Conoce el proceso de embolización de fibromas uterinos

Conoce el proceso de embolización de fibromas uterinos

La salud femenina enfrenta diversos desafíos, uno de ellos es el tratamiento de los fibromas uterinos. Esta afección, común en mujeres en edad fértil, puede generar desde molestias leves hasta síntomas severos que requieren intervención médica.

La embolización y la cirugía son dos opciones relevantes para su manejo. A continuación, exploraremos cómo se realiza la embolización y cuándo es necesaria la cirugía para tratar los fibromas uterinos. ¡Vamos a analizarlo!

¿Qué son los fibromas uterinos?

Los fibromas uterinos, también conocidos como miomas, son masas no cancerosas que crecen en el útero de una mujer, mayormente durante sus años de fertilidad. Aunque su origen exacto no está del todo claro, se sabe qué factores como las hormonas y la genética juegan un papel importante en su desarrollo.

Características y tipos de fibromas

Los fibromas pueden variar considerablemente en tamaño, desde microscópicos hasta masas que pueden distorsionar y agrandar el útero. Según su ubicación, se clasifican principalmente en:

• Submucosos: Se encuentran en la cavidad uterina.
• Intramurales: Ubicados dentro de la pared muscular del útero.
• Subserosos: Se desarrollan en la superficie exterior del útero.

Dependiendo de la tipología pueden variar los síntomas y los tratamientos requeridos.

Factores de riesgo y síntomas

Existen factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar fibromas, como antecedentes familiares, la edad (especialmente durante los 30 y 40 años), y factores hormonales como niveles elevados de estrógeno y progesterona.

Los síntomas varían y en muchos casos, los fibromas son asintomáticos. Sin embargo, cuando presentan síntomas, estos pueden incluir:

• Menstruaciones prolongadas y abundantes.
• Dolor pélvico o sensación de llenura.
• Frecuencia aumentada al orinar.
• Estreñimiento y otros problemas de evacuación.
• Dolor durante las relaciones sexuales.
• Complicaciones durante la gestación y parto.

Diagnóstico y seguimiento de los fibromas uterinos

El diagnóstico de los fibromas uterinos generalmente se realiza durante un examen pélvico rutinario. Para confirmar el diagnóstico y evaluar el tamaño y la ubicación de los fibromas, se pueden utilizar métodos de imagen como ultrasonidos, resonancia magnética y otros exámenes especializados.

Mantener un monitoreo frecuente es importante para manejar cualquier síntoma que pueda surgir. Por ello, las mujeres con fibromas uterinos se deben someter a un seguimiento regular para controlar el crecimiento y el desarrollo de los fibromas.

¿Cómo se realiza la embolización?

La embolización de fibromas uterinos es un procedimiento mínimamente invasivo que se ha establecido como una opción eficaz para el tratamiento de estos tumores benignos. Este procedimiento se realiza generalmente en un hospital o clínica especializada y es llevado a cabo por un radiólogo intervencionista.

Preparación para la embolización

Antes de someterse a una embolización, la paciente debe pasar por una evaluación detallada. Esto incluye:

• Historial médico completo: Evaluación de los síntomas, historial de embarazos y cualquier otro problema de salud relevante.
• Exámenes de diagnóstico: Imágenes por resonancia magnética (IRM) o ultrasonido para determinar la ubicación, tamaño y número de fibromas.
• Pruebas preoperatorias: Análisis de sangre y otras pruebas para asegurarse de que la paciente esté en condiciones óptimas para el procedimiento.

El Proceso de embolización

El procedimiento de embolización se realiza de la siguiente manera:

1. Anestesia: Generalmente, se utiliza anestesia local con sedación, lo que significa que la paciente está despierta pero relajada y sin dolor.
2. Acceso vascular: El radiólogo intervencionista realiza una pequeña incisión, usualmente en la ingle o en la muñeca, para acceder a una arteria.
3. Colocación del catéter: Se introduce un catéter delgado a través de la arteria y se guía hasta las arterias uterinas utilizando técnicas de imagenología en tiempo real.
4. Liberación de agentes embolizantes: A través del catéter, se liberan pequeñas partículas embolizantes en las arterias que alimentan los fibromas. Estas partículas bloquean el flujo sanguíneo hacia los fibromas, lo que eventualmente lleva a su reducción de tamaño y a la disminución de los síntomas.
5. Monitoreo: Durante el procedimiento, se realizan imágenes constantes para asegurar la correcta colocación y liberación de los agentes embolizantes.

Ventajas de la embolización

• Menor riesgo que la cirugía.
• Recuperación más rápida.
• Preservación del útero.

Cirugía para Fibromas Uterinos: ¿Cuándo es Necesaria?

La cirugía, como la miomectomía o la histerectomía, es considerada cuando los fibromas son muy grandes, causan síntomas severos o hay un deseo de mantener la fertilidad.

Tipos de cirugías para fibromas

• Miomectomía: Se extraen los fibromas conservando el útero.
• Histerectomía: Se extirpa todo el útero, una opción definitiva, especialmente en mujeres que no desean tener hijos en el futuro.

Consideraciones para la cirugía

• Tamaño y ubicación de los fibromas.
• Síntomas.
• Deseo de preservar la fertilidad.

La elección entre embolización y cirugía depende de varios factores, incluidos los síntomas, el tamaño y la ubicación de los fibromas, y el deseo de preservar la fertilidad. Es crucial una conversación abierta con el ginecólogo para determinar el mejor curso de acción.

Los fibromas uterinos, aunque comunes, requieren una atención personalizada. En Puerto Rico, tanto la embolización como la cirugía ofrecen soluciones efectivas. Recordemos que cada mujer es única y merece un tratamiento adaptado a sus necesidades y objetivos de salud.

Para cualquier preocupación o síntoma, es vital consultar a un especialista. La salud femenina merece atención y cuidado, y cada paso hacia su bienestar cuenta.

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