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¿Sabías que las hormigas no duermen? O al menos no como nosotros conocemos el concepto de descanso. Sus siestas, de apenas uno o pocos minutos, pueden acumularse para resultar en hasta cuatro o cinco horas de sueño diarias en el caso de las hormigas trabajadoras. Para la hormiga reina, su tiempo de descanso total es el doble.
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Si quieres conocer más curiosidades como esta sobre el reino animal, ¡sigue leyendo! Te contamos todo lo que necesitas saber acerca de los animales salvajes.
Según la Real Academia Española, el término "salvaje" se refiere a lo no domesticado. Por ende, entendemos que la definición de animal salvaje es la de aquel que se cría y vive ajeno al condicionamiento impuesto por el ser humano.
Esa sería la primera característica de las especies salvajes: viven en la naturaleza, habitando espacios donde no hay lugar para la intervención humana. En el planeta existen alrededor de 7,7 millones de especies de animales descubiertas, de las cuales el 20% están en peligro de extinción. Por esto mismo, existen numerosas asociaciones y entidades dedicadas a la protección de la fauna, aunque nuestro modelo de vida como sociedad sea el causante de las amenazas.
Otra característica a destacar es su forma de alimentación. Herbívoros o carnívoros, deben conseguir su supervivencia por sí mismos sin intervención humana, dándole sentido a la cadena alimenticia.
Como hemos mencionado antes, la principal diferencia entre animales salvajes y domésticos radica en su relación con los humanos y el grado de intervención humana en su crianza y manejo. Los animales salvajes viven en su hábitat natural, lejos de la intervención humana significativa, mientras que los animales domésticos han sido criados y mantenidos por los humanos a lo largo del tiempo.
Los animales salvajes tienen comportamientos y patrones naturales que les permiten sobrevivir en su entorno natural, exhibiendo instintos de supervivencia desarrollados para cazar, forrajear y defenderse. En contraste, los animales domésticos han sido criados y seleccionados para depender de los humanos para su alimentación, refugio y cuidado. Han perdido algunas de sus características naturales de supervivencia y, a menudo, exhiben una variedad de comportamientos modificados genéticamente o seleccionados para adaptarse a las necesidades humanas.
Además, la reproducción de animales salvajes ocurre naturalmente en su entorno, siguiendo patrones biológicos y estacionales, mientras que los animales domésticos a menudo son criados selectivamente por humanos para características específicas deseables.
El ciclo de vida de los animales salvajes abarca diversas etapas. Comienza con el nacimiento o eclosión de las crías, seguido de una fase de infancia o juventud durante la cual dependen de sus padres para la alimentación y protección. A medida que crecen, los animales se vuelven más independientes, aprendiendo habilidades esenciales para la supervivencia, como la caza.
La madurez sexual marca otra etapa clave, preparando a los animales para reproducirse. La reproducción puede implicar rituales de apareamiento, construcción de nidos y cuidado parental. Algunas especies tienen ciclos reproductivos continuos, mientras que otras siguen ciclos estacionales vinculados a cambios en el entorno.
Con el tiempo, los animales envejecen, experimentando un declive en su salud y capacidad de supervivencia. La muerte, ya sea por depredación, enfermedad, condiciones climáticas extremas o vejez, cierra el ciclo de vida. La muerte de un individuo puede tener repercusiones importantes en la dinámica de la población y en el ecosistema en general. Cabe destacar que estas etapas son generales y la duración o detalles específicos varían según la especie y su entorno particular.
Algunas de las especies en peligro de extinción en la actualidad pueden resultar sorprendentes debido a que creíamos su desaparición mucho más lejana, aunque la realidad nos diga lo contrario. Estas son:
Este animal terrestre se ve amenazado por los altos niveles de caza furtiva, las enfermedades infecciosas, el rápido crecimiento de las poblaciones humanas en el África subsahariana y la llegada de la agricultura industrial. Esto hace que se prevea la reducción de su población a más del 50% durante los próximos 30 años.
El tigre ha experimentado una reducción de su población en al menos 9 de los 13 países donde tenía presencia, convirtiéndolo así en una especie amenazada a pesar de su gran capacidad de adaptación.
Hay más de 80 especies de lémures en peligro de extinción dada la tala y quema de bambú a causa de la agricultura, dejando al lémur sin su hábitat natural.
Entre las principales causas de la reducción de la población de este tipo de elefantes está la pérdida de hábitat debido a la expansión de la población humana, causando que se considere un peligro de extinción probablemente irreversible.
Se prevé que este animal pueda desaparecer en menos de dos décadas dada la considerable disminución en su tasa de reproducción en casi todos los países europeos.
No podemos olvidarnos de los animales marinos, y menos de esta especie concreta, que se encuentra en peligro crítico de extinción dada su reducción de la población en un 97%.
Para evitar la desaparición de más especies, existe regulación como la Ley de protección y bienestar animal, aunque estamos ante una cuestión que requiere cooperación universal con tal de conservar nuestra fauna y flora, tan importante para un planeta en condiciones habitables.
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