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El ser humano tiene un proceso físico por el cual debe pasar, muchos hablan sobre nacer, crecer, reproducirse y morir, pero más allá de esta clasificación, existe una que separa la existencia de los hombres en las 4 etapas de la vida.
Un punto a tener en claro en este desarrollo, es que no siempre resulta fácil para todos, algunos pueden experimentar diversos problemas producto del crecimiento, por lo que es necesario saber que está bien requerir ayuda.
Desde que el individuo está en el vientre de su madre, empieza el desarrollo de una serie de procesos físicos y cognitivos que no se detendrán, sino hasta el día de su muerte. Esa evolución del hombre le hace enfrentarse a infinidades de cambios, tanto internos como externos, que deberá aprender a sobrellevar.
También se han determinado las etapas de la vida por edades, donde se visualizan más detalladamente los avances del hombre
Existen diversas teorías sobre las etapas de la vida, donde expertos y pedagogos han realizado estudios y análisis llegando a una conclusión general de que la vida se divide en 4 etapas, las cuales están determinadas por el ciclo biológico del hombre.
La posición que asumamos ante cada una de las 4 etapas de la vida, dependerá del desarrollo físico, mental y emocional de quien disfrute cada momento en su mejor manera. Todas las etapas tienen sus características especiales, incluidas situaciones gratas y nos muy gratas, pero la actitud es la que determinará el aprendizaje de esas lecciones.
En el ciclo vital del hombre, su crecimiento no se detiene. Su comportamiento será quien defina su estabilidad en todos los sentidos, sobre todo porque es inevitable que en cada una de las 4 etapas de la vida, se presenten momentos de crisis que deberá resolver.
Veamos cuáles son las 4 etapas de la vida por la que debemos pasar:
Desde el momento del nacimiento inicia la primera etapa de vida, allí comienza todo un proceso de aprendizaje, de descubrir y conocer, de empezar a interactuar con un entorno desconocido que principalmente produce miedo. Donde la vida depende de otra persona para alimentarse, moverse y satisfacer sus necesidades básicas.
En esta etapa de la vida, los conocimientos adquiridos resultan ser los más duraderos y fuertes. La niñez implica, inocencia, sinceridad, transparencia, humildad y a medida que se va creciendo, el espacio de interacción social va empezando a causar cambios en la conducta y moldeando la personalidad del individuo.
En la niñez el mundo se ve reflejado a través de las orientaciones y guías de los padres o cuidadores, para los pequeños lo que estos digan no tiene duda ni contradicción.
En términos de desarrollo físico, los niños experimentan un rápido crecimiento y adquieren habilidades motoras fundamentales. También mejoran su coordinación y destreza fina, lo que les permite manipular objetos con mayor precisión y desarrollar habilidades como dibujar y escribir.
En cuanto al desarrollo cognitivo, la niñez se caracteriza por un rápido desarrollo del pensamiento y el aprendizaje. Su imaginación y creatividad se expanden, y son capaces de pensar en formas más abstractas y lógicas. Durante esta etapa, también desarrollan habilidades de resolución de problemas y toma de decisiones.
El desarrollo emocional durante la niñez implica una mayor conciencia y comprensión de las emociones propias y de los demás. Los niños comienzan a desarrollar su identidad y autoconcepto, y pueden experimentar una amplia gama de emociones. Sin embargo, todavía no han desarrollado del todo su inteligencia emocional, por lo que es posible que no sepan interpretar emociones y sentimientos propios o ajenos, y ajustar una respuesta a los estímulos adecuada según las normas sociales.
En esta segunda etapa de la vida, denominada adolescencia o juventud, las personas empiezan a juzgar ya las palabras de los adultos, empieza ese conflicto entre lo que le han enseñado en casa y la realidad que se vive fuera de ella.
La adolescencia es una de las etapas más difíciles de la vida, pues se ve muy marcada con la rebeldía y la revelación de su propia personalidad. Existe un factor determinante en esta etapa y es la sociedad, la cual juega un papel muy importante en las decisiones que se toman.
En cuanto al desarrollo social, buscan establecer su identidad individual y encontrar su lugar en el mundo, por lo que es natural que se alejen de sus padres y busquen una mayor independencia y autonomía.
Los adolescentes intentan ser aceptados por sus iguales, a veces sin darse cuenta de que sus acciones no son las correctas. Aun así, en esta etapa se viven experiencias inolvidables marcadas por la amistad, el amor, el compañerismo, entre otras. Algunos pueden no pasar a la siguiente etapa por tomar malas decisiones y no atender a los consejos.
Cabe destacar que la adolescencia es una etapa de vulnerabilidad y de cambios físicos y emocionales significativos, ya que experimentan desafíos en su autoestima, relaciones interpersonales y toma de decisiones.
Además, padecen cambios hormonales que resultan en el desarrollo de características sexuales secundarias, como el crecimiento de vello, el desarrollo de los órganos reproductivos y cambios en la voz.
Los adultos han aprendido muchas cosas a través de las experiencias que la juventud les ha dejado. En oportunidades equivocaciones que marcaron huellas tienden a dejar enseñanzas valederas para su crecimiento personal.
La madurez se hace presente, generalmente, en esta etapa de la vida. Aunque a veces en la adolescencia, algunos jóvenes adquieren parte de la madurez por las responsabilidades circunstanciales que les ha tocado enfrentar.
La adultez implica una mayor madurez emocional y psicológica, por lo que los ahora adultos suelen tener una identidad más estable y una mayor comprensión de sí mismas respecto a la adolescencia. También se enfrentan a diversas responsabilidades, como la construcción de una trayectoria profesional, el establecimiento de relaciones duraderas y, en muchos casos, la formación de una familia.
Las personas buscan establecer relaciones de pareja, formar una familia y construir una red de amistades cercanas. También pueden participar activamente en la comunidad y desarrollar roles sociales, como ser miembros de organizaciones, líderes en sus comunidades o contribuir en actividades benéficas. Por regla general, el número de amigos cercanos “de verdad” en esta etapa decrece.
Es la última de las 4 etapas de la vida, donde todo debería llegar a ser paz y tranquilidad después de haber recorrido un largo camino de altos y bajos. No todos tienen la dicha de llegar a esta última etapa de la vida, pues se quedan en el camino por diferentes razones. Las personas en etapa de vejez, suelen ser consejeros de sus nietos, si los tienen, aunque algunos pueden llegar a viejos sin dejar ninguna generación de relevo.
La etapa de la vejez en la vida de un ser humano es una etapa de transición y cambios que suele comenzar alrededor de los 60 años, aunque la edad exacta puede variar de una persona a otra.
La vejez se caracteriza por el envejecimiento del cuerpo y la disminución de la capacidad física. Es común que se presenten cambios en la apariencia física, como la aparición de arrugas, la pérdida de elasticidad en la piel y la disminución de la agudeza visual y auditiva. En lo emocional, las personas mayores experimentan una gama de emociones, desde la satisfacción y la gratitud por los logros alcanzados hasta la tristeza o el duelo por las pérdidas y los cambios que acompañan a esta etapa.
Muchos quisieran saber lo que saben los ancianos en la adolescencia para evitar acciones y la toma de malas decisiones. Pero hay algo que está muy claro, los ancianos no tendrían la madurez que tienen si no hubieran pasado por cada una de las 4 etapas de la vida.
Durante el tránsito por las 4 etapas de la vida, es normal que se presenten diferentes dudas o inquietudes, no todas las personas se encuentran en la capacidad de poder resolver los diferentes problemas por ellos mismos.
Muchas veces las crisis suelen presentarse durante la adultez, se relacionan directamente con los problemas que no fueron resueltos durante la niñez, por lo que se requiere que la persona se conecte con su historia cronológica.
Algunos de los síntomas que pueden indicar que se está pasando por una crisis son:
Muchos de los que van llegando a la vejez también pueden experimentar estos sentimientos, debido a que en el desarrollo humano hay muchas actividades que se deben dejar de realizar y puede comenzar a ser frustrante.
Los expertos señalan que estos procesos son necesarios para que los individuos puedan crecer, por lo que es importante no frustrarse y tratar de tomarlo con la mayor calma posible aunque pueda ser difícil.
Algunas de las estrategias que se pueden realizar son:
La metamorfosis del ser no es algo sencillo de asimilar, pero con un poco de paciencia y determinación es posible sortear cualquier problema que se presente. Es recomendable vernos a nosotros mismos como orugas, estos animales florecen con el tiempo como una hermosa mariposa, sucede lo mismo si nos desarrollamos con paciencia y amor.
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Pablo Rafael Blanco
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