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Es un hecho que el ser humano es un ser emocional por naturaleza, tenemos emociones y sentimientos que nos ayudan a accionar de una u otra forma frente a una situación, a algo que vemos, oímos, comemos o sentimos en o alrededor de nuestro cuerpo. Asimismo, cada emoción tiene su función y esta función nos ayuda a mantener un control saludable sobre ellas, esto es en lo que se fundamenta la inteligencia emocional y la psicología.
Por lo tanto, el tener una educación emocional temprana sobre cómo manejar y detectar las nuestras emociones y las del otro nos beneficiaría a todos como sociedad para mejorar nuestra conducta frente al otro y a no reproducir emociones que puedan desencadenar ataques de ira, depresión, etc.
Antes de adentrarnos en la exploración de la importancia de la inteligencia emocional en la sociedad, es necesario conocer su concepto y su significado.
En la última época, desde el campo de la psicología, ha cobrado relevancia la denominación de la inteligencia emocional, y como tiene interrelación con otros aspectos cognitivos de la persona. Con anterioridad a la aparición del concepto, los test de inteligencia medían el rendimiento intelectual como la capacidad de razonamiento lógica. Sin embargo, algunos teóricos afirmaron que, aunque el razonamiento es un buen predictor del éxito académico y profesional, reducir la experiencia humana a solo la racionalidad disminuía parte de las dimensiones de la existencia.
De este modo, comenzaron a ganar más adeptos las voces de algunos teóricos, como Howard Gardner y Daniel Goleman. El primero de ellos propuso una teoría, conocida como la teoría de las inteligencias múltiples, que dividía el coeficiente intelectual en capacidades independientes, pero relacionadas entre sí, como las doce siguientes: inteligencia lingüística, matemática, espacial, musical, intrapersonal, interpersonal, existencial, creativa, colaborativa y, por supuesto inteligencia emocional.
Es en este punto de la historia cuando comienza a hablarse de inteligencia emocional en la sociedad; la cual, ahora sí, podemos definir: es el constructo que se refiere a la capacidad de los individuos de reconocer sus propias emociones y la de los demás, discriminar entre diferentes emociones y poder expresarlas adecuadamente dentro del entorno social que forma parte y, uno de los aportes de Daniel Goleman, utilizar la información que nos suministran las emociones para guiar el pensamiento y la conducta.
En otras palabras, la inteligencia emocional en la sociedad es un proceso de motivación, de empatía con las demás personas del medio, de competencias emocionales y como saber administrar y manejarnos cuando nos inundan.
Al igual que la teoría de Howard Gardner, donde la inteligencia es de múltiples tipos, así también, la Inteligencia Emocional se compone de dos tipos de inteligencia. Según Daniel Goleman, son las siguientes:
Se refiere a la habilidad de autoevaluación de los sentimientos y las metas que se propone la persona.
Está compuesta por otras competencias emocionales que nos ayudan a relacionamos con los demás, entre ellas se incluyen:
La importancia de la inteligencia emocional en la sociedad recae en que tener en las escuelas un espacio de educación emocional, en el cual se dedique a capacitar a los niños y adolescentes en los conocimientos y competencias emocionales que les permitan afrontar la vida tanto personal como profesional con éxito y aumentar su bienestar, formará una sociedad más consciente de sus emociones y las del otro, así como de las competencias emocionales que pueden aportar resultados positivos en el ámbito laboral.
Uno de los impedimentos a la hora de implementar la educación emocional en centros educativos, es la mala percepción que se tiene, en algunas culturas, de las emociones. Por ejemplo: la tristeza y el enojo son percibidas con un sesgo negativo y, al primer atisbo de su expresión, intentamos reprimirlas y controlarlas. Aunque es cierto que una tristeza y frustración aguda pueda parecer inadecuada según algunos contextos sociales, lo cierto es que la inteligencia emocional, fundamentalmente, también se trata de saber aceptar y dejar fluir nuestros sentimientos y mundo interior.
A la hora de hablar de inteligencia emocional en la sociedad, tenemos que mencionar algunos elementos que la componen y son importantes detallar:
El desarrollo de estas habilidades emocionales hace que la persona pueda tener un mayor desempeño laboral e inteligencia emocional en la sociedad:
La inteligencia emocional en la sociedad es una realidad en la que todos debemos colaborar; formándonos, indagando y conociendo más a profundidad sobre el tema. En la actualidad, existen múltiples plataformas educativas que ofrecen formación en cursos y especializaciones sobre el tema, sin embargo, la más destacada es la Escuela de Negocios Especializada en la Formación en Línea debido a su aval por las más prestigiosas universidades y por la calidad de la educación impartida.
Finalmente, si quieres ahondar en la importancia de la inteligencia emocional en la sociedad, tal vez te interese realizar los cursos de Especialista en Inteligencia Emocional como Factor Clave para la Superación Personal o Máster en Inteligencia Emocional Educativa que te prepararán para adquirir los conocimientos y herramientas para el manejo de las emociones e impartirlos a otras personas.
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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