Curso gestión del capital circulante

Curso Gestión del Capital Circulante

Estudia al detalle sobre el capital circulante

El capital circulante es una parte de liquidez o de dinero que la empresa tiene para poder utilizarlo en cualquier momento. Los activos son todos los bienes y derechos que una compañía tiene y que a largo plazo pueden convertirse en dinero. Estos que llegan a convertirse en dinero a corto plazo o en un periodo inferior al año, se llaman activos circulantes. 

Su principal característica es su utilización en el proceso productivo, y además, terminan incorporándose en el producto final, como por ejemplo, en la materia prima que se utiliza en la producción de un bien.

Características que presenta el Capital Circulante

• Tiene una disponibilidad para convertirse en líquido en un plazo inferior a un año. 
• Se utiliza para pagar créditos a corto plazo. 
• Permitirá cubrir los gastos de las operaciones normales de la empresa. 
• El dinero efectivo está en la caja de la empresa y en el banco. 
• Incluye también las deudas que los clientes no han pagado. 
• Se incluyen las materias primas que se encuentran en el inventario y aquellos productos que estén ya listos para su venta.

Especialízate en la gestión del capital circulante

Una empresa puede ser rentable, pero puede no ser viable a causa de una mala gestión del capital circulante.

Cuando el funcionamiento del capital circulante se ve negativamente afectado por las circunstancias del mercado, una empresa no podrá avanzar adecuadamente. Algunos ejemplos de esto pueden ser: Cuando un cliente retrasa el cobro de las facturas emitidas, los proveedores piden un plazo de pago más corto y en el mercado los productos y las materias primas son escasos, y además la empresa no cuenta con un stock de seguridad suficiente en sus almacenes. Esto haría más difícil el acceso a crédito debido al incremento de prima de riesgo o de morosidad.

La gestión del capital circulante consiste en definitiva en llevar a cabo una adecuada planificación y control de los flujos de caja para asegurar que se cuenta con la suficiente liquidez en la empresa. Además, se deberán supervisar los niveles de cada una de las partidas del capital circulante con el fin de mejorar su rentabilidad.

El principal objetivo de la gestión del capital circulante, será, por tanto, que la empresa pueda disponer de los fondos suficientes a través de sus cobros, sus fuentes de financiación u los saldos de los que dispone para afrontar todas sus obligaciones de pago.

Por tanto, se puede considerar el capital circulante como un flujo de efectivo que permite a la empresa su funcionamiento en el día a día. En consecuencia, si se paraliza o se ralentiza, se pueden ocasionar algunas consecuencias negativas para el negocio y su imagen en el mercado.

Claves para conseguir una gestión eficaz del capital circulante

Con el fin de conseguir una buena gestión del capital circulante, la empresa debe en primer lugar tener un control adecuado de todas las previsiones de pagos a terceros. Es decir, tanto de proveedores, de bancos, de empleados, impuestos, seguridad social, etc. con este control adecuado se podrán evitar fallos que puedan hacer que las operaciones tengan problemas de continuidad debido a la falta de suministro.

Un buen control debe también anticiparse a todos los riesgos y tener un control diario de todos los albaranes o de las notas de servicio recibidas, además de los pedidos de nuevo material y servicios y gastos que se deriven de la organización diaria. El gerente debe autorizar todas las cantidades y las tarifas de compra, que son las previsiones de pago que deberán atenderse de manera obligatoria posteriormente. 

Se deben tener en cuenta tres aspectos fundamentales: 

• Ejercer un control de los pagos. En este punto se debe revisar todas las relaciones contractuales con los proveedores y ajustar los tiempos de pago al flujo de ingresos. 
• Evaluar los descuentos. Esto con el fin de que se alineen con los márgenes que están previamente establecidos, además de con las políticas que la compañía fije. 
• Realizar una gestión adecuada del inventario. Con el objetivo de evitar una acumulación de materia prima o de productos acabados. 

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