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Aprender a conocernos a nosotros mismos o saber gestionar nuestras propias emociones son solo algunas de las competencias emocionales que debe tener un docente. Y es que ser profesor es mucho más que impartir una clase. ¡Si ya eres docente, seguro que estás de acuerdo en esta frase! Ser docente es educar, compartir valores, enseñar aprendizajes de la vida, mostrar que no se debe tener miedo a expresarse tal cual es una persona... Por eso, en este post, queremos hablarte de las competencias emocionales en la Educación y de todo lo que estas conllevan. ¿Te animas a descubrir más sobre ellas? ¡En Euroinnova Business School podemos ayudarte!
Además de mostrarte cuáles son las 5 competencias emocionales que debe tener un docente, desde Euroinnova queremos ayudarte a conseguirlas. ¿Quieres saber cómo? ¡Pues claro! Gracias a nuestros cursos y otro tipo de formaciones, todos ellos cien por cien online. Además, algunos de ellos son baremables para Oposiciones de Educación (consultar las bases de tu oposición o concurso). Esto te permitirá aumentar tu nota en la fase de concurso y conseguir una plaza estable de empleo. ¡Tu futuro comienza en este mismo instante! Y en Euroinnova vamos a acompañarte...
¿Quieres saber qué son las competencias emocionales que debe tener un docente? Cuando hablamos de ellas hacemos referencia al "conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de forma apropiada los fenómenos emocionales". Esta definición no es nuestra sino de Rafael Bisquerra, especialista en Educación Emocional. Cada persona puede tener unas competencias emocionales distintas, aunque existen algunas ya estipuladas. ¡Las encontrarás a continuación en este post!
En línea con las competencias emocionales que debe tener un docente, encontramos el verdadero significado de la Inteligencia Emocional. Esta es el conjunto de habilidades y técnicas de una persona que le permiten conocer sus propias emociones y, sobre todo, saber gestionarlas. Sin duda, se trata de un aspecto fundamental que cualquier persona debería dominar. Así, convertiríamos la sociedad en mucho más empática.
Si eres docente y estás leyendo este post, es probable que quieras aprender acerca de competencias emocionales e inteligencia emocional. ¡Enhorabuena: estás en el camino apropiado! Pero... ¿Cómo puedo hacerlo? Es probable que te estés cuestionando esta misma pregunta. Y, lo cierto, es que es más sencillo de lo que crees. Para eso, precisamente, existe la Formación Permanente del Profesorado. ¿Has escuchado hablar de ella?
Este tipo de formación está conformada por cursos, seminarios, actividades de observación, etc., entre los que también encontrarás formación en competencias emocionales. Por eso, como docente, es importante que seas consciente de que es esencial que sigas formándote, para renovarte y poder ofrecer la mejor educación. Así, te invitamos a que eches un vistazo a estos diez nuevos cursos de Formación permanente del profesorado que acabamos de lanzar en Euroinnova.
¡Seguro que puedes encontrar más de uno que consiga enriquecerte como docente! ¿A qué esperas?
Ya sabes qué son las competencias emocionales que debe tener un docente, por eso, ahora es el momento de saber cuáles son las competencias emocionales que sí o sí debe tener un docente. En primer lugar, tenemos que destacar que un docente debe desarrollar sus competencias profesionales al mismo tiempo que las emocionales. ¡El motivo es claro! Aunque un profesor imparta clase, también está educando y es fundamental que esto lo haga teniendo en cuenta una serie de valores y emociones. Por eso, no sirve de nada que un docente tenga una amplia trayectoria profesional o un CV increíble si no ha cultivado sus competencias emocionales.
Ahora sí: vamos a descubrir qué competencias emocionales debes trabajar si eres docente. ¡Empezamos!
En nuestra opinión, sin duda, la competencia emocional más importante es la empatía. La empatía es quien nos ayuda a colocarnos en los zapatos del otro y a andar su camino. Nos permite comprender cómo se siente, cómo piensa y, por ende, cómo actúa. ¡La empatía es el motor del mundo -o así debería serlo-! Por eso, es fundamental que nuestro sistema educativo posea docentes empáticos, que sepan ponerse en el lugar de sus alumnos y comprendan su situación personal.
De lo contrario, obtendríamos un sistema educativo en el que lo único importante fuese la nota final de la asignatura. No importaría que una persona se estuviese esforzando mucho por sacarla, no importaría la situación que estuviese viviendo en su casa ni tampoco si tiene problemas con sus compañeros de clase. ¡No importaría nada de eso porque el docente ni siquiera se pararía a escucharle y a intentar comprender su situación! Sería muy duro, ¿verdad?
Cuando hablamos de control emocional, nos referimos a aprender a manejar nuestras propias emociones. En otras palabras: consiste en saber cómo nos sentimos, por qué motivo nos sentimos así y, como resultado, saber cómo gestionar esas emociones que no nos hacen bien. Sin duda, es algo fundamental en el sector educativo. ¿Imaginas un docente que, al no saber gestionar sus emociones negativas, lo reflejase en sus alumnos? ¡Impensable!
Por ello, es fundamental poseer docentes que sepan cómo se sienten y por qué lo hacen. Además de para no reflejar frustraciones en sus alumnos, para enseñarles también a ellos cómo se puede aprender a gestionar lo que uno siente. Además, dentro del control emocional, encontramos asimismo la forma correcta de expresar nuestras emociones de cara a los demás. ¡Saber comunicar emociones y sentimientos es otro pilar fundamental de la Educación!
La autoconciencia y el autoconocimiento son, asimismo, competencias emocionales que debe tener un docente. Estos hacen referencia al conocimiento de uno mismo, así como la capacidad de saber qué estamos sintiendo en cada momento. Esto nos permitirá que nuestras emociones negativas no interfieran en la toma de decisiones. ¡Y que sí lo hagan las emociones positivas!
Además, la autoconciencia nos ayuda no solo a saber gestionar y comprender nuestras emociones sino a comprender las de los demás. Muy en línea con la empatía, son dos de las competencias emocionales que debe tener un docente más imprescindibles. Sigue leyendo para conocer las demás.
Las habilidades sociales, también conocidas en alguna ocasión como habilidades socioemocionales, son otro aspecto importante en el cuerpo docente. Sin duda, es clave porque el docente debe estar, a cada rato, expresándose. Y no solo por cómo se exprese por escrito y de forma oral, sino porque dentro de las habilidades sociales encontramos aspectos tan fundamentales como:
Estar motivado mueve el mundo. ¡Eso es una verdad como un templo! Cuando estamos motivados en el trabajo, en los estudios, en una relación, etc., todo va mucho mejor. Por ello, sin duda, la motivación es otra de las 5 competencias emocionales que debe tener un docente. Esta nos ayudará a ser más felices, tener mejor humor, ser más eficaces, evitar frustraciones y, por supuesto, reflejarlo todo ello en nuestros alumnos.
¿Quieres conocer nuestro curso de competencias sociales y emocionales en Educación? Es cien por cien online, por lo que podrás combinarlo con tu empleo u otros estudios. Además, te ayudará a aprender sobre competencias emocionales y también competencias sociales. ¡Es perfecto para ti! ¿Te animas a descubrir nuestra escuela e-learning?
Si te has quedado con más ganas de conocer más sobre nuestra Formación Permanente del profesorado, tienes que continuar viendo este post. ¡No te lo pierdas!
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