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La recesión gingival es una condición en la cual el tejido de las encías se retrae o se desplaza hacia atrás, exponiendo la raíz de los dientes. Esto puede provocar sensibilidad dental, ya que la raíz no está protegida por esmalte y puede estar expuesta al frío, al calor y a otros estímulos. Además, puede afectar la apariencia estética de la sonrisa.
La medicina moderna ha arrojado muchos detalles sobre este problema, haciendo que podamos notar algunas de las causas posibles para la recesión dental, las cuales incluyen:
El cepillado dental agresivo, caracterizado por el uso de fuerza excesiva o cepillos de dientes con cerdas duras, puede dañar las encías y hacer que se retraigan. Al cepillar con demasiada fuerza, se puede desgastar el tejido gingival, lo que eventualmente lleva a la recesión.
Es importante tener una técnica de cepillado adecuada, realizando movimientos suaves y circulares. Además, se recomienda evitar el uso de cepillos de dientes con cerdas duras, ya que pueden causar daño a las encías.
La enfermedad periodontal, también conocida como enfermedad de las encías, es una infección bacteriana que afecta los tejidos que rodean y soportan los dientes. Si no se trata, la enfermedad periodontal puede causar recesión gingival. Esta enfermedad comienza con la acumulación de placa bacteriana en los dientes y las encías, lo que lleva a la inflamación de las encías (gingivitis).
Con el tiempo, si la gingivitis no se trata, puede progresar a periodontitis, una forma más grave de la enfermedad. El tratamiento de la enfermedad periodontal implica la eliminación de la placa y el sarro mediante una limpieza profesional realizada por un dentista o higienista dental. En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento periodontal adicional, como raspado y alisado radicular, cirugía periodontal o terapia con láser.
Algunas personas tienen una mayor susceptibilidad a desarrollar esta condición debido a factores genéticos heredados. Esto significa que pueden experimentar el problema incluso en ausencia de factores desencadenantes obvios, como cepillado agresivo o enfermedad periodontal.
Si tienes antecedentes familiares, es importante ser consciente de esta predisposición y tomar medidas para mantener una buena salud bucal y prevenir o tratar la recesión gingival de manera oportuna.
Cuando los dientes están mal alineados, se pueden crear puntos de contacto inadecuados entre los dientes y la mordida puede ejercer una fuerza desequilibrada sobre las encías, lo que puede provocar su retracción.
El tratamiento de la maloclusión dental puede implicar el uso de ortodoncia para corregir la alineación de los dientes. Al hacerlo, se puede redistribuir la presión ejercida sobre las encías, lo que ayuda a prevenir o detenerla.
Otra forma de como detener la recesión gingival es mediante la cirugía. Aquí te mencionamos algunas de las técnicas quirúrgicas utilizadas:
En este procedimiento, se toma tejido blando, generalmente de la zona del paladar, y se transplanta en el área de la recesión para cubrir la raíz expuesta. El tejido del injerto puede provenir del propio paciente (autólogo) o de fuentes donantes (alógeno).
Existen diferentes tipos de injertos, como:
En este procedimiento, se toma un trozo de tejido conectivo de la capa subepitelial del paladar y se coloca en la zona afectada para cubrir la raíz expuesta.
El objetivo principal del injerto de tejido conectivo es aumentar el grosor de la encía y proporcionar una cobertura adicional a la raíz expuesta. Esto ayuda a prevenir la sensibilidad dental y protege la raíz de los estímulos externos. Además, contribuye a mejorar la estética de la sonrisa, restaurando el contorno natural de las encías.
Este procedimiento se realiza con anestesia local y el tejido conectivo se obtiene mediante una pequeña incisión en el paladar. Luego, el tejido se sutura en su lugar en la zona de la recesión gingival. Este injerto tiene una alta tasa de éxito y puede ser una opción efectiva para tratar la recesión gingival.
La regeneración ósea guiada es un procedimiento quirúrgico que se utiliza en casos de recesión gingival asociada con pérdida ósea significativa alrededor de los dientes.
En este procedimiento, se utilizan materiales de injerto óseo y membranas protectoras para estimular el crecimiento de nuevo hueso y permitir la regeneración del tejido periodontal.
Durante el proceso, el profesional de la salud dental coloca el material de injerto óseo en el área afectada, promoviendo la formación de nuevo tejido óseo. Luego, se coloca una membrana protectora sobre el área tratada para mantener el espacio necesario para el crecimiento del hueso y evitar la invasión de tejido no deseado.
En este procedimiento, se realiza una incisión en la encía para crear un colgajo de tejido, permitiendo el acceso a la zona afectada. Luego, se realiza la limpieza de la raíz expuesta y se reposiciona el colgajo sobre el área tratada, suturándolo en su lugar.
La cirugía de colgajo permite un acceso más amplio y directo a la zona afectada, lo que facilita la limpieza de la raíz del diente y el tratamiento de la recesión gingival. Después de reposicionar el colgajo, se realiza la sutura para asegurar su estabilidad y permitir una adecuada cicatrización.
Para finalizar, debemos acotar que la elección de la técnica quirúrgica dependerá de la evaluación y recomendación de un profesional de la salud dental, como un periodoncista o un dentista especializado en enfermedades de las encías.
Además, el cuidado continuo de la salud bucal y las visitas regulares al dentista son fundamentales para prevenir la recesión gingival y mantener unas encías saludables.
Si presentas recesión gingival o tienes preocupaciones sobre la salud de tus encías, te recomendamos que consultes a un dentista para recibir un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
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