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El ser humano es un ser emocional por naturaleza, tenemos emociones y sentimientos que nos ayudan a accionar de una u otra forma frente a una situación, a algo que vemos, oímos, comemos o sentimos en o alrededor de nuestro cuerpo. Asimismo, cada emoción tiene su función y ésta función nos ayuda a mantener un control saludable sobre ellas, esto es en lo que basa su estudio la inteligencia emocional y la psicología.
Por lo tanto, el tener una educación emocional temprana sobre cómo manejar y detectar las emociones propias y las del otro, nos beneficiaría mejorar en nuestra conducta frente a los demás y a no reproducir emociones que puedan desencadenar ataques de ira, depresión, etc.
El concepto de emoción es un estado originado internamente que influye en nuestras acciones externas, además orientan nuestra conducta con el fin de activar los mecanismos de supervivencia y de garantizarnos bienestar mental y físico.
Asimismo, cada una de las emociones tiene una función determinada, pero en general, las emociones cumplen tres funciones: la función adaptativa, motivacional y la función social o comunicativa. Esto lo explicaremos más adelante.
Cabe destacar, que las emociones negativas no existen así como las emociones positivas, las emociones son solo eso, emociones. Este pensamiento puede haberse derivado de las reacciones emocionales, como rechazo, preocupación, enojo ante diversas situaciones que la sociedad tiende a etiquetar de negativas.
Las emociones están formadas por tres componentes:
Se refiere a la manera en que procesamos la información y a la forma en que ése procesamiento nos influye a la hora de responder ante diferentes situaciones.
Consiste en los cambios que ocurren de forma involuntaria en el sistema nervioso y endocrino frente a ciertos estímulos, es decir, variaciones en el ritmo de la respiración, en la presión sanguínea, en el tono muscular, dilatación de las pupilas, etc.
Son aquellos que reflejan la emoción en el exterior, como por ejemplo, el tono de voz, los gestos corporales, las expresiones faciales, etc.
En consenso de la mayoría de psicólogos, las emociones pueden dividirse en dos tipos, emociones básicas o primarias y las emociones secundarias, las cuales derivan en cierta manera de las primarias.
Para resumir, las emociones secundarias o adquiridas surgen de las emociones primarias de la siguiente manera:
La función de la emoción se puede dividir en tres tipos, los cuales influenciarán de una u otra manera las reacciones de cada emoción.
En primer lugar, la función adaptativa sustenta que las emociones funcionan tanto como facilitadoras de la respuesta apropiada ante situaciones, como inductoras de la expresión de la reacción afectiva a otros individuos.
En segundo lugar, la función motivacional consiste en que una emoción puede generar la aparición de una conducta motivada y hacer que se ejecute con intensidad.
En tercer lugar, la función social sostiene que la expresión de las emociones forma un canal que permite a una persona saber lo que siente la otra y viceversa.
Finalmente, si quieres especializarte en función de la emoción en las conductas de las personas te recomendamos los cursos de: Psicología de la emoción y Experto en Inteligencia Emocional ofrecidos por la Escuela de Negocios Euroinnova, los cuales te ayudarán a detectar y manejar las emociones propias, así como proporcionar orientación a personas que lo necesiten.
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Cristina Polo Calvo
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