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Aunque no lo creas, el origen de los cosméticos se remonta miles de años atrás. En el siguiente post te contamos cómo fue el origen de estos y los tipos de cosméticos que existen.
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Las primeras referencias que se tienen sobre la historia de los cosméticos datan de alrededor del año 4.000 a.C. Concretamente, la historia de los cosméticos se remonta a los tiempos de la antigua civilización egipcia.
En el siguiente post te contamos qué son y los tipos de cosméticos que existen, así como sus beneficios. Además, en Euroinnova podrás formarte en el ámbito de la cosmética gracias a una amplia oferta de cursos y másteres 100 % online. ¿Te interesa?
¡Vamos allá!
La industria cosmética entiende los cosméticos como sustancias que se emplean para realizar limpiezas y proporcionar una mejora la calidad de la piel, el pelo, las cutículas o la dentadura.
"Su objetivo puede ser decorativo, promover el bienestar o ayudar en la higiene personal"
Cabe mencionar que un cosmético puede ser un producto de belleza, como una crema, pintura para uñas, colonia, perfumes... Aunque también puede tratarse de un producto para la higiene personal como el champú, cremas de afeitar, etc.
Sin embargo, no están incluidos en esta categoría los productos terapéuticos cuyo objetivo es curar una enfermedad. En el caso de la salud, solo pueden ser considerados como cosméticos aquellas formulaciones cuya función es reparadora o fortificante.
Es decir, cuyo objetivo final no es curar en el sentido literal de la palabra. Por ejemplo, el caso de las cremas cicatrizantes o de muchos tratamientos para el acné.
Como hemos mencionado, existen diversos tipos de cosméticos para diferentes funciones en nuestro cuerpo, como por ejemplo:
La crema es la forma cosmética más popular por lo que es también la que más se divide en otros tipos de cosméticos, según el objetivo de su formulación.
En esta puedes encontrar las bases de maquillaje, los tratamientos nutritivos e hidratantes, las cremas solares, las cremas cicatrizantes y antibacterianas, los acondicionadores para el pelo, las cremas depiladoras… hasta llegar a un largo etcétera.
En cualquier caso, la preparación de las cremas incluye siempre tres componentes: aceite, agua y emulsionante.
Tanto unas como otras son en realidad cremas a las que se le añade más agua en su fórmula, con el fin de lograr una textura más fluida. Esta fluidez permite una absorción más rápida sobre la piel y vuelve su aplicación más cómoda.
Las pomadas son el opuesto de las lociones. Mientras que en el último caso, se añade más agua a la fórmula de las cremas para lograr una presentación más fluida, en las pomadas o ungüentos el agua está normalmente ausente y se sustituye por una base grasosa como la vaselina, la lanolina o la parafina.
Los geles pueden se formulan a partir de disoluciones, emulsiones o lociones con una base acuosa u oleosa, a las que se añade una sustancia gelificante para aumentar su viscosidad. Las sustancias más utilizadas con esta función son la goma natural, el polímero acrílico y los espesantes celulósicos.
Los polvos son cosméticos compuestos por ingredientes sólidos y crudos, molidos de una forma muy fina durante su mezcla. Suelen contener en su fórmula talco, silicatos y/o almidón.
Otros tipos de cosméticos pueden ser: aerosoles, barras, disoluciones o suspensiones.
Llevar un estilo de vida saludable también involucra la adopción de productos que no perjudiquen la salud. Por ello, la cosmética natural lleva algunos años tratando de incorporarse al nivel de las marcas comerciales. Una alternativa que surge por ciertos artículos que contienen altas sustancias químicas que provocan alergias al absorberse en el cuerpo.
¿Qué es cosmética natural? Hablaríamos de aquellos maquillajes o fijadores hechos con ingredientes vegetales. Sin embargo, también deben cumplir con algunos requisitos y deben estar certificados para garantizar su seguridad.
En resumen, tienen que proceder de plantas, no deben portar sustancias artificiales y no ser testados en animales.
El uso de ingredientes naturales hace que los productos sean aptos para cualquier tipo de cabello o piel. Además de cuidar y regenerar, un producto natural aporta varios beneficios como:
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Cristina Polo Calvo
COPYWRITER
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