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Si ya has trabajado en una empresa como diseñador web y ahora por fin has dado el paso a emprender tu propio proyecto, antes debes tener claro cuáles son tus tarifas para no malvender tu trabajo o ser competitivo en el mercado.
Una vez que ya hayas llevado a cabo varios proyectos, verás que cada vez es más sencillo hacer nuevos presupuestos web. Ya tendrás más experiencia y sabrás cuál es la mejor manera de proceder para ti. Pero si este no es aún tu caso, vamos con los tips más importantes para aprender cómo hacer un presupuesto de una página web.
Antes de ponerte manos a la obra, reúnete con el cliente en persona para establecer exactamente lo que quiere y sus necesidades. También le puedes pedir ejemplos de otras webs que le gusten. Esta reunión servirá para asentar las bases del trabajo y para adquirir toda la información posible.
Dejar por escrito las funcionalidades que necesita el cliente es importante para evitar cambios repentinos a medida que avanza el proyecto, ya que cada vez será más costoso hacerlos.
Algo que se debe zanjar antes de centrarte en los detalles para presupuestar una web, hay que ver qué tipo de desarrollo web es más conveniente.
¿Particular o empresa? Si tu cliente es un particular que lo único que quiere es tener presencia online, lo mejor es una página estática. Si, por el contrario, es una empresa que busque posicionar y vender, tendremos que desarrollar una web dinámica, que posibilite la creación de más url y desarrollo de funcionalidades.
La opción más avanzada en este caso es la de incluir una tienda online, tener un catálogo amplio y gestionarlo, realizando cambios cuando se requiera e incluso atendiendo al cliente de forma online. Dependiendo del grado de personificación y los recursos de la empresa, podremos optar a unas soluciones u otra.
Para realizar un presupuesto realista y acorde con las necesidades del mercado, se deben tener en cuenta varios elementos:
Hosting y dominio: si el cliente ya tiene una web y solo quiere un restiling, pero si se parte desde cero, hay que dejar claro quién se encarga de contratar el hosting y su mantenimiento.
¿Diseño a medida o plantilla? Esta pregunta es la siguiente que debes hacerte para lanzar un presupuesto. Si el diseño es a medida y algo más personalizado, con funcionalidades avanzadas que requieran de programación, deberás cobrar todas las horas que te lleve investigar e implementar todo esto. Por el contrario, si la web se realiza en base a una plantilla, el cliente abonará dicha plantilla y será más fácil cerrar previamente un número de horas de trabajo.
Cuando hablamos de funcionalidades, se puede hacer de dos formas: a través de plugins o extras que requieran de pago. Obviamente, todo aquello que requiera de desarrollo y programación, será más caro que descargar un pluging.
Especifica qué tipo de web será, si corporativa, orientada a la conversión, un ecommerce… también influirá en el precio la cantidad de páginas que tenga la url, si se requiere de mantenimiento o generación de contenidos posteriormente.
Si la estructura es muy compleja, albergando muchas secciones, categorías, si es un gran ecommerce con muchos productos… todo ello también suma y es importante que se defina antes de empezar.
El tiempo de trabajo estimado se hablará en la reunión previa, pudiendo ampliarse o, incluso acortarse. El precio podrá variar a favor del cliente en caso de que el proyecto se alargue demasiado o a favor del diseñador en caso de que el cliente pida cambios no previstos o nuevas funcionalidades.
¿Qué forma de pago te interesa más? No olvides incluir este detalle en el presupuesto web. La forma más frecuente de abonar un proyecto es pagar la mitad al inicio y la mitad al final. Especifica también si el pago se realiza por transferencia, paypal, en efectivo… cuantas más posibilidades ofrezcas mejor.
A veces, es difícil determinar dónde termina el desarrollo de una web inicial y dónde comienza el trabajo de mantenimiento, seo, copywritting, fotografía, etc. Está claro que una web necesita de contenidos.
En principio, el copywritting irá a cargo del cliente y el diseñador será el encargado de volcarlo en la web. El posicionamiento web, tan importante para el tráfico, se pagará por separado, y la fotografía, aunque es recomendable un trabajo profesional, se puede comenzar poniendo fotos de stock para más tarde ir sustituyéndolas.
El servicio web tampoco entra en el desarrollo web. Este es un servicio complejo que necesita de recursos y personal cualificado en Ingeniería informática y ciberseguridad.
Si tu web necesita incluir diferentes API que nos permitan realizar llamadas, enviar correos, ver vídeos, analizar mercados… tendremos la capacidad de realizar cualquier cosa que nos permitan y esté programado, y para ello, hace falta el trabajo del especialista en mantenimiento web.
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