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Autor: Lucas Blitz Lozada Gobilard
La presente investigación consiste en señalar algunos problemas concernientes a la irresolución y la inconveniencia que surgen en la traducción de textos científicos especializados del inglés al español, particularmente, escritos de Matemática y Física. Con fundamentación teórica sobre la relevancia de los términos en los textos mencionados, la investigación analiza las digresiones que se dan en la traducción; es decir, muestra cómo el texto meta se aleja de la pertinencia en el uso de los términos. Ocho casos elegidos ponen al descubierto la imprecisión o discordancia de algunos términos. A partir de esto, la investigación señala los lineamientos para el correcto discernimiento lingüístico y para la elección apropiada de las palabras, según los destinatarios a los que la traducción está dirigida.
Al tratar las deficiencias de las traducciones de textos científicos, la más recurrente es la inconveniencia de uso de términos equivalentes en la lengua meta. En ocasiones, incluso inconscientemente, se usan préstamos, calcos, extranjerismos o expresiones lingüísticas arbitrarias, con términos inapropiados y sin que el texto traducido precautele el estilo ni la elegancia del documento original. Los conceptos teóricos sobre la traducción de textos científicos, particularmente en Matemática y Física, refieren el uso del lenguaje y de la notación matemática, evidenciando criterios diversos sobre el impacto del producto y deslizan tendencias de moda para que las investigaciones las sigan.
Este trabajo ofrece lineamientos para efectuar traducciones de textos de Matemática y Física precautelando la pertinencia científica y considerando el contexto de los usuarios posibles del texto traducido. El estudio de casos muestra cómo se dan imprecisiones, preferencias y errores en los que es frecuente incurrir al realizar una traducción. De modo manifiesto, los lineamientos son inferencias a partir de una base lingüística reducida, por lo que, su tratamiento y discusión permanecen abiertos.
Cabe indicar que la realización de la investigación lingüística que se presenta, ha incluido una extensa revisión bibliográfica, además del registro y análisis de los contenidos de entrevistas realizadas a cuatro expertos. Por una parte, se trata de dos investigadores hispanohablantes, que trabajan en las disciplinas estudiadas y tienen una vasta experiencia en la publicación de textos científicos indexados. Por otra parte, se trata de dos traductoras especializadas con más de 10 años de experiencia cada una.
Muchos autores coinciden en que, cuando se trata de traducción de textos especializados es inevitable la pérdida de significado, la merma de información (Haas, 1968, p. 209), y que la traducción refleja necesariamente la perspectiva personal del traductor, así como su cultura (Aixelá, 2013 p. 38). En este sentido, el valor de una traducción radicaría en disimular y minimizar las diferencias de las lenguas (Johnston, 1992, p. 44), en tanto que el traductor debiera apuntar al contexto histórico y académico del autor del texto que traduce, así como al conocimiento del tipo del lector al que se dirigió el texto original (Morris, 1971, p. 21).
El traductor especializado debe tener claro que el nuevo conocimiento se transmite sobre la base de un alto grado de contenidos previos que evidencian un acuerdo sobre el significado de los términos. Sin embargo, las peculiaridades de cada idioma llevan a calificar traducciones estrictamente literales como inconvenientes. Incluso en las ciencias exactas, la armonización internacional de las denominaciones en las jergas disciplinares es algo que se consigue muy ocasionalmente.
En un texto científico, los términos especializados no suponen más del 10% de las palabras que emplea (Newmark, P. 1938, p. 31), lo que ha llevado a autores a calificar la traducción de los mismos como una actividad meramente mecánica (Schleiermacher, 1813, o. 225) que utiliza pseudo-lenguajes atiborrados de tecnicismos y vocablos artificiosos (Ortega y Gasset, 2014, p. 19). En ese sentido, la traducción científica sería vulnerable, evidenciándose, además, la necesidad del traductor de evitar incurrir en los errores del texto original.
En suma, el traductor debería conocer lo suficiente para entender el texto original, disponer de la flexibilidad requerida para ajustarse y adaptar las convenciones del género científico a la lengua meta, y debería elegir los términos más claros, económicos y precisos en el idioma que use sin traicionar el sentido del idioma en que el autor creó el texto original.
La Matemática entendida como sistema de conocimientos estructurados usa un lenguaje propio desarrollado en la historia (Radillo et al. 2005, p.3). Su jerga incluye palabras y expresiones específicas; formas establecidas de demostración e inferencias deductivas, así como un simbolismo propio con signos y códigos operacionales (Alcalá, 2002, p. 19). En suma, planteamientos de estrategias que se consolidan como teoremas y leyes, lo que permite concebir que la rigurosidad del lenguaje matemático es irrefutable.
Sobre la necesidad o no que tiene la Matemática del lenguaje natural, los autores tienen posiciones diversas. Para algunos, el lenguaje natural sería el lugar espontáneo donde anidaría y crecería la Matemática (Lizcano, 1993, p. 135), mientras otros justifican y apoyan la posición generalizada de académicos en las ciencias exactas, que prefieren el uso de conceptos puros y una concepción formalista, solo posible con lenguaje simbólico
Incluso los traductores especializados suelen mostrar notoria inseguridad al realizar su labor con textos científicos. Esta falta de seguridad puede estar infundada en la carencia de conocimiento científico y técnico (Muñoz, 2002, p. 66) o la suposición del valor y el estatus de cualquier texto referido a la Ciencia (Kussmaul, 1997, p. 139), entre otros motivos. Tal es la inconformidad, que no es extraño que las dudas conduzcan a la obsesión de encontrar la palabra exacta en una frase. En adición, la era de la información y la revolución tecnológica reciente han traído nuevas dificultades a la labor del traductor especializado, y la traducción de textos científicos no es la excepción.
No obstante, es recomendable enfatizar que el carácter unívoco y exacto de los términos científicos, en lugar de dificultar la traducción, la facilitan. El traductor debe comprender también que un término tiene un significado determinado en un momento de la historia de la ciencia, y que este puede cambiar con el tiempo. No es inusual que un término propio de la jerga científica se modifique o sea aceptado por consenso posterior a su uso en el quehacer diario de los académicos.
La diversidad del origen y las características de las dificultades en la traducción de textos científicos imposibilita desarrollarlas extensivamente. Si embargo, identificar algunos problemas en torno al uso apropiado de los términos representa un paso importante. A continuación, se muestran los casos estudiados por el autor resumidos en forma de tabla, en los que se evidencian ejemplos de digresiones identificadas en traducciones científicas del inglés al español o viceversa.
Tabla 1. Casos estudiados: incluyen su fundamento, un ejemplo y presenta una alternativa.
Fuente: Elaboración propia
Con base en los casos estudiados, se explicitan los lineamientos para superar errores concernientes al uso de términos en la traducción de textos de Matemática y Física. Las recomendaciones se muestran en forma de tabla, diferenciadas según el tipo de texto traducido.
Tabla 2. Lineamientos generales según el tipo de texto que se desea traducir.
Fuente: Elaboración propia
La calidad académica en la traducción se obtiene conociendo el ámbito y el contexto en torno al que fue escrito el texto original a traducir. Esto implica advertir las demandas potenciales que el público objetivo tendría respecto de la traducción, en comparación con las expectativas satisfechas y el impacto que tuvo el texto original. Los casos estudiados en este trabajo muestran digresiones porque rompen la ilación de la traducción, incurriendo en distintos errores que afectan la coherencia, consistencia, elegancia, conveniencia, precisión e impacto de los productos terminados.
El objetivo central de la traducción especializada varía en función de la naturaleza del texto que se traduce. Para un escrito de divulgación científica, es transmitir fielmente el contenido original en la lengua meta, adaptando el lenguaje y el estilo a los lectores que les servirá la traducción. En la traducción de un texto orientado a la enseñanza, por otro lado, debe precaver la comprensión plena del lector como propósito principal. Finalmente, cabe decir que, en textos especializados de alto nivel de Matemática y Física, se requieren conocimientos disciplinares fundamentales para la comunicación académica y solvencia mínima para efectuar la mejor elección de términos según el contexto cultural.
El trabajo de un traductor con experiencia es el que mejor conviene en textos del género de divulgación científica. Para el caso de textos orientados a la enseñanza, es recomendable que el traductor tenga conocimientos de las ciencias de la educación y experiencia pedagógica, adaptando su producción a las demandas del público. Finalmente, las condiciones mencionadas inciden para que la traducción de textos especializados de Matemática y Física la realicen expertos en tales ciencias y no así traductores en general.
Aixelá, J. Franco. (2013). “La traducción científico-técnica: Aportaciones desde los estudios de traducción”. En Letras 53 (13), La Rioja, pp. 37-60. ISSN: 1409-424X. (2015). “La traducción de textos científicos y técnicos”. Repositorio Institucional de la U. Alicante. Departamento de Traducción e Interpretación, Alicante, pp. 5-31. OAI: 10045/48277.
Alcalá Hernández, Manolo. (2002). La construcción del lenguaje matemático. Barcelona: Editorial Graó. ISBN: 9788478272808.
Haas, William. (1968). ‘The theory of meaning’ in The theory of translation. George H. R. Parkinson (ed.). London: Oxford University Press, pp. 208-28.
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Kussmaul, Paul. (1997). “Comprehension processes in translation: A Think-Aloud Protocol (TAP) Study”. Ed. Snell-Hornby, M., Z. Jettmarova y K. Kaindl. Translation as Intercultural Communication, Amsterdam, John Benjamins, pp. 239-48.
Lizcano, Emmánuel. (1993). Imaginario colectivo: La construcción social del número y el infinito. Editorial Paidos. Barcelona. ISBN: 0210-2862.
Morris, Charles W. (1971). Writings on the General Theory of Signs (Approaches to Semiotics). The Hague, París: Mouton.
Muñoz, Ricardo. (2002). “De la ciencia, la inseguridad y las perlas de tu boca”. En La traducción científico-técnica y la terminología en la sociedad de la información. Colección: ‘Estudis sobre la traducció’. Publicaciones de la Universitat Jaume I, Castelló de la Plana, pp. 65-85. ISBN: 84-8021-409-0.
Newmark, Peter. (1988). Approaches to Translation. Oxford: Pergamon Press, Prentice Hall, England. ISBN: 10: 0130437956.
Ortega y Gasset, José. (2004). “Miseria y esplendor de la traducción”. TTR 17(1), Trad. Clara Foz. En ‘La Nación de Buenos Aires’, pp. 13-53. https://www.erudit.org/revue/ttr/
Radillo Enriquez, Marisol; Neserova, Elena; Ulloa Azpeitia, Ricardo & Pantoja Rangel, Rafael. (2005). “Obstáculos en el aprendizaje de las Matemática relacionados con deficiencias en la traducción del lenguaje cotidiano al lenguaje matemático y viceversa”. En V Congreso Internacional Virtual en Educación, La Plata.
Schleiermacher, Friedrich. (1813). Sobre los diferentes métodos de traducir. Trad. Valentín García Yebra. Madrid: Gredos, 2000.
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