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La elección de diferentes materiales o revestimientos puede salvar vidas en las edificaciones industriales ¿Lo sabías? Como dice el refrán: Más vale prevenir que curar, y es que esta frase resumen muy bien qué se entiende por protección pasiva en los incendios. De manera que esta técnica de prevención está siendo cada vez más utilizada, debido a su efectividad, aumentando también así la demanda de profesionales que sean capaces de llevarlas a cabo.
¿Quieres dedicarte a ello? Antes de que profundices en que se entiende por protección pasiva en los incendios, te desvelaremos un secreto...sin formación no podrás lograrlo. Aprender a instalar los diferentes sistemas contra incendios que existen te llevará tiempo y por supuesto, una formación que te ayude a convertirte en ese profesional que deseas ser. En Euroinnova estamos de tu lado, y queremos que profundices profesionalmente en esta área y, para ello, te recomendamos que te matricules en el instalación eléctrica .
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La protección pasiva en los incendios es un sistema basado en la prevención donde se aportan soluciones o elementos que ayudan a la detección o reducción de los daños cuando se producen estas situaciones de emergencia. Por lo tanto, se engloban dentro de lo que se entiende por protección pasiva en los incendios, aquellos elementos constructivos y los productos que han sido colocados y diseñados de forma específica para evitar que se produzcan los incendios, o que éstos se propaguen. De esta forma, se facilitará la evacuación de las personas en caso de originarse.
El término de protección pasiva de incendios recibe esta denominación por no basarse en la realización de acciones para apagar los incendios, sino que tiene como finalidad su detección y advertencia de que se han originado. Así, se utilizan revestimientos y materiales constructivos que sean resistentes al fuego y que se integran a lo largo de la construcción de los edificios.
Otra de las ventajas en cuanto a la minimización del deterioro de los edificios está la de facilitar la intervención de los servicios de emergencia y la evacuación de quienes se encuentran dentro del edificio.
Los tres campos fundamentales de lo qué se entiende por protección pasiva en los incendios son los siguientes.
Una forma de prevenir la propagación de los incendios está en la portabilidad de los edificios. Es decir, la estructura deberá de resistir durante un tiempo determinado de manera que no colapse. Estas estructuras portantes deberán venir determinadas por la normativa correspondiente que obligará a definirlo con la letra R y que mencionará el tiempo exigido y la capacidad portante de la estructura de producirse un incendio.
Cuando se produce un incendio, es aconsejable comprimirlo en un determinado espacio, para que se facilite la evacuación del edificio y se reduzcan al mínimo los daños personales o materiales que puedan ocasionarse. Para lograr esta compresión, se aglutinan en sectores de incendio que serán resistentes al fuego nombrados con las letras E de integridad e I de aislamiento.
Las instalaciones deberán de contar con exutorios o conductos resistentes al fuego con los que de manera natural o forzada se puedan extraer los humos y facilitar la evacuación del recinto por sitios de paso libres de humos. Del mismo modo, se podrá visualizar mejor el foco del incendio para los equipos de extinción y llevar a cabo un control de la temperatura del humo para proteger las propiedades.
Aunque ambos términos guarden relación por su implicación en cuanto a la extinción de incendios. No obstante aquellas personas que no están familiarizados con la ingeniería y la arquitectura pueden confundir ambos términos, cuando la realidad es que son dos sistemas que actúan de forma diferente.
Mientras que la protección activa contra incendios engloba todo tipo de instalaciones e instrumentos orientado a acabar con el fuego cuando ya se ha producido, la protección pasiva, en cambio, se compone de materiales y productos con capacidades ignífugas o que ofrecen resistencia a las altas temperaturas para evitar el deterioro de los edificios.
En la protección activa de incendios se emplean instrumentos como rociadores, bocas de incendios, alarmas o extintores. Y en la protección pasiva pinturas intumescentes, cortafuegos, morteros ignífugos o productos para sellar los pasos de las instalaciones, entre otros.
Si se indaga en lo qué se entiende por protección pasiva en los incendios, se puede llegar a la conclusión de que los materiales o los productos que se emplean deben reunir algunas de las siguientes características:
En Euroinnova somos conscientes de que cada vez más son las empresas que apuestan por tener unos edificios más resistentes y preparados para cualquier tipo de emergencia como puede ser un incendio. Por este motivo, la demanda de profesionales que sepan instalar estos sistemas se ha disparado, lo que ha captado la atención de los profesionales más cualificados.
Si estás interesado en formar parte de este sector, te recomendamos que consultes nuestro catálogo, donde puedes encontrar el instalación eléctrica que mejor se adapte a tus necesidades y con el que logres las metas profesionales que te propongas.
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