Riesgo Cardiovascular en Niños y Adolescentes a través de Preguntas y Respuestas Razonadas (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
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Quienes sufren un infarto requieren una atención inmediata para mitigar el impactos que este puede tener en el bienestar y la salud. Precisamente, junto con mantener la calma en eventos de este tipos, se debe saber qué hacer en caso de infarto agudo de miocardio. Aquí se comentan los pasos más importantes.
En el escenario de un infarto agudo de miocardio, la identificación temprana de los síntomas es –nunca mejor dicho– vital. Estos pueden manifestarse como un dolor torácico intenso, a menudo descrito como una presión severa en el centro del pecho, que puede irradiarse a los hombros y al cuello. Otros indicadores pueden ser la dificultad para respirar, sensación de debilidad o mareos. La presión arterial puede variar y los pacientes con infarto pueden experimentar un incremento en la frecuencia cardíaca. Es importante estar atento a estos síntomas para actuar rápidamente.
Tras atender los síntomas y notar riesgo de infarto, es necesario desajustar cualquier vestimenta que pueda limitar el flujo sanguíneo. Esto puede contribuir a mejorar la circulación y disminuir la demanda sobre el corazón. Esto es especialmente importante si la persona tiene factores de riesgo de enfermedad cardíaca, como presión arterial alta o insuficiencia cardíaca.
Ante un infarto agudo de miocardio, es imperativo buscar atención médica de inmediato. Contactar a la línea de emergencias es el primer paso para obtener la atención médica adecuada y oportuna. No se debe demorar en llamar, ya que cada minuto cuenta cuando se trata de un infarto. La atención médica temprana puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Si al paciente se le ha prescrito nitroglicerina debido a una condición cardíaca preexistente, esta debe suministrarse siguiendo las indicaciones del médico. Este medicamento puede contribuir a dilatar las arterias coronarias y mejorar el flujo sanguíneo al corazón. No se debe administrar sin la prescripción adecuada, ya que puede tener efectos secundarios graves.
Es importante mantener a la persona en una posición confortable, preferentemente recostada y procurar tranquilizarla. El estrés y la ansiedad pueden intensificar los síntomas del infarto. Hablar con calma y asegurar a la persona que la ayuda está en camino puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.
Es esencial mantener la calma para poder tomar decisiones adecuadas y proporcionar los primeros auxilios necesarios, puesto que el pánico puede agravar la situación. La calma, en definitiva, es necesaria para recordar los pasos a seguir en caso de infarto. Como puede intuirse, esto puede ayudar a manejar la situación de manera efectiva.
En caso de que la persona pierda el conocimiento y no tenga pulso, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP). Esto puede contribuir a mantener el riego sanguíneo suficiente hasta que llegue la ayuda médica.
Si se cuenta con un desfibrilador, este debe utilizarse siguiendo las instrucciones del dispositivo. Un desfibrilador administra un choque eléctrico al corazón, lo que puede ayudar a restablecer un ritmo cardíaco normal.
Es importante:
no desatender los síntomas o demorar la búsqueda de atención médica
no se debe dejar sola a la persona
no se debe permitir que la persona se duerma
no se debe administrar nada por vía oral si la persona está inconsciente
no se debe intentar mover a la persona a menos que sea absolutamente necesario.
Con riesgo o no de sufrir un infarto agudo de miocardio, se deben seguir las siguientes recomendaciones para mantener la salud del corazón:
Las personas que sufren de enfermedades crónicas, como la diabetes, o padecen de hipertensión deben controlar periódicamente su estado, así como asistir con regularidad al médico para recibir las prescripciones de medicamentos cuando estos son necesarios.
Un punto importante, asimismo, es bajar de peso siempre y cuando se tenga sobrepeso u obesidad. La acumulación de grasa en las arterias es una de las principales causas de los infartos agudos de miocardio.
Evitar el consumo de tabaco también es crucial. Está demostrado que el tabaquismo incrementa las posibilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.
El ejercicio regular contribuye con la salud del corazón. Si la persona cuenta con factores de riesgo y no realiza ejercicios, puede ser más propensa a infartos o eventos similares.
Una alimentación balanceada y adaptada a las necesidades individuales puede marcar la diferencia frente a la aparición de afecciones cardiovasculares. En general, se recomienda evitar las grasas saturadas, los productos ultraprocesados y las carnes rojas.
Evitar el consumo excesivo de alcohol, ya que esto puede afectar directamente a la presión arterial y, en consecuencia, al corazón.
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