el asesinato de García Lorca es el hecho más reconocido de este contexto.
En resumen, Las Sin Sombrero no solo desafiaron las normas establecidas en su época, sino que también dejaron un impacto duradero en la historia de España. Su valentía y contribuciones artísticas son recordadas como parte integral de la evolución cultural y social del país, demostrando que el arte puede ser una poderosa herramienta de cambio y emancipación. Hoy, gracias a ellas, contamos con grandes novelas feministas, obras de arte y reflexiones.
¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.