Retahíla: usos y ejemplos
¿Qué es una retahíla? ¿Para qué sirve? ¿Cómo se hace? Estas son algunas de las preguntas que te puedes hacer al escuchar esta palabra, que tiene varios significados y usos en el lenguaje.
En este artículo, te explicamos qué es una retahíla, te damos algunos ejemplos y te mostramos cómo puedes usarla como una herramienta para divertirte, aprender y crear.
Concepto de Retahíla
El término retahíla proviene del latín “retahere”, que significa "repetir" o "reiterar". Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE), una retahíla es:
Una "serie de palabras o frases que se dicen o escriben unas tras otras, sin orden ni concierto".
Una "serie de cosas que se suceden sin interrupción".
Una "canción infantil con estribillo que se repite después de cada verso".
Como puedes ver, una retahíla puede ser una sucesión de palabras o de cosas, que se caracteriza por la repetición, la continuidad y la falta de orden o lógica. Sin embargo, esta aparente falta de sentido puede tener una intención o un efecto, como veremos a continuación.
Ejemplos
Existen muchos ejemplos de retahílas en el lenguaje oral y escrito, tanto en la literatura como en la cultura popular. Algunos de ellos son:
- Retahílas de palabras que riman o que tienen alguna relación fonética o semántica, como:
"Como quieres que te quiera si el que quiero que me quiera no me quiere como quiero que me quiera".
"Tres tristes tigres tragaban trigo en un trigal".
"El cielo está enladrillado, ¿quién lo desenladrillará? El desenladrillador que lo desenladrille, buen desenladrillador será".
- Retahílas de frases que se van añadiendo o modificando, como:
"Érase una vez un barquito chiquitito, que no podía, que no podía, que no podía navegar. Pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis semanas, pasaron un, dos, tres, cuatro, cinco, seis meses, y aquel barquito, y aquel barquito, y aquel barquito navegó".
- Retahílas de cosas que se van enumerando o relacionando, como:
"Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña, como veía que resistía fue a llamar a otro elefante. Dos elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante. Tres elefantes se balanceaban sobre la tela de una araña, como veían que resistía fueron a llamar a otro elefante. Y así sucesivamente".
Usos de la Retahíla como sucesión y como juego de palabras
Como hemos visto, una retahíla puede ser una sucesión de palabras o de cosas, que se repiten o se modifican de forma arbitraria o caprichosa. Sin embargo, este recurso lingüístico puede tener varios usos y funciones, tanto lúdicas como educativas. Algunos de ellos son:
Como sucesión: Una retahíla puede servir para expresar una idea o un sentimiento de forma exagerada, intensa o irónica, mediante la acumulación o la enumeración de palabras o de cosas. Por ejemplo:
- "Te quiero más que a la sal, más que al agua, más que al aire, más que al sol, más que a la luna, más que a las estrellas, más que a todo el universo".
- "No tengo ni un duro, ni un peso, ni un centavo, ni un euro, ni un yen, ni un dólar, ni un franco, ni una libra, ni un rublo, ni un sol, ni un bolívar, ni un real, ni nada de nada".
Como juego de palabras: Una retahíla puede servir para divertirse, aprender y crear, mediante la combinación o la transformación de palabras o de cosas, jugando con la rima, el ritmo, el sonido, el significado, la lógica, la imaginación, etc. Por ejemplo:
- "Si la sierva que te sirve, no te sirve como sierva, ¿de qué sirve que te sirva una sierva que no sirve?".
Juegos de palabras para niños con retahílas
Las retahílas son un recurso muy útil y divertido para enseñar juegos de palabras a los niños, ya que estimulan su memoria, su atención, su fluidez verbal, su comprensión, su creatividad y su sentido del humor. Una actividad didáctica que se puede hacer con retahílas es:
- Repetir retahílas: Una actividad sencilla y divertida es repetir retahílas que ya existen, tratando de memorizarlas y pronunciarlas correctamente, sin equivocarse ni tartamudear. Se puede hacer individualmente o en grupo, por turnos o al unísono, con o sin música, con o sin gestos, etc. Por ejemplo:
"Pablito clavó un clavito, ¿qué clavito clavó Pablito?".
"El que poco coco come, poco coco compra. El que poca capa se tapa, poca capa se compra. Como yo poco coco como, poco coco compro. Y como poca capa me tapo, poca capa me compro".
"Si yo como como como, y tú comes como comes, ¿cómo comes como como, si yo como como como?".
Tambien pueden completar retahílas o inventarlas para enseñar juegos de palabras a los niños, pero hay muchas más posibilidades y variantes. Lo importante es que se diviertan, aprendan y creen con el lenguaje, y que descubran el poder y la magia de las palabras.
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