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La palabra "narcisista" es hoy más conocida que nunca debido a su constante utilización para nombrar a las personas que se sienten superiores y priorizan sus necesidades. Sea en el ámbito profesional o, incluso, en las redes sociales, las personas la usan sin conocer quizá que este término es utilizado en el mundo de la psicología para denominar a quienes padecen un trastorno de personalidad determinado.
Se trata del trastorno de la personalidad narcisista. ¿Quieres saber en qué consiste realmente? ¿Desean aprender cómo reconocer a una una persona narcisista? ¡Aquí te lo contamos!
El trastorno de la personalidad implica un patrón de pensamiento en el que la persona que lo padece se autopercibe con grandiosidad, por lo que, para alimentar su autoestima y autoconcepto, requiere admiración constante y adulación de los demás.
Es un trastorno en el que la falta de empatía es característica; por esto y los sentimientos de superioridad, los narcisistas pueden provocar consecuencias negativas en quienes se relacionan con ellas, a quienes menosprecian o devalúan para sostener su sentimiento de superioridad.
La persona narcisista, entonces, se muestra sensible ante la crítica y reacciona con ira frente a cualquier amenaza a su autoimagen. En consecuencia, posee dificultades significativas en la creación y establecimiento de relaciones saludables. Además, a pesar de su aparente autoconfianza, su sentido de superior suele asociarse a una defensa acérrima una autoestima vulnerable.
Las personas narcisistas suelen relacionarse con los demás de manera superficial y, paradójicamente, funcional. Esto les permite establecer dinámicas para satisfacer sus propias necesidades de admiración y validación. Por tanto, requieren atención de los demás, y evalúan sus acciones para analizar si lo que hacen está dentro de sus expectativas. Se construye un autoconcepto que les impele a asociarse con personas de su misma valía.
Detrás de todo esto, desde luego, se encuentra la idea de que sus aptitudes y capacidades son elevados en comparación con las de otros. La baja autoestima que intentan alimentar se fundamenta en la subestimación y el menosprecio sobre la base de sus logros, talento y características especiales que les diferencian. Carecen de empatía, son poco recíprocos, generan conflicto y reaccionan de manera altiva cuando no reciben lo que esperan.
Para reconocer y diagnosticar a una persona narcisista, se debe atender a las siguientes características que la define en la mayoría de los casos.
La empatía, en pocas palabras, consiste en comprender los sentimientos y necesidades de los demás. En cambio, la persona narcisista carece de esta capacidad, por lo que actúa sin considerar las consecuencias de sus actos.
La persona narcisista se centra en sus propias ideas y las cree superiores, lo que le conduce a menospreciar e ignorar los argumentos, logros y necesidades de los demás. En este sentido, las conversaciones giran en torno de ella.
Los narcisistas tienen una baja tolerancia a las críticas, así que cualquier comentario puede tomarse como un ataque personal. Ante esto, las respuestas pueden ser desproporcionadas y recalar en represalias.
Estas personas pueden utilizar estrategias para manipular a otros con el claro objetivo de mantener su imagen y alcanzar sus objetivos. No considerar el impacto que esto tiene, de modo que pueden incluso aprovecharse de los demás y utilizarlos como medios para sus propios fines.
Tienen un concepto hiperbólico sobre sus habilidades, logros y talentos. Este autoconcepto los convierte en personas reticentes a las realidades contradictorias con su comprensión del mundo, lo que incluye valores sobre el éxito, belleza, poder o amor.
En su búsqueda de mantener una sensación de superioridad, pueden participar en comportamientos crueles o degradantes hacia los demás. Esto se hace con frecuencia para minimizar o deshabilitar a aquellos que perciben como amenazas.
Los narcisistas pueden experimentar los siguientes problemas debido a su distorsionada autopercepción:
Las personas con trastorno de la personalidad narcisista pueden no solicitar ayuda profesional debido a que la construcción de su imagen no les permite considerarse débiles. Sin embargo, podrían asistir a psicólogos y otros profesionales de la salud mental para tratar otros trastornos, como los trastornos del ánimo, o las adicciones a drogas.
Cuando el tratamiento se estipula tras el reconocimiento de este trastorno, se suelen recomendar hasta tres tipos de intervenciones: la psicoterapia psicodinámica, el tratamiento con mentalización y la psicoterapia de transferencia. Asimismo, la terapia cognitivo-conductual puede ayudar a la persona narcisista a identificar y modificar sus patrones de pensamiento.
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