Curso de Tratamientos con Opioides. Efectos Secundarios (Titulación Universitaria + 8 Créditos ECTS)
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Los opioides son una clase de medicamentos que se emplean en medicina para aliviar el dolor. Están relacionados con el opio, una sustancia natural obtenida de la amapola de opio. Existen diferentes tipos de opioides, que varían en su origen (naturales, semisintéticos o sintéticos) y potencia. Se utilizan sobre todo para paliar el dolor moderado a severo de enfermedades. Bloquean las señales de dolor que los receptores mandan al cerebro y la médula espinal, aliviando a pacientes que experimentan dolor crónico o agudo debido a diversas condiciones médicas, como cirugías, lesiones, enfermedades crónicas o cáncer.
En este artículo te contamos cuáles son los principales opioides para el dolor crónico que se emplean en medicina y en cuidados paliativos. Además, te hablamos sobre sus efectos secundarios y el síndrome de abstinencia en pacientes que consumen medicamentos con sustancias opioides.
El uso de opioides para tratar el dolor crónico debe ser cuidadosamente gestionado por profesionales de la salud debido al riesgo de dependencia y efectos secundarios que pueden derivarse de su consumo, incluso cuando se siguen las pautas que el médico le ha prescrito al paciente. Son muchos los medicamentos que contienen opioides que pueden recetarse en función de la dolencia de cada paciente y sus circunstancias. Los principales opioides para tratar el dolor crónico son:
Hidrocodona: Opioide semisintético que influye en los receptores opioides en el sistema nervioso central para aliviar el dolor, y que se prescribe para tratar el dolor moderado a severo. Se encuentra en formulaciones combinadas con analgésicos no opioides, como el paracetamol o el ibuprofeno.
Oxicodona: La oxicodona, también llamada naloxona, es un analgésico opioide semisintético que se utiliza para tratar el dolor moderado a severo. Es de liberación prolongada, por lo que su efecto dura 24 horas.
Tramadol: Es un analgésico que combina propiedades opioides con mecanismos de acción adicionales que lo hacen único. Inhibe la recaptación de serotonina y noradrenalina, además de actuar en los receptores opioides.
Morfina: Es un opioide natural obtenido a partir del opio de la amapola y que se comercializa en diferentes formas farmacéuticas, a saber: comprimidos, soluciones inyectables y parches transdérmicos.
Codeína: Es un opioide utilizado comúnmente en combinación con otros medicamentos para tratar el dolor leve a moderado y la tos. Al entrar en el cuerpo, este se convierte en morfina y actúa sobre los receptores opioides.
Oximorfona: La oximorfona es un opioide semisintético utilizado para el tratamiento del dolor moderado a severo. Está disponible en formulaciones de liberación inmediata o prolongada.
Fentanilo: Es un potente opioide sintético utilizado para tratar el dolor intenso, como en el caso del cáncer. Es perfecto para este propósito, pues actúa rápidamente en los receptores opioides, siendo mucho más potente que otros opioides.
Buprenorfina: Opioide parcial que actúa como agonista en los receptores opioides y que se emplea tanto en el tratamiento del dolor crónico como en la desintoxicación de la dependencia de opioides. Puede encontrarse en formulaciones transdérmicas, comprimidos o películas bucales.
Metadona: Opioide sintético que se utiliza en el tratamiento del dolor crónico y en la desintoxicación de la dependencia de opioides. Actúa en los receptores opioides y tiene propiedades de bloqueo de la recaptación de serotonina y norepinefrina.
Por desgracia, es relativamente frecuente que los pacientes que consumen opioides para el dolor experimenten algún efecto secundario. Su prevalencia excede la mitad de los pacientes que se someten a un tratamiento con opioides. En general, estos efectos secundarios van remitiendo a medida que el cuerpo se habitúa al opioide. Sin embargo, algunos efectos adversos como el estreñimiento o el prurito suelen permanecer invariables. Así pues, los principales efectos secundarios que se observan en el consumo de opioides para el dolor crónico son:
Cabe destacar que una sobredosis de opioides puede provocar la muerte, por lo que, si sospechamos que alguien ha consumido una dosis mayor de la recetada, deberemos ponernos en contacto de forma inmediata con los servicios médicos de urgencia pertinentes.
Al hablar de síndrome de abstinencia (popularmente conocido como “mono”) a un conjunto de síntomas físicos y emocionales que se manifiestan cuando una persona dependiente de estos medicamentos deja de tomarlos o reduce bruscamente su dosis. Este fenómeno se produce debido a la adaptación del cuerpo a la presencia constante de opioides, por lo que se vuelve dependiente de la sustancia para mantener un equilibrio fisiológico. Cuando se interrumpe el suministro de opioides, el organismo experimenta un desajuste, dando lugar al síndrome de abstinencia.
Entre los síntomas físicos comunes se encuentran la sudoración excesiva, los escalofríos, el dolor muscular, las náuseas, los vómitos y la diarrea. A nivel emocional, los pacientes pueden experimentar ansiedad, irritabilidad, insomnio y cambios en el estado de ánimo. La intensidad y duración de los síntomas pueden variar según la duración y la cantidad de opioides consumidos, así como la rapidez con la que se reduce la dosis.
El síndrome de abstinencia puede causar síntomas muy graves en los pacientes si se les reduce drásticamente la dosis a la que llevan tiempo acostumbrados, por lo que se les suele ir reduciendo poco a poco.
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