Máster MBA en Dirección y Gestión de Empresas Agroalimentarias + Titulación Universitaria
Índice
La distribución de alimentos va mucho más allá de la logística y el transporte. Aunque son aspectos fundamentales, se trata de un sistema complejo en el que la coordinación de múltiples etapas es imprescindible para brindar productos de calidad. Las empresas de la industria alimentaria, en este sentido, recurren a métodos de producción y gestión eficientes para que los alimentos lleguen frescos y en óptimas condiciones a los consumidores.
No obstante, para mejor incluso más este proceso, las empresas cumplen no solo con estrictas normativas internacionales de control de calidad, sino que también aplican políticas de responsabilidad medioambiental, social y corporativa. La sostenibilidad en todas sus facetas guía la actividad productiva desde la fase 1 hasta la fase 5 de la cadena de distribución. De hecho, el transporte y la logística se adaptan a los mercados para disminuir el impacto en el medioambiente, sobre todo, a través de la disminución de la huella de carbono.
En este post, te contamos un poco más sobre la distribución de alimentos, sus fases, sus directrices actuales y las tendencias que marcan el presente y futuro de la industria alimentaria. ¡Sigue leyendo!
La fase primaria abarca la producción de alimentos en su estado natural (sin transformación). Incluye actividades ganaderas, pesqueras y agrícolas. Durante esta etapa, se sostienen cultivos, se crían animales (e.g. ganado vacuno) y se recolectan productos marinos mediante la pesca.
En esta fase, las materias primas de la fase primaria se convierten en productos alimentarios. La industria, según el rubro, manipula y procesa las carnes, verduras, tubérculos, entre otros, con maquinarias específicamente desarrolladas para esto. Luego de la producción, se continúa con el envasado, el etiquetado y la distribución. La comercialización puede ser nacional o internacional, por lo que requiere de estrategias de logística adaptadas.
Esta fase se caracteriza por la venta de los productos alimentarios en establecimientos (canal de distribución). Se incluyen los bares, los restaurantes, las bodegas, los supermercados y otros puntos de distribución minorista. En este momento de la distribución de alimentos, la gestión de inventario, la conservación de los productos y la disponibilidad de estos son fundamentales para cubrir las necesidades del mercado. En todo momento, se toma en cuenta la demanda para evitar el desperdicio de alimentos.
Por último, en la fase de consumo, los alimentos son adquiridos y consumidos por los clientes. Esta etapa es el punto final de la cadena de distribución y depende de todas las fases anteriores para asegurar la calidad y seguridad de los productos. En este punto, la valoración de los productos es fundamental para el mercado, ya que los consumidores determinan según sus experiencias cuáles serán las mejores opciones.
La distribución de alimentos debe responder a los siguientes criterios para asegurar la sostenibilidad de sus actividades económicas:
Sostenibilidad económica o rentabilidad
Sostenibilidad social o inclusión
Sostenibilidad medioambiental
Sostenibilidad en la demanda
Responsabilidad social
Uso de sistemas dinámicos y actualizados
Producción orientada a la mejora
Priorización del consumidor
Integración de nuevas tecnologías
Gestión eficiente de residuos
Creación de soluciones productivas
Trasparencia e información oportuna
Reducción del desperdicio
Los consumidores son cada vez más exigentes en lo que concierne a la calidad de los alimentos. En una época en la que la salud física es una prioridad para muchos, los productos deben cumplir con altos estándares, incluso si se trata de comidas procesadas.
En este sentido, se espera que los productos tanto naturales como envasados no pierdan sus propiedades nutricionales a la vez que no incluyan ingredientes potencialmente peligrosos para la salud (e.g. grasas trans). Esto alcanza a todas las gamas de los alimentos, desde la primera hasta la quinta.
Pero ¿es posible encontrar alimentos saludables sin comprometer la economía personal o familiar? He aquí el principal reto de la industria alimentaria. La combinación de alta calidad y ahorro se ha convertido en una prioridad, y las empresas del sector se han abocado a optimizar no solo los procesos productivos, sino también la logística de distribución.
Más allá del almacenamiento y comercialización eficiente, la industria enfrenta la exigencia de no disminuir la calidad bajo ningún concepto, más aún cuando los consumidores buscan una alimentación variada.
Los consumidores, asimismo, tienen algo muy importante en mente: la sostenibilidad. El compromiso con el cuidado del medioambiente está relacionado con el consumo de alimentos orgánicos y de temporada, pero también con la supervisión de los procesos de producción y distribución que llevan a cabo las empresarias alimentarias.
En otras palabras, se atiende a la huella ecológica de la industria, la que puede determinar la decisión de compra de los consumidores. La producción y el consumo deben ser, ante todos, responsables.
Las innovaciones tecnológicas alcanzan a la industria alimentaria en un momento en el que los datos y la optimización de los procesos productivos van de la mano. Precisamente, el principal aspecto beneficiado es el control de calidad. ¿Cómo se mejora la calidad de los productos gracias al big data o la inteligencia artificial?
Lo primero que hay que saber es que estas tecnologías permiten registrar en detalle los momentos que van desde la recopilación de las materias primas hasta la distribución en puntos de venta. Se logra, entonces, una trazabilidad avanzada.
Tampoco se pueden dejar de lado cuestiones tan importantes como la personalización de los productos, las respuestas ágiles en logística y la mejora de procesos, todo esto gracias al procesamiento de datos.
Una de las medidas más relevantes para luchar contra el cambio climático es la reducción de las emisiones de carbono. Si bien el objetivo es lograr que este valor se encuentre cada vez más próximo a cero (0), aún hay retos que cumplir como hacer de la economía circular una regla general en todas las industrias, sobre todo, en la alimentaria.
Para que esto ocurra, las empresas deben implementar medidas oportunas durante todas las fases de la distribución alimentaria. ¿Qué se tiene en cuenta? Veamos los aspectos más importantes: utilización de productos locales, ecodiseño en envases, logística sostenible, tiendas ecoeficientes, sensibilización del consumidor y, por último, las 3R (reducción, reciclaje y reutilización).
Estas prácticas permiten disminuir dramáticamente la huella de carbono de la distribución de alimentos. Así, con una gestión más sostenible de recursos y propuestas adaptadas a los mercados, los consumidores pueden incidir positivamente en el cuidado del medioambiente.
Pero no es todo. Más allá de la responsabilidad de las empresas con el medioambiente y la cobertura de las necesidades de los consumidores, la transparencia no puede pasar desapercibida. ¿En qué consiste? Es sencillo: la industria debe informar sobre las materias primas, los procesos productivos, la trazabilidad, las prácticas comerciales e, incluso, las certificaciones de terceros que participan en la distribución de alimentos.
Así se completa la ecuación de la satisfacción de los consumidores: conocen los ingredientes y propiedades nutricionales de los alimentos y todos los procesos involucrados hasta que el producto llegó la mesa. Esta información permite optar por uno u otro producto, así como por determinados mercados en los que la sostenibilidad y la trasparencia son imprescindibles para diferenciarse. De ahí que las empresas de distribución alimentaria están adoptando prácticas que permiten rastrear el origen de los productos y asegurar la calidad.
Máster MBA en Dirección y Gestión de Empresas Agroalimentarias
Nuestra Formación
Nuestro porfolio se compone de cursos online, cursos homologados, baremables en oposiciones y formación superior de posgrado y máster.
Ver oferta formativa¡Muchas gracias!
Hemos recibido correctamente tus datos. En breve nos pondremos en contacto contigo.