Curso en Fisioterapia Respiratoria (Titulación Universitaria + 6 ECTS)
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La fisioterapia ha avanzado enormemente en las últimas décadas, introduciendo técnicas innovadoras y efectivas para tratar diversas afecciones. Una de las terapias más destacadas es la terapia con ondas de choque, una técnica que ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de múltiples dolencias musculoesqueléticas. Si quieres saber más acerca de este tema, ¡continúa leyendo!
Las ondas de choque son pulsos de energía de alta intensidad que se transmiten a través de la piel y los tejidos hacia el área afectada. Estas ondas son generadas por un dispositivo especial y tienen la capacidad de estimular la curación en tejidos blandos, huesos y vasos sanguíneos. Esta técnica es especialmente útil para tratar condiciones que no han respondido a otros tratamientos más convencionales.
Uno de los principales beneficios de las ondas de choque es su efecto analgésico. La energía de alta intensidad ayuda a reducir el dolor en la zona tratada al descomponer los depósitos de calcio y mejorar la circulación sanguínea. Esto es particularmente beneficioso en casos de espolón calcáneo y otras afecciones dolorosas.
Las ondas de choque también son efectivas en la consolidación ósea, especialmente en casos de retraso de consolidación donde los huesos no se están curando correctamente. La estimulación mecánica y la mejora en la circulación sanguínea aceleran el proceso de curación, haciendo que los huesos se fortalezcan más rápidamente.
En la terapia de ondas de choque, es fundamental entender que existen diferentes tipos de ondas, cada una con sus características y aplicaciones específicas. A continuación, te explicamos los dos principales tipos de ondas de choque que se utilizan en fisioterapia:
Las ondas de choque focalizadas son pulsos de alta energía que se dirigen a un área específica del cuerpo. Este tipo de onda es capaz de penetrar profundamente en los tejidos, lo que las hace ideales para tratar afecciones crónicas o lesiones más graves.
Por ejemplo, si tienes una tendinopatía crónica o una fractura ósea que no se ha consolidado bien, las ondas de choque focalizadas pueden ayudar a estimular la curación de manera más efectiva.
Además, estas ondas pueden descomponer los depósitos de calcio y mejorar la circulación sanguínea en la zona tratada, lo que contribuye a una recuperación más rápida y a una reducción del dolor.
Por otro lado, las ondas de choque radiales son de menor energía y se dispersan de manera más amplia en la superficie del cuerpo. Estas ondas son más adecuadas para tratar áreas extensas y problemas más superficiales, como dolores musculares o lesiones que no están muy profundas.
Las ondas radiales son particularmente efectivas para afecciones como la fascitis plantar o las contracturas musculares, ya que su energía más suave y dispersa ayuda a aliviar el dolor y a mejorar la movilidad sin penetrar demasiado en los tejidos.
El tratamiento con ondas de choque generalmente se realiza en sesiones de 15 a 20 minutos, dependiendo de la afección a tratar. Durante la sesión, el fisioterapeuta aplica un gel en la piel para mejorar la transmisión de las ondas y luego utiliza el dispositivo para dirigir las ondas hacia el área afectada.
Las ondas de choque son efectivas para tratar una amplia gama de condiciones, incluyendo:
Espolón calcáneo
Tendinitis
Fascitis plantar
Lesiones deportivas
Retraso de consolidación ósea
Bursitis
El número de sesiones necesarias varía según la condición que se esté tratando. Para algunas afecciones agudas, puede ser suficiente con 3 a 5 sesiones, mientras que para problemas crónicos puede ser necesario un mayor número de tratamientos. Las sesiones suelen espaciarse semanalmente para permitir que el cuerpo responda adecuadamente a la terapia.
Después del tratamiento, es posible que sientas una mejora inmediata en la movilidad y una reducción del dolor. Sin embargo, los beneficios completos pueden notarse después de unas pocas semanas, ya que las ondas de choque estimulan la curación progresiva del tejido. Es importante seguir las indicaciones del fisioterapeuta y realizar cualquier ejercicio recomendado para maximizar los resultados del tratamiento.
Numerosos estudios han demostrado la efectividad de las ondas de choque en el tratamiento de diversas afecciones. Los pacientes suelen experimentar una reducción significativa del dolor y una mejora en la función después de unas pocas sesiones. La terapia es especialmente útil para aquellos que no han respondido bien a otros tratamientos.
Como cualquier tratamiento, las ondas de choque pueden tener algunos efectos secundarios. Estos pueden incluir:
Enrojecimiento de la piel
Hinchazón
Pequeñas contusiones
Sensación de hormigueo o adormecimiento
Estos efectos secundarios suelen ser temporales y desaparecen poco después del tratamiento.
La terapia con ondas de choque es una opción efectiva y no invasiva para tratar diversas afecciones musculoesqueléticas. Si estás lidiando con una lesión o un dolor crónico que no ha respondido a otros tratamientos, las ondas de choque podrían ser la solución que necesitas.
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