¿Conoces ese dicho que afirma que “compartir es vivir”? Poner en común lo que uno tiene y ayudar a los demás a conseguir sus propias metas es, sin duda, una de las cosas más gratificantes en la vida. Por eso, el aprendizaje cooperativo ha surgido como un pilar fundamental en el desarrollo y aprendizaje de muchos niños/as. Pero, ¿qué es el aprendizaje cooperativo y cuáles son sus ventajas principales?
El aprendizaje cooperativo es un método pedagógico que busca la interacción y socialización entre los estudiantes para alcanzar objetivos de aprendizaje comunes. Es decir, invita al alumnado a trabajar conjuntamente, aportando cada uno su granito de arena, para alcanzar metas de aprendizaje comunes.
Una de las partes más positivas del aprendizaje cooperativo es que, en lugar de competir entre sí, los alumnos/as se apoyan los unos a los otros, trabajan juntos en grupos pequeños para lograr metas compartidas y fomentan así el desarrollo de habilidades sociales, cognitivas y emocionales.
Definición de aprendizaje cooperativo según David y Roger Johnson
El aprendizaje cooperativo según los autores Carlos Velázquez, Fernández Río y Roger T. Johnson, se refiere a un término genérico, utilizado para hacer referencia a un grupo de procedimientos de enseñanza, donde sus principales características parten de la organización de la clase en pequeños grupos mixtos. Allí se promueve que los alumnos trabajen conjuntamente, y adicionalmente logren coordinar entre sí, para solucionar tareas académicas y profundizar en su propio aprendizaje.
Los hermanos David y Roger Johnson, son dos autores de referencia. Por su parte, estos dos psicólogos sociales definen el aprendizaje cooperativo como: “aquella situación de aprendizaje en las que los objetivos de los participantes se hallan estrechamente vinculados, de tal manera que cada uno de ellos solo puede alcanzar sus objetivos si y solo si los demás consiguen alcanzar los suyos”.
4 elementos del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo según los autores antes mencionados, podemos decir que son coincidentes los cuatro elementos para un enfoque positivo de enseñanza-aprendizaje a favor del trabajo colaborativo. Por esta razón, a continuación mencionaremos los elementos esenciales para llevarlo a cabo:
- La interdependencia positiva
El aprendizaje cooperativo según los autores a los que se hizo referencia, puede ubicar a la interdependencia positiva como la primera de todas. Esta se logra cuando el alumnado comprende y sabe que el éxito en la tarea planteada. Pero lo importante de acotar es que solo se alcanzará el objetivo cuando cada miembro del grupo tenga éxito de forma individual, lo cual mejora de manera significativa la calidad del proceso y refuerza la verdadera esencia del trabajo cooperativo.
- Tareas Grupales e Individuales
Para propiciar un contexto que genere ese sentimiento de interdependencia positiva, el aprendizaje cooperativo según los autores indicados, no empieza en el aula con los alumnos a punto de trabajar. No, de hecho comienza mucho antes: en los proyectos de las tareas que se les va a plantear.
Sin duda, para conseguir el éxito en la tarea, que depende de todos los miembros, es necesario un compromiso de grupo donde todos asuman la responsabilidad de alcanzar los objetivos grupales. Así mismo es necesario que cada individuo dentro del colectivo asuma el rol individual, donde cada uno se responsabiliza de sus objetivos propios. De esta manera, se evita la difusión de responsabilidades entre los integrantes del colectivo y un mal muy común del trabajo en grupo realizado con otras metodologías. En fin, se busca que nadie se aproveche del trabajo de otros.
- Habilidades interpersonales y grupales
La esencia del aprendizaje cooperativo según los autores Velázquez, Río y Johnson va más allá de aprender cualquier materia. Su verdadero propósito es que los alumnos, adquieran destrezas interpersonales y aprendan a trabajar en equipo.
Para ello, cada integrante del equipo de alumnos o de un ámbito laboral debe comunicarse, tomar decisiones, resolver conflictos, organizarse y apoyarse. Por supuesto que todas estas competencias también serán responsabilidad del docente, y deberá promover una formación integral. Así que es un reto para todos los involucrados.
- Interacción frente a frente
La esencia del aprendizaje cooperativo según los autores experto en este ámbito, es “trabajar juntos es aprender juntos”. Esta es la condición para pasar de un trabajo de equipo, a un verdadero trabajo en equipo. Es decir, el alumnado, para conseguir los objetivos previstos, tiene que compartir conocimientos, recursos y promover el éxito de los demás, apoyándose mutuamente.
Técnicas del aprendizaje cooperativo
El aprendizaje cooperativo puede ser muy útil y efectivo si se realiza correctamente. Sin embargo, si no se tienen en cuenta las técnicas correctas y los procesos más eficientes, es posible que apostar por el aprendizaje cooperativo conlleva una pérdida de tiempo y de recursos en el aula.
Por eso, a continuación, te mostramos algunas de las técnicas del aprendizaje cooperativo más útiles. ¡Veamos!
- Aprendizaje en parejas/equipos: Los estudiantes trabajan en parejas o en equipo de trabajo para resolver problemas, discutir conceptos o realizar actividades específicas.
- Turnos de conversación: De esta forma, todos los componentes del grupo pueden hablar en algún momento, pero también tienen la obligación de escuchar al resto del equipo.
- Jigsaw: Los alumnos se dividen en grupos pequeños y cada miembro del grupo se convierte en un experto en un tema específico. Luego, comparten sus conocimientos con el resto del grupo.
- Rotación del problema: Esta técnica consiste en que el docente plantea un problema a la clase, quien se divide en grupos de trabajo. El primer grupo debe comenzar trabajando sobre el problema y, cuando pase X tiempo, debe pasar el problema al siguiente grupo, quien también deberá trabajarlo desde donde lo dejó el grupo anterior.
- Aprendizaje basado en roles: Cada estudiante asume un rol específico dentro del grupo (por ejemplo, líder, investigador, escritor, etc.) y contribuye desde su área de especialización.
Aprendizaje cooperativo en la Educación Física
Es importante comprender el aprendizaje cooperativo según los autores más experimentados en el tema, y uno de los autores destacados en el ámbito de estudios es Carlos Velázquez. Él plantea que este tipo de metodología en la educación física muestra las múltiples posibilidades, desde un enfoque eminentemente práctico. De hecho, Velázquez concreta un marco referencial en siete experiencias desarrolladas en contextos reales que va desde Primaria hasta Secundaria.
Es, en definitiva, una obra útil para los profesionales de la Educación Física que buscan promover en sus clases procesos de enseñanza-aprendizaje eficaces orientados a fomentar en el alumnado su capacidad para aprender a aprender autónomamente.
Parte de su teoría va centrada en:
El enfoque de la coopedagogía
Esta se define como el “enfoque educativo orientado a promover que el alumnado aprenda a cooperar y utilice las posibilidades que la cooperación le ofrece para alcanzar eficazmente diferentes aprendizajes curriculares” (Velázquez, 2014, p. 45). Y cuando dicho enfoque se plantea en la educación física la denominamos coopedagogía motriz (Velázquez, 2016).
El enfoque de coopedagogía motriz se estructura en cinco fases o pasos:
- Provocar conflicto.
- Desarrollar los principios de la lógica de la cooperación.
- Aplicar la lógica de la cooperación en ambientes lúdicos.
- Aprender a través de la cooperación.
- Generar aprendizaje autónomo y transferirlo fuera de las clases.
De lo anterior se puede entonces deducir que el provocar “conflicto” significa cuestionar que el trabajo individual o competir contra otros, genere mayores beneficios en las clases que cooperar. Esto se va realizando tomando en cuenta las diferentes condiciones que se dan en la escuela y que conducen a los estudiantes a creer que su objetivo debe ser superar a los demás, o que lo que uno sabe no debe ser compartido con los demás. Para ello, nuestro principal recurso son todas aquellas actividades motrices de estructura compartida (Velázquez, 2004).
Ventajas del aprendizaje cooperativo
Las evidencias de la práctica y la validación de estudios que se han realizado en el aprendizaje cooperativo según los autores que estudiamos en este artículo, proyectan que el aprendizaje cooperativo es una metodología que aporta una mejora de manera significativa al aprendizaje de todos los alumnos que se implican en él. Dentro de estas mejoras conseguimos:
- Desarrollo de habilidades sociales: El alumnado aprende a trabajar en equipo, a comunicarse de manera efectiva y a resolver conflictos de manera constructiva. Aprende a respetar al de al lado, valorando su opinión y no invalidando sus emociones.
- Contribuye a la participación activa del alumnado: Seguro que, en muchas clases, has percibido que existen estudiantes que participan mucho más que otros. El aprendizaje cooperativo fomenta que todos los alumnos contribuyan por igual.
- Mejora del rendimiento académico: La colaboración entre iguales permite a los estudiantes compartir conocimientos, aclarar dudas y reforzar conceptos. Todo ello puede verse reflejado, posteriormente, en una mejora del rendimiento.
- Fomento del pensamiento crítico: El intercambio de ideas y perspectivas en grupos estimula el pensamiento crítico, la reflexión y la creatividad.
Como docentes, el objetivo principal ha de ser:
- Primero estudiar a profundidad la metodología del aprendizaje cooperativo según los autores que estamos reseñando, y otros.
- Segundo, que los estudiantes alcancen el mayor grado de desarrollo y habilidades posible. El aprendizaje cooperativo es una excelente metodología, para poder atender a la gran diversidad de estudiantes. Por eso, si te interesa este tema, tienes la oportunidad de fortalecer tu formación y ampliar tus conocimientos, no la dejes pasar.
¿Cuáles son los diferentes roles en el aprendizaje cooperativo?
En el aprendizaje cooperativo, no existe una única fórmula para el reparto de roles. De hecho, dependiendo de cada grupo y cada aula, y de las necesidades que tengan, los roles deberán ser unos u otros. No obstante, a continuación, te hablaremos acerca de los roles en el aprendizaje cooperativo más habituales.
- Portavoz: Es la persona que habla en nombre de todo el grupo cuando hay que “rendir cuentas” ante el profesor o ante otros grupos de trabajo. Normalmente, es una persona con habilidades de comunicación amplias.
- Facilitador: Ayuda a mantener el orden y la organización dentro del grupo, facilitando la comunicación y la colaboración entre los miembros. Esta figura podemos encontrarla tanto dentro del grupo como fuera (por ejemplo, un profesor).
- Evaluador o secretario: Se encarga de monitorear el progreso del grupo, anota las tareas que ya se han realizado, identifica áreas de mejora y apuesta por la retroalimentación entre los componentes.
- Investigador: Busca información relevante para la tarea asignada y la comparte con el grupo de manera clara y precisa.
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