Mesoterapia efectos secundarios a largo plazo

Tratamiento de mesoterapia: efectos secundarios a largo plazo

La mesoterapia pueda ser una opción muy atractiva para mantener una piel saludable, incluso más allá de la cosmetología, cuyas técnicas, aunque avanzadas, pueden requerir más tiempo para ofrecer resultados visibles. Sin embargo, la mesoterapia cuenta con efectos secundarios a largo plazo si es que sus sesiones de tratamiento se aplican de manera inadecuada. Si estás pensando recurrir a ella, ¡esto te interesa!

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Mesoterapia: efectos secundarios a largo plazo

Alergias 

Las alergias surgen como los primeros efectos secundarios a largo plazo tras la aplicación de alguna o varias sesiones de mesoterapia. Las sustancias inyectadas, ya sea a través de jeringas o pistolas automáticas, pueden provocar reacciones alérgicas en algunos pacientes, como las alergias leves y persistentes (erupciones, picazón, entre otros), o las graves, que pueden derivan en una anafilaxia. 

Estas reacciones dependen de la sensibilidad individual a los componentes de los medicamentos elegidos para la mesoterapia, los cuales suelen contar con mezclas para potenciar el efecto deseado. De ahí la importancia de conocer, en detalle, el historial cínico del paciente, lo que incluye tener noticia de alergias preexistentes o condiciones de salud subyacentes. 

Infecciones cutáneas 

Cuando se trata de infecciones cutáneas, el problema radica no en el procedimiento, sino en las condiciones las que este se realiza. De hecho, muchos de los casos reportados se relacionan con la contaminación de materiales y con un ambiente que no está en condiciones salubres. Si las agujas o el entorno no están correctamente desinfectados, en consecuencia, se pueden crear focos de transmisión de virus, bacterias u hongos. 

Los síntomas de una infección pueden incluir enrojecimiento, hinchazón, dolor y, en casos más severos, fiebre. Esto obliga a tratarla de inmediato para evitar efectos secundarios incluso más perjudiciales, como una infección profunda o la formación de abscesos persistentes en la piel. 

Inflamación cutánea 

La inflamación cutánea persistente puede ser otro efecto sencundario a largo plazo de la mesoterapia. Aunque es normal observar inflamaciones cortas en las zonas del tratamiento, puede ocurrir que estas se agraven hasta la formación de granulomas o dermatitis crónica. Tras su aparición, estas condiciones inflamatorias requieren tratamiento médico específico y continuado para evitar la formación de cicatrices queloides.  

Abscesos cutáneos persistentes 

Los abscesos se caracterizan por ser acumulaciones de pus debajo de la piel a causa de infecciones bacterianas. En mesoterapia, este efecto secundario puede surgir por una técnica deficiente en la aplicación de las inyecciones o, como se mencionó, a una inadecuada esterilización de los implementos usados en el tratamiento. Ahora bien, los abscesos pueden llegar a ser dolorosos y, en ocasiones, requerir intervenciones quirúrgicas para limpiarlos profundamente. También se aplican drenajes y prescripciones de antibióticos.  

Urticaria pigmentaria

La urticaria pigmentaria se caracteriza por la aparición de manchas o lesiones pigmentadas en la piel. Como reacción a las sustancias de la mesoterapia. Esta condición puede ser desencadenada por la reacción del cuerpo a las sustancias inyectadas en la mesoterapia. Aunque no es común, cuando ocurre, estas manchas pueden persistir durante un período prolongado y pueden requerir tratamiento dermatológico para su manejo. 

Lesiones en vasos sanguíneos 

La mesoterapia requiere una técnica específica para la inoculación de los medicamentos en la piel. Durante el proceso, pueden aparecer pequeñas lesiones en la piel, ya que las agujas pueden recalar en los vasos sanguíneos, pero, a veces, cuando la técnica no es la adecuada, se pueden generar hematomas o sangrados continuos por el daño de los vasos. Esto hace necesario que la mesoterapia sea aplicada no solo por profesionales con acreditación, sino también con amplia experiencia.  

Eritemas severos 

Por último, otro de los efectos secundarios a largo plazo de la mesoterapia es el enrojecimiento intenso de la piel conocido como eritema. Se trata de una reacción cutánea que puede ser causada por la irritación derivada de la manipulación de la piel con las inyecciones. Aunque generalmente es un efecto secundario temporal, puede convertirse en un problema persistente en algunos casos, dependiendo de las condiciones de cada paciente y, desde luego, del trabajo del especialista. 

¿Cómo prevenir los efectos secundarios a largo plazo? 

Solicita una evaluación previa rigurosa 

Antes de someterte a la mesoterapia, es importantísimo realizar una evaluación médica exhaustiva. Esto incluye revisar tu historial médico y cualquier condición preexistente que pueda aumentar el riesgo de efectos secundarios (infecciones, comorbilidades, enfermedades cardiovasculares, entre otros). Esta evaluación ayuda a identificar posibles alergias, sensibilidades a los componentes de las inyecciones o contraindicaciones para el tratamiento. 

Verifica la acreditación del profesional 

Asegúrate de que el profesional que realiza la mesoterapia esté debidamente acreditado y tenga experiencia en esta técnica. Un profesional calificado no solo garantiza la correcta administración del tratamiento, sino que también puede asesorar adecuadamente sobre los riesgos y manejo de posibles efectos secundarios. La experiencia y la formación del profesional son fundamentales para un tratamiento seguro y efectivo. Entonces, antes de iniciar el tratamiento, investiga e infórmate para tomar la mejor decisión. 

Plantea dudas antes de iniciar el tratamiento 

Ahora bien, es esencial estar bien informado antes de comenzar la mesoterapia. No dudes en preguntar sobre los ingredientes de las inyecciones, el proceso del tratamiento, los posibles efectos secundarios y cómo manejarlos. Un buen profesional debería poder proporcionarte toda la información necesaria y resolver tus dudas para asegurar así tu tranquilidad y confianza en el tratamiento. 

Detén el tratamiento si notas problemas 

Si experimentas cualquier síntoma inusual durante o después del tratamiento, como enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor o signos de infección, se debe detener el tratamiento inmediatamente y consultar a un médico. No ignorar estos signos puede prevenir complicaciones mayores. La atención oportuna es esencial para tratar efectivamente cualquier efecto secundario adverso y garantizar tu seguridad y bienestar.

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