Curso de Sexología y Terapia Sexual (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
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En la sociedad argentina y en todo el mundo, la sexualidad es un tema que a menudo está rodeado de mitos, estigmas, desinformación y prejuicios. Estas ideas erróneas pueden tener un impacto negativo en la salud sexual, las relaciones y la autopercepción.
Por eso, en este artículo desmitificaremos algunas de las falsas creencias en torno a la vida sexual de cada persona. Este es el primer paso para poder disfrutar de nuestra sexualidad de forma saludable y alejada de cualquier tipo de violencia sexual. ¡No te pierdas ningún detalle!
Dentro de la sexualidad de las personas, la masturbación se debe comprender como una parte natural y saludable. Sin embargo, persisten mitos que la rodean, como que es perjudicial para la salud o que solo la practican personas solteras. La realidad es que la masturbación tiene numerosos beneficios, tanto físicos como emocionales.
Ayuda a aliviar el estrés, mejora el sueño, fortalece el sistema inmunológico y fomenta la autoexploración. Además, es una práctica común entre personas en relaciones comprometidas.
Este es uno de los mitos más comunes y erróneos que circulan en torno al sexo durante el embarazo. Sin embargo, si nos informamos debidamente o acudimos a un terapeuta sexual, comprobaremos que en la mayoría de los casos el feto está protegido por el saco amniótico y el cuello uterino, lo que lo mantiene seguro durante las relaciones sexuales.
A menos que existan complicaciones médicas específicas, como un riesgo de parto prematuro o una placenta previa, el sexo suele ser seguro y no causa ningún daño al bebé.
Otro mito que genera preocupación es la idea de que el orgasmo durante el sexo puede provocar contracciones y, potencialmente, adelantar el parto. En realidad, los orgasmos liberan oxitocina, una hormona que está involucrada en las contracciones uterinas. Sin embargo, las contracciones después del orgasmo suelen ser temporales y no indican necesariamente un parto inminente.
A medida que las personas envejecen, a menudo surgen mitos sobre la disminución del deseo sexual y la actividad sexual. Es importante destacar que la sexualidad es una parte natural y continua de la vida, independientemente de la edad. Aunque puede haber cambios físicos y hormonales con el tiempo, la intimidad y la conexión emocional siguen siendo esenciales.
Fomentar una comunicación abierta sobre las necesidades y deseos sexuales en las relaciones enriquece la experiencia sexual a lo largo de toda la vida.
Otro mito común es la idea de que las personas mayores no pueden tener relaciones sexuales satisfactorias. Esto es completamente falso. Si bien las capacidades físicas pueden cambiar con la edad, existen muchas maneras de mantener una vida sexual plena y satisfactoria en la vejez. La comunicación abierta con la pareja y la adaptación a las necesidades y limitaciones del cuerpo son clave para disfrutar de la intimidad sexual.
Algunas personas pueden creer que la sexualidad en la vejez se centra únicamente en el aspecto físico y que la conexión emocional ya no es importante. Esto es un error. La intimidad emocional sigue siendo fundamental a lo largo de toda la vida y puede ser aún más significativa en la vejez. Las parejas mayores a menudo valoran la conexión emocional y la cercanía tanto como el aspecto físico de la sexualidad.
Los mitos sobre el orgasmo persisten tanto para las mujeres como para los hombres. Uno de los mitos más comunes es que las mujeres siempre deben alcanzar el orgasmo durante el sexo vaginal, lo cual es falso.
La realidad es que las mujeres experimentan el orgasmo de diversas formas, y la estimulación del clítoris es clave para muchas de ellas. En cuanto a los hombres, la idea de que siempre deben mantener una erección duradera es incorrecta. La sexualidad masculina también es diversa y no se limita a la penetración.
La diversidad sexual es un elemento fundamental de la sociedad. Sin embargo, persisten mitos y prejuicios sobre la homosexualidad y la bisexualidad. Uno de los mitos más dañinos es que la orientación sexual es una elección.
La realidad es que la orientación sexual es una parte fundamental de la identidad de una persona y no se puede cambiar. Desafiar estos estereotipos y promover la aceptación y la igualdad es esencial para construir una sociedad más inclusiva y respetuosa.
La sexualidad es una parte integral de la experiencia humana, y es crucial abordar los mitos y las creencias erróneas que la rodean. La educación sexual, la desmitificación y la promoción de una comunicación abierta son fundamentales para romper los tabúes y estigmas que persisten en nuestra sociedad.
Es importante recordar que cada individuo es único, y su experiencia sexual puede variar. Al desafiar estos mitos y estigmas, podemos avanzar hacia una sociedad más informada, respetuosa y consciente de la diversidad sexual.
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