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En la sociedad actual, un número creciente de grupos exige al sector público mayor transparencia en sus acciones y decisiones, así como una rendición de cuentas sobre las políticas y prácticas que implementan sus instituciones en todos sus ámbitos.
Pero ¿Qué es exactamente la rendición de cuentas? ¿Cómo se ejecuta? A través de este post despejamos todas tus dudas.
La rendición de cuentas es la obligación de los servidores públicos de informar, justificar y asumir responsabilidades de manera pública y periódica ante una autoridad superior o la ciudadanía sobre sus acciones, el uso de los fondos asignados y los resultados obtenidos.
Para poder llevar a cabo el proceso de rendición de cuentas e informar sobre la actividad económica-financiera que ha realizado una entidad a lo largo de un ejercicio económico, es necesario que todas las entidades elaboren sus cuentas anuales.
Las cuentas anuales son de elaboración obligatoria y se dividen en 5:
Por tanto, rendir cuentas implica ofrecer a los ciudadanos la posibilidad de conocer el nivel de cumplimiento de los compromisos y medidas del gobierno a través de indicadores cuantificables. Estos indicadores facilitan la evaluación de los servicios públicos mediante mecanismos como la fiscalización y la transparencia.
La información que nos permite obtener la rendición de cuentas se apoya, principalmente, en los siguientes aspectos:
Además, a la hora de rendir cuentas, es fundamental seguir una serie de principios que se pueden resumir en los cuatro siguientes: eficiencia, eficacia, transparencia y legalidad.
A lo largo de la historia, el sector público ha tenido que justificar sus acciones de forma obligatoria ante distintos sujetos y de diversas formas. Aunque el concepto de rendición de cuentas se remonta al siglo XIII, fue en el siglo XVIII cuando comenzó a adquirir un significado más cercano al que tenemos hoy en día.
En los últimos años, el marco jurídico ha evolucionado, convirtiendo la rendición de cuentas en una obligación que permite a las instituciones de control exigir su cumplimiento. Se han implementado medidas como:
- Condicionar la obtención de ayudas públicas o determinadas subvenciones a la entrega previa de las cuentas.
- Imponer multas coercitivas a todos los responsables de rendir cuentas en caso de no hacerlo.
- Retener ciertos ingresos a aquellas entidades que no hayan presentado sus cuentas.
El principal instrumento para llevar a cabo este proceso es el Portal de Rendición de Cuentas, que tiene como objetivo informar sobre las cuentas de los Ayuntamientos, Diputaciones y otras Entidades Locales.
La información que ofrece a los ciudadanos es de carácter económico-financiero y permite conocer los ingresos anuales recaudados, así como los principales impuestos y tributos que constituyen sus ganancias. También proporciona datos sobre el gasto realizado, los recursos obtenidos y la situación patrimonial de cada Entidad Local.
Este proceso de rendición de cuentas se basa en un censo que se actualiza de manera continua y en un sistema evaluador que verifica la coherencia de las cuentas anuales, mejorando, así, la calidad de la información.
Toda esta información se envía anualmente al Portal con una firma digital autorizada para garantizar la veracidad de la documentación presentada al ciudadano. Si se incumple la obligación de enviar las cuentas, el mismo Portal de Rendición de Cuentas se encargará de generar un informe para implementar las sanciones correspondientes.
Por tanto, la rendición de cuentas se puede entender como el proceso que permite a todos los miembros de una comunidad, es decir, a los ciudadanos, controlar, vigilar y evaluar la actuación de quienes gestionan los servicios públicos mediante la fiscalización y la transparencia.
El objetivo principal, además de proporcionar la información mencionada, es prevenir el abuso de poder por parte de cualquier gobierno y permitir la sanción de conductas inapropiadas, que pueden ser castigadas en los tribunales. De esta forma, se puede asegurar que la rendición de cuentas se ha convertido en un elemento clave para la democracia.
Por ello, todas las entidades locales tendrán la obligación de rendir cuentas al Tribunal de Cuentas y a los Órganos de Control Externo de las Comunidades Autónomas tal y como determina el artículo 212 del texto refundido de la Ley Reguladora de las Haciendas Locales
Asimismo, según el artículo 223 de la misma ley, las entidades locales deben presentar anualmente al Tribunal de Cuentas la Cuenta General del ejercicio. Esto deberá realizarse con anterioridad al 15 de octubre del año siguiente al que corresponda.
Los elementos clave en los que se fundamenta la rendición de cuentas con el fin de garantizar su efectividad y transparencia son tres:
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