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Desde el momento en que nacemos, somos orientados para ir aprendiendo o superando las distintas etapas de la vida; desde cómo aprender a comer en la lactancia materna, aprender a caminar e incluso hasta el final de nuestra vida. Nuestra propia naturaleza, por instinto de supervivencia, en la gran mayoría de los casos hará que necesitemos algún tipo de orientación.
La orientación hace referencia a guiar o enseñar lo que se cree conocer o lo que no se conoce. Por lo tanto, su función es saber cómo actuar dependiendo de las distintas circunstancias que estemos viviendo o necesitando.
De ahí que esté presente en nuestro día a día, desde ayudarnos a ubicarnos en el tiempo y en el espacio, hasta en algo tan básico como saber la hora o dónde nos encontramos. Pero, aterrizando el propósito de la orientación, partimos de que su base es prestar ayuda o apoyo a las personas que sienten dificultades personales o profesionales.
Y es la orientación la que nos brinda la posibilidad de encontrar el camino, de conseguir el equilibrio que no logramos ver, y contribuye directamente a nuestro crecimiento personal. Esta actividad favorece nuestro desarrollo integral.
Dicho esto, parece lógico que se pueda estudiar para tener las herramientas necesarias y hacerlo de forma correcta: quien orienta guía a otra persona en ciertos aspectos de su vida en los que puede carecer de experiencia previa. Así se observa la importancia de la orientación, pues debe acompañarse y ubicarse desde una perspectiva personal y profesional.
Del mismo modo, este profesional tiene como principal objetivo facilitar el aprendizaje de destrezas, intereses, creencias, valores, hábitos de trabajo y cualidades personales que capacitan a cada persona para llevar una vida plena. En complemento, la importancia de la orientación radica en descubrir el potencial de cada individuo y en que cada persona tenga la oportunidad de desarrollar su máximo potencial; además, facilita un conjunto de acciones para ayudar a la persona a disponer de herramientas para la solución de situaciones críticas o conflictivas y para la satisfacción de necesidades que conduzcan a un estado de bienestar.
Existen varios tipos de orientación que ayudan a la persona en su día a día a afrontar la situación que se esté viviendo y a encontrar el camino que debe seguir. Las mismas van dirigidas por profesionales especializados, según el requerimiento de la persona o la situación que se presente. ¡Veamos cuáles son!
Esta capacidad se concibe dentro de las funciones cognitivas del ser humano y permite una correcta interacción con el mundo exterior. En procesos degenerativos o tras daños cerebrales suele verse afectada la orientación temporal.
Algunas de las capacidades que mejoran este tipo de orientación son:
Hay diferentes actividades —como juegos de memoria, ejercicios de precisión o la realización de exposiciones— que permiten que los jóvenes pongan a trabajar estas capacidades.
Es una estrategia muy útil para movernos y ubicarnos en el espacio en el que nos encontremos. Entonces:
El proceso de la orientación pedagógica permite que los estudiantes mejoren en el ámbito intelectual, social, emocional y académico. Esto se debe a que la orientación relacionada con la educación posibilita esos avances.
Los objetivos de esta orientación son:
Al hablar del área psicológica resulta imprescindible entender que esta busca contribuir a la relación interna de la persona y permite el desarrollo de los individuos para que se sientan realizados.
Algunos aspectos a tener presentes sobre la orientación psicológica son:
Para comprender qué es la orientación educativa conviene saber que estos profesionales son capaces de proporcionar técnicas que permitan alcanzar objetivos de manera exitosa, haciendo uso de sus cualidades pedagógicas.
Se encargan de:
En este proceso se contribuye a que el estudiante pueda encaminarse o autorregularse en su proyecto de formación educativa y en su adaptación a la escuela. Dicho de otro modo:
Es una herramienta que facilita el proceso de elección y ayuda a decidir qué profesión u oficio cursar según los gustos, la personalidad y las necesidades de cada persona. Entonces, se afirma que:
Las familias son el pilar fundamental de la sociedad, por lo que garantizar que estas instituciones formen personas capaces de desenvolverse en diferentes ámbitos es esencial. Normalmente surgen diversos problemas, y es importante resolverlos.
Las funciones de la orientación familiar son:
Se entiende como la atracción erótico-afectiva que se siente por otra persona; tradicionalmente se ha diferenciado en tres tipos: heterosexual, homosexual y bisexual. Por lo tanto, la orientación sexual está destina a lo siguiente:
Desde un enfoque amplio, la orientación es un conjunto de prácticas que ayudan a cualquier persona a aclarar la percepción de sus deseos e inquietudes, brindando un apoyo que incide directamente en la forma en que orientará sus decisiones.
Dentro de este concepto, podemos decir que las funciones de la orientación son:
La orientación es un proceso en el que se busca asesorar a otra persona, una vez se hayan alcanzado conclusiones en las conversaciones sostenidas entre orientador y orientado.
La orientación profesional es comparable a una consulta con el psicólogo, con la diferencia de que está orientada por profesionales expertos en la toma de decisiones; es decir, se busca fomentar en el individuo la aptitud para decidir con criterio propio.
En general, las personas que buscan orientación vocacional tienen dificultades para evaluar un panorama amplio y llegar a una decisión. Por ello, las funciones de la orientación se centran en enseñar a reconocer, evaluar y valorar cada elemento, componente o aspecto relacionado con la situación que atraviesa la persona.
En conclusión, el orientador guía al individuo desde la visión «macro» a la «micro».
El pensamiento lógico caracteriza a quien es capaz de analizar, percibir y comprender un hecho; aunado a ello, las funciones de la orientación están vinculadas a la imaginación y a la capacidad de razonar sobre el futuro, por lo que pensamiento lógico y orientación están relacionadas.
Muchos de los que asisten a la orientación educativa, vocacional o laboral lo hacen por desconfianza, duda o incapacidad para llegar a una conclusión lógica sobre su decisión, requiriendo el apoyo de este proceso que enfoca sus objetivos en potenciar el razonamiento y el análisis crítico.
Antes de tomar cualquier decisión en la vida es necesario reflexionar sobre las consecuencias o las posibilidades que se podrían presentar en el futuro. Por ello, entre las funciones de la orientación se incluyen técnicas de reflexión, relajación e intervención desde una perspectiva adecuada para orientar al ser humano hacia su mejor estado y facilitar decisiones sabias.
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Cristina Polo Calvo
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