Estimulación cognitiva: objetivos, pautas y ejercicios

La estimulación cognitiva consiste en la aplicación de actividades y técnicas orientadas a fortalecer y mantener el funcionamiento de las capacidades cognitivas de una persona. Se trata de una práctica que busca incidir en áreas como la atención, la concentración y las funciones ejecutivas, todas ellas necesarias desenvolverse con autonomía en la vida diaria. La aplicación de estos ejercicios es común en niños (estimulación temprana) y adultos, pero también lo es en personas de la tercera edad, quienes debido a la edad son más propensos a desarrollar deterioro cognitivo. 

Objetivos de la estimulación cognitiva 

El principal objetivo de estas actividades es, como ha visto, mantener las capacidades cognitivas de las personas. Esto impacta directamente en la prevención del deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y a las enfermedades neurodegenerativas. Además, mejora la calidad de vida y contribuye con la salud mental. Las actividades que se dirigen a la planificación, la toma de decisiones y la resolución de problemas estimulan diversas áreas cognitivas críticas para mantener al cerebro activo y saludable. 

¿Cómo aplicar la estimulación cognitiva? 

La intención de los ejercicios de estimulación cognitiva es estimular y mantener el cerebro funcional. Por eso, es necesario seguir determinadas pautas para que pueda ejecutarse de manera adecuada. Estas pautas son las siguientes: 

• Establecer un horario para llevar a cabo 4 o 5 actividades de estimulación cognitiva al día. 

• Asegurar que las sesiones sean cortas y diarias para evitar tanto la fatiga como la falta de costumbre. 

• Supervisar las actividades para, por un lado, garantizar que se cumplan según los objetivos del ejercicio y, por otro lado, brindar refuerzos positivos. Aquí los familiares o los cuidadores son fundamentales. 

• Explorar nuevas actividades para presentar constantes retos de estimulación cognitiva. 

Ejercicios de estimulación cognitiva para adultos 

A continuación, se presentan ejercicios específicos diseñados para adultos, con el propósito de potenciar diversas áreas cognitivas: 

Ordenar elementos 

Este ejercicio busca potenciar la atención y la concentración. Por ejemplo, se pueden presentar tarjetas con imágenes de frutas de diferentes tamaños y colores. El objetivo es que el adulto las ordene de la más pequeña a la más grande o por colores en un orden específico. 

Ordenar letras 

Fortalece las habilidades lingüísticas y la memoria. Un ejercicio podría ser presentar las letras "A", "L", "O" y "S" y pedir que forme la palabra "SOLA". Variaciones más complejas pueden incluir palabras más largas o la formación de varias palabras con un conjunto de letras. 

Relacionar conceptos 

Mejora la capacidad de asociación y razonamiento. Se pueden presentar dos columnas de palabras, donde una lista tiene nombres de países y la otra sus capitales, y el adulto debe relacionar cada país con su capital correspondiente. 

Seleccionar elementos por categorías 

Potencia la atención y la organización. Se puede presentar una lista con palabras como "manzana", "perro", "plátano" y "gato", y pedir que se agrupen las frutas por un lado y los animales por otro. 

Pagos exactos 

Mejora las habilidades matemáticas y la planificación. Por ejemplo, se puede simular una compra de 10 dólares y pedir al adulto que entregue el monto exacto utilizando monedas y billetes ficticios. 

Parejas de animales 

Fortalece la memoria visual y la concentración. Se pueden presentar tarjetas con imágenes de animales, algunas repetidas, y el objetivo es encontrar las parejas idénticas en el menor tiempo posible. 

Ejercicios de ortografía 

Potencia las habilidades lingüísticas. Se puede presentar una lista de palabras con errores ortográficos, como "havía" en lugar de "había", y pedir que se corrijan. También colocar letras que faltantes en una como ocurre en “s_mbrilla”. 

Sopas de letras 

Mejora la atención y la concentración. Se puede presentar una sopa de letras con palabras relacionadas a un tema, como "naturaleza" y el adulto debe encontrar términos como "árbol", "río" o "montaña". Se puede hacer más complejo según las condiciones del adulto mayor. 

Palabras encadenadas 

Potencia la fluidez verbal y la memoria. Se inicia con una palabra, como "casa", y el adulto debe decir otra que comience con la última letra o sílaba, como "amor", y así sucesivamente. 

Ordenar secuencias de acciones 

Mejora la planificación y el razonamiento secuencial. Se pueden presentar imágenes que representen acciones como levantarse, cepillarse los dientes, vestirse y desayunar, y el adulto debe ordenarlas lógicamente.